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jueves, 25 de agosto de 2022

 

SU MAJESTAD MOHAMED BOLINGA

 

Siento hacia Marruecos una veneración profunda de filólogo, periodista e historiador. Ocho siglos de convivencia dan para mucho y han dejado rastro no sólo en las palabras incorporadas a Castilla desde el árabe términos agrícolas, frutos, caminos, aperos, aceñas sino en nuestra actitud frente a la vida. Todo español lleva un moro adentro del alma un moro montaña. Yo sería incapaz de escribir un libro como los Versos Satánicos porque lo sagrado es una versión de la divinidad acomodada a la idiosincrasia de cada nación y no me gusta blasfemar. Pero somos humanos. La prensa se refiere a un hecho puntual. Su majestad el rey de Marruecos se fue de fiesta, le dio al jarrillo besándolo con más fervor de la cuenta y ya sabemos que el Corán prohíbe el vino a sus fieles. Así que los seguidores del profeta no están muy acostumbrados a los vapores báquicos y cuando se emborrachan lo hacen abondo. Total, que Su Majestad acabó bolinga haciendo eses por las calles de Paris y hablando con las farolas. Porque cuando no hay remedio litro y medio. Un mahometano a machamartillo puede rasgarse las vestiduras ante la imagen del monarca alauita que es uno de los pocos descendientes del Profeta que quedan en el mundo, pero para un cristiano como yo me causa cierta hilaridad. Es humano libar más de la cuenta porque el vino alegra el corazón del hombre y de momento aleja las tristezas, mohamed VI debe de estar sometido a una fuerte presión por los norteamericanos y por los judíos. Los unos quieren apoderarse de los fosfatos y el petróleo sahariano y canario y los otros extender el dominio del Eretz Izrael o Gran Israel a lo largo de todo el litoral mediterráneo. El monarca alauita sigue siendo en buena medida rey de Granada y como tal los españoles debemos respetarlo y se sentirá español y no judío por ese cabo. Su tatarabuelo Muley Hassan guardó unas llaves de la Alhambra y se fue al exilio cantando la balada “Ay de mi Alhama”. Parce ser que tiene algún problema de salud el rey Mohamed VI. Así que es comprensible que se pasease tremulante, tratando de olvidar, por las aleas del Bosque de Boloña. Una copita no vendrá mal de vez en cuando. Viva el rey de Granada. Porque cuando Marruecos está bien España va bien. Nuestros dos pueblos están condenados a entenderse. Yo conozco y respeto siempre al moro.

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