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martes, 17 de enero de 2017


PROFESIONES INCOMPATIBLES CON EL SACERDOCIO

 

No podrán ser ordenados in sacris los militares, a excepción de los capellanes del Ejército, los policías, los cantantes, y bailarines, los profesionales de la banca, los camareros en lugares de alterne y restoranes, pero no se cierra la puerta del sacerdocio a los médicos que ejerzan su profesión sin lucro ni a los educadores o los que se dediquen a la enseñanza, dice un breve pontificio publicado por el patriarcado de Moscú esta mañana. Prevalece el celibato únicamente para los monjes a la vez que recomienda a los clérigos seculares que se casen y tengan muchos hijos. Nunca podrán divorciarse. El aborto es tambien una anatema para la iglesia rusa. Bien por este santo patriarca que procede del monacato y fue archimandrita en Balaam el celebre monasterio al que se refiere Dostoyevski en Crimen y Castigo. Suscribo toda su sabiduría y rogaría al Papa de Roma que tome ejemplo. La iglesia ortodoxa rusa está más saneada que la católica y pienso que es más católica por universal y por cristiana.
san ANTON BENDICE A LOS NOBLES BRUTOS




La calle de Hortaleza estaba que no cabía un alfiler. Es que hoy los perros, gatos, jilgueros algún pardillo los asnos (que hoy celebran su onomástica, felicidades amigos míos. Felicidades a los cuadrupedos y a los bípedos) y las jacas de la remonta a mogollón fueron a misa. El padre Ángel repartía bendiciones vestido de capa pluvial hisopo va  hisopo viene un seminarista le sostenía el acetre. Luego ponía el cazo que menudo es este padre para eso de receptar limosnas y sacarles a los famosos los cuartos.
 
 
 
 
 
 Jolgorios y ladridos en el interior de la iglesia de Escolapios que fue cheka durate la guerra civil. Yo eché en falta al protagonista que es el famoso cuervo de san Antón el que le traía volando al glorioso penitente un panecillo en el pico. La banda municipal atacaba los sones de pasodobles y música española. Había bastante jolgorio mucha fiesta y mucha señora mayor, viuda y su  con su caniche, consuelo de la vejez. Que lo veamos a otro año.Es los que siempre se dijo.

lunes, 16 de enero de 2017

hasta san anton pascuas son

 
 
 
HASTA SAN ANTÓN PASCUAS SON

 

Vamos subiendo la cuesta de enero. Hasta san Antón pascuas son. Misa en San Mauro. Cantan en gregoriano. De bote en bote pero todos viejos. El pueblo no se sabe el credo ni canta el paternóster pero el preste entona la epiclesis o consagración en el octavo tono. Me alegra porque he venido propugnando esta formula de consagración cantada según se hacía en el antañón rito visigótico y es de rúbrica en el eslavónico. Los vaticanos me han hecho caso pero esta misa nada tiene que ver con la de Trento. Dieron vuelta a los altares y las cosas andan del revés y tan al revés que un periódico recomienda a los jóvenes españoles que emigren mientras esto se llena de forastero. En el autobús iban charlando en guaraní tres mucamas que salen del turno de noche. Una llevaba en la mano una taza de mate como un almirez.

-¿Es coñac lo que beben en ese brebaje?

-No, señor. Es mate. Nosotros somos paraguayas. Llevamos acá seis años.

-Ah.

 Hace cinco años la población autóctona con respecto a la inmigrante andaba por el cincuenta por ciento.

 Hoy puede llegar al 70 por ciento. La jerarquía celebra el Día del emigrante. Creo que se equivocan los obispos al interferir en lo temporal. Cristo dijo no se puede quitar el perro a los hijos para dárselo a los perros. Para algunos clérigos el concepto del prójimo no es el vecino ni el que está más próximo sino el que reside en las chimbambas y le abra la puerta para que venga.

Los curas se convierten de esta manera en lacayos del poder oculto y convierten a la iglesia en una cueva de ladrones. En una oenejé. Lo denuncio en mi novela “El Seminario vacío”. Este planteamiento reviste cabos de apostasía y es uno de los flecos de los pecados de la iglesia.

La eucaristía en San Mauro no es más que un episodio que acaso precluya el canto del cisne. Dentro de cuarenta años todo este tinglado habrá desaparecido por mor de la teología de los Campos. A la salida paseo hasta Sol  y en mi barzoneo étnico  llego hasta la calle de la Magdalena donde trabajé en otros tiempos.

El barrio castizo de Lavapiés agrupa a una numerosa población china. Hasta la estatua de Fray Gabriel Téllez en Tirso de Molina se muere de frío y entiende el mandarín. Un par de palomos se cortejan puestas las patitas en el papahigo del mercedario.  Pronto estallará la primavera.

Torno por la calle del León donde me saludan los cantos de un borracho ilustre en una taberna cerca de la carrera de San Jerónimo:

¿Pa que quieren leones a la puerta del congreso

Si para devorar a España basta con los que están dentro?

Digo yo si estarán hablando de Bono el Ojos Saltones.

Los niños y los beodos esos temulentos con la voz rajada  que formaban parte de una España inmortal y  profunda que ahoga sus penas en cantares por si sirve de algo en su desesperación dicen la verdad. Este que canta en un figón de la calle Echegaray no dice una verdad. Plantea un dogma. Esos señores diputados cobran sus buenos sueldos. El nuevo presidente del gobierno no da paz a la mano en sus nombramientos. Ha hecho subsecretarios y ministros a toda la peña y luego parla de recortes, subidas de impuestos, apreturas de la cincha a los de abajo mientras los  de arriba, los políticos se suben los sueldos y hasta están pluriempleados como doña Loli nada menos que tres cargos y por ahí asoma ese don Guindos que parece caído de un guindo.

Y esa doña vicetodo a la que llaman la novia de Tarzán y el hombre lobo pero que en realidad ha entrado en este país en plan acaparador como la novia de Reverte que no se pinta la cara se lava con agua clara y esa perchelera la ex ministra de sanidad todas devengan todas ponen como las gallinas unas huevos y otras cuernos a España y a su regimiento y esa doña Fátima dándose el pico con los gremios que también estan instalados.

 Mañana seis millones de parados pero a Zarkossy le van a imponer el toisón de honor y la cruz de san Hermenegildo que no le servirá para nada al franchute pues es judío.

Aquí por lo que parece lo importante es la economía. Los sueldos. Tiempos de escasez se avecinan mientras los plutócratas hacen caja ahora que se largó a su chalé de mil metros cuadrados el de la Ceja.

El borracho sigue su melopea entonando a voz en grito por la calle del Turco donde mataron a Prim. Iba solo en su coche con la Guardia Civil. Cuatro tiros le dieron en metá el corazón. Cuatro tiros a boca de cañón y esponja en su entonación virulenta y desolada otra advertencia a los españoles de hoy:

Cáseme con un viejo por la moneda


La moneda se acaba y el viejo queda.

Es lo que le va a pasar a Rajoy un obseso del debe y el habe. No todo en la vida es cajaduría, señor premier.  Aplíquese el cuento. La vida por el euro. Todo por la patria rótulo de los cuarteles de mi vida ha sido apeado al “todo por la moneda”. Y la moneda se acaba y el viejo queda… Voraz capitalismo. Derechas vendepatrias y trinconas. Rajoy va a ser un ZP bis. Uno fue la crisis y el otro será el hambre. Se junta la gazuza con las ganas de comer.

Los Kyries en san Mauro me han dejado el alma seca. Dios se apiade de mi pobre país. ¿Se estará cerrando el círculo?

 Busco a mi catavinos particular que ya habla con las farolas pregonando su báquico evangelio y no lo encuentro y mira que voy alumbrando por los chigres con el candil de Diógenes llamándole a voces; mas, ni por esas.

Debe de ser un trasgo entre la niebla. Acaso una prolongación de mí mismo. Póngame un sol y sombra, joven. Bip. Y ahora un orujo. Doble. Bip. Me da el hipo. Al fin el que estoy bolisas soy yo mismo. No hay remedio. Pues litro y medio. Dios perdonará. Perdonará eternamente a los borrachos. Lo leí en una novela rusa.

Es mi forma de homenajear a san Antonio Abad abogado de los animales con pezuña. Creo que es el onomástico del alcalde y del obispo de Segovia. Habría que felicitarlos a ver si se estiran pero esos dos no pagan ni una ronda. Menudos son.  Tan tacaños y de Segovia la patria del Domine Cabra. Empinemos el codo y no te olvides del director del Adelantado que vaya un pión.

-Oremus.

-Sanguis Christi.

-Dos meses que no te veo.

-Laus tibi deo.

-Ahoguemos en el vaso nuestras penas tristes.

-Laus tibi, Christe

-Libemos.

-¿Otra copita, don Ejusmodi?

-¿No será mucho?

-Que ha de hacer. A Vuesa merced le cabe hasta una azumbre.

Sigamos pues recorriendo estaciones y visitando monumentos y encomendándonos a san Antón la gallina pon. Por las escalinatas de San Mauro bajan dos vejetes saliendo de misa de doce.

sábado, 14 de enero de 2017

leer es un placer
 


Gran gusto da leer


No hay lisonja


No hay fullería para n ingenio


Como un libro nuevo  cada día


y tamben no hay rato más entretenido


que un bel parlare


entre cuatro o cinco amigos


entendidos y no más


pasando de ahí es bulla y confusión


¿ pensaba Gracian en los tertulieros?


 


De modo que esta conversa


es banquete del entendimiento


manjar del alma


desahogo del croazón  logro del saber


vida de la amistad


y empleo mayor del hombre


 


 


   (Baltasar Gracián " El Criticón")

jueves, 12 de enero de 2017

LLANTO POR MICHELLE. LO SUYO NO PUDO SER


SEGUIMOS acá deshojando la margarita y a mí me pasa lo que a un personaje de una novela de Chejov que se pifiaba por las mulatas. Pero lo de la guapa Michelle no pudo ser. Se va, mutis por el foro aunque dicen que su esposo Obama quiere motir matando.

Los comicios sólo interesan a cuatro pundits que viven de eso; de darle a la sin hueso y yo pienso con mi cabecita loca que los norteamericanos—que viven la política como un gran carrusel publicitario de sonrisas y dineros y hacen bien— creen que la que va a ganar las elecciones es Michelle, aunque no concurra. Dejémonos de trucos, aspavientos y sesudas formulaciones. Pero que vivan su fiesta de pancartas y escarapelas. Trump se embala. Es millonario pero tiene pinta de camionero de la Ruta 66. Yo no me haría un costa a  costa en su vehiculo con él. Cumple con su cometido de servir de sparring a la Hilaria. Pero el nombre de Clinton está algo pasado de moda. Suena a timbre electrico:

 

— Clin ton... clin ton... clinton

—¿Quien es?

—Clin ton clin ton guasinton... guasinton

—No abras, Hillary, dile a ese vagabundo del pelo rojizo que Dios le ampare.

La que se está llevando el gato al agua es Michelle la mujer del hombre más poderoso del mundo. Es una bomba de nitroflicerina sexual la tía.

—Bumbum machen

El que pica a la puerta ahora feeling randy es un soldado alemán al cual le gustan tambien las negras como a Chejov pero tú siempre estás pensando en lo mismo quilate esa idea de la cabeza una ducha de agua fría y a correr. Michelle me pone. Tú me pones.

Michelle culo tieso y respingón. !Qué dintorno madre de Dios¡  A su lado nuestra reina Leticia parecía un carro huesos camino de la peluquería mientras la mujer del hombre más poderoso con su entorno bien torneado, el aire juguetón de su mirada, sus brazos abarcantes y sus labios de fresa  con chocolate, tan seductores y como diciendo cómeme, qué cintura, qué tetas, arrastra a las masas. En esta supermoza ya cincuentona pero no fondona todo en su sitio y su sonrisa potente manos arriba hace con su presencia que se le levantase a un muerto. She is bomb kind of sexy.
En medicina esa cualidades o defectos del cuerpo de las negras se denomina esteatopigia y debiera de ser ese bullarengue (de lo posterior a lo anterior, vaya delantera) lo que hizo morir de amores por la Reina de Saba, nigra sum sed formosa filiae Hierusalem, canta el Cantar de los Cantares al sabio rey Salomón.

Las tribus africanas zulúes y hotentototes suelen tener muy saliente y elevado el coramvobis. 

Hay antropólogos explican que este fenómeno por acumular grasa en esa región. Hete aquí que la humanidad nació en África y al África regresa en su tranco final. Nacemos de un polvo y al polvo regresamos.

Puesto que en los tiempos de la primera glaciación el sol apretaba con menos fuerza pero otros alegan que era signo de vitalidad en la reproducción. Las negras paren más rápido y mejor con partos acelerados como el de las monas.
 Así que una hotentote en la Casa Blanca pues no lo veo del todo mal. Michelle, presidenta. Me cae mucho mejor ella que su marido al que adulan bien los sandios de este país.
Para mi Barracón Obama no es más que el negro zumbón que viene cantando alegre el bayón. A lo mejor Jauregui y sus tertulieros piensan de otro modo pero yo conozco América mejor que ellos

poemas a mi hija helen

Sobre los puentes de York

/ Poesía


Estos poemas fueron escritos por un Lector de español a la sombra de las espiras de la catedral de York, que acaba de perder el trabajo. Pero le acaba de nacer también una hija. Son los versos de un poeta recién casado que rezuman esperanza, incertidumbre , alegría del amor y dolor. Es la Inglaterra del tiempo de los Beatles y de las catedrales. Al cabo de 43 años volvió a reencontrarse con su hija de la que nada supo desde la edad de dos años. El matiz religioso es inevitable así como la influencia de T. S. Eliot. Son poemas de la vida desde el erial de la esperanza sobre los que planea la sombra de la catedral de York y la Beverley Minster. Sombras fóticas de un aticismo británico muy reconcentrado en el humanismo de Oxford. Es un paisaje de sombras en el entrelubricán de dos épocas

EXIMIAS RAZONES QUE DAN AL DR. LAGUNA LA PATERNIDAD DEL LAZARILLO


PORQUÉ ANDRÉS LAGUNA FUE EL AUTOR DEL LAZARILLO. HE AQUI CINCO RAZONES y (II)

 

Uno de los enigmas de la literatura castellana es la autoría de la gran novela que inaugura el género picaresco. La cual no fue suscrita por razones aducidas en anterior artículo pero la crítica moderna a través del erudito francés, Marcel Bataillon, identifica a Andrés Laguna con Cristóbal de Villalón que fue el autor de Viaje a Turquía. Y demuestra con rotundidad que eran la misma persona.

A su vez la archivera barcelonesa Mercedes Aguiló atribuye la paternidad del Lazarillo a Diego Hurtado de Mendoza embajador del emperador Carlos V en la Santa Sede, basándose en las correcciones a una copia u original del texto que parecieron en el archivo de Bolonia. Esta investigación, tan meritoria como exhaustiva, a nuestro juicio la consideramos errónea, porque no se tiene en cuenta que el famoso escritor y médico segoviano autor, inter alia, de otras obras tan señaladas como el Dioscorides, vivía en la casa de Don Diego en calidad de cirujano y medico del Papa.

1.- El estilo del Lazarillo está muy lejos de alcanzar la calidad de las crónicas sobre la guerra de Granada de Hurtado de Mendoza, un libro circunspecto y de tono elevado aunque de un gran valor histórico porque refleja la pugna de la corona de Castilla para someter a los moriscos.

2.- Sin embargo, en la forma de redactar y en la gran riqueza expresiva y lexicografica, Lázaro de Tormes habla de una forma casi paralela a como se expresa el gallo Micilo en el Crotalón o en el mismo tono desenfadado del narrador del Viaje a Turquía y del Crotalón.

3.- Se trata de tres obras escritas en castellano como divertimento a las sesudas observaciones del Dioscorides sobre medicina, nociones farmacológicas y anatómicas, sin olvidar sus andanadas contra la corrupción eclesial, que Andrés Laguna dio a la estampa en latín, publicándolas en Amberes, Londres, Bolonia y Paris.

4.- El Crotalón y el Lazarillo ponen en solfa las ideas erasmistas y de reforma de la iglesia anterior al concilio de Trento a cuyas sesiones asistieron Diego Hurtado de Mendoza como embajador pontificio y Andrés Laguna como galeno de cabecera de Su Santidad.

5.- Si Lazarillo sirve a un clérigo, a un buldero y a un hidalgo, Micilo entra como fámulo en el palacio de un obispo que le ordena de presbítero: "cansado de esta miserable y trabajada vida, fuime a ordenar para clérigo, después de haber sido mozo de ciego. Gané su voluntad con seis conejos y otras tantas perdices que llevé al provisor, y, ansí, mascando un Evangelio que me dio a leer y, declinando al revés un Nominativo, me pasó. Le dijo al escribano que me había de ordenar: andad que es pobre y no tiene para vivir"... "Y elegí ser sacerdote que es gente sin ley... mi padre me encomendó como criado y monacino (acólito) de un capellán que servía un beneficio tres leguas de acá... En ninguna cosa muestran estos capellanes ser aventajados sino en comer y beber en lo cual no guardan tiempo ni medida ni razón. Con él estuve dos años que me enseñó a malhacer y malpensar y mal perseverar. A leer me enseñó lo que él sabía, que era harto poco, y a escribir una letra que parecía sino era arado el papel con patas de escarabajo. Yo era buen mozo de quince años y entendía que, para no ser tan asno, como mi amo, debía saber algo de latín. Y ansí me fui a Zamora a estudiar alguna gramática" (Argumento del IV Canto del Gallo.)

Compárense estos párrafos con alguno que aparece en los capítulos del Lazarillo, y se comprobarán que son identitarios, tanto por el donaire y desenfado de la sátira, como su acerba critica a los curas disolutos. Existe un parecido sorprendente. Parece un libro de hoy.
dostoyevski es otra historia





para entender a dostoyeski debe el lector lanzarse a las profundidades del alma humana. Es diferente a los demás. Párrafo largo que se cine al venero interior, a los flujos de conciencia. Contradicciones y repeticiones pero, sobre todo, un gran poder de observación. Los hermanos karamazov constituyen un homenaje a la Psique de los griegos. Hasta el siglo xix no hay paisaje en la novela. Pues bien, el poderoso escritor ruso es un paisajista del mundo interior y al mismo tiempo un tratadista de la patología del ser humano sumido en las pasiones, atraído por el bien pero seducido al mismo tiempo por el mal. Su arte universal es valedero para el hombre de todos los tiempos y habitante de los más diversos países. Circulos que se cierran, caminos que se abren, sonidos, imagenes, sus personajes se someten subyugados a la fuerza del hado. Derrumbamientos, celos, asesinatos, envidias, la muerte, el asesinato, los complejos mal explicados y las manías del cerebro... todo eso es dostoyevski que zambulle su pluma en la vida irremediable restregandola en una eclosión de metáforas. Es frío y afilado como un tempano. Toda su obra se escribe a orillas del Neva donde en primavera con la rasputitsa bajan por elc embancamiento de la avenida Nevski bloques de hielo, fantasmas helados. El ritmo es frenético u exige en el lector un esfuerzo de concentración. Leyendo Crimen y Castigo yo he perdido muchas veces el huelgo pero tanto me atrajo su lectura que pasé noches enteras con el libro. Noches blancas. ¿por qué mataría Kolecnikov a la vieja? Hace buena novela negra pero Sherlock Holmes o el inspector poirot son entes superficiales que se abstienen de profundidar en todo el bagaje psicólogico de antecedentes penales y de traumas que le conducen a un malhechos a perpetrar la acción. En este escritor hay un mago de la palabra que la esgrime a la vez como aliento del diablo y susurro del cristo. Lázaro sal fuer. Redimete. Su `pensamiento profético está relacionado con la gran liturgia bizantina. Cuando rasguea su pluma sobre el papel se percibe como la salmodia de un monje que invoca al creador e impetra misericordia por la humanidad castigada. Resucita hombre del tiempo. Mira a lo alto. En muchos capitulos se lanza un responso penitencial y el texto discurre por vericuentos que recuerdan a los banquetes funerarios o convites feriales de la antigüedad eslava cuando se comían hojuelas y luego se esparcían sobre la tumba del muerto. Un rito de fecundidad desde la creencia de que todo lo que muere resucitará. Al grito de Getsemaní le seguirá un canto de resurrección. En los grandes maestros rusos parece aleterea la luz de la lamparilla votiva que alumbra los iconos.

lunes, 9 de enero de 2017

oracion antes de ponerse a trabajar

ACTIONES NOSTRAS QUAESSEMUS,
DOMINE,
ASPIRANDO PRAEVENI
ET ADIUVANDO PROSEQUERE
UN CUNCTA NOSTRA GRATIA
ET OPERATIO
A TE SEPER INCIPIAT
ET PER COEPTA FINIANTUR.
AMEM

UN ACCITANO DE GUADIX Y UN CUENTO QUE RETRATA EL SIGLO XIX

Pedro Antonio de Alarcón El Clavo



Una de las situaciones pintorescas en las que sueña Pedro Antonio de Alarcón en sus nostálgicos y sentimentales cuentos en los que el lector añora Granada( Madrid la calle Atocha y Valdemoro donde residió) es subirse a una diligencia y encontrarse en la rotonda con la mujer de sus sueños. Donde menos se espera salta una aventura pero el humorismo sardónico nos deja con la miel en los labios porque la ínclita- el granadino las preferiría rubias y corpulentas, pecheras, entradas en carnes, algo donde agarrar- resulta una damita muy pudibunda, treinta años, bonitos dientes, hoyuelos en las mejilla, escote alto y un libro en la mano, quizás una novela “cuyo héroe podría parecerse a mí (pues no pide usted nada, don Pedro Antonio), elegante damisela y sola- o viaja en busca de su marido, es una puta o una asesina.

El novelista sabe jugar con las situaciones delirantes y atrapando el interés del lector le lleva al huerto pero no hay tal huerto sino una situación bufa. Nuestros antepasados del siglo XIX trataban de ligar en los carruajes de posta. Antes del primer relevo donde estaba la posada del encuarte ya había declarado sus amores. En lo alto del pescante el postillón chascaba la tralla. Se tardaban dos días y medio desde Gijón a Madrid parada en la venta la Tuerta en León, Ataquines, media hora. El viaje a Granada era más peligroso por el aliciente de los bandidos al acecho por Sierra Morena. Estos escritores románticos poco se preocupan del paisaje, tampoco demasiado del paisanaje. El mayoral látigo en ristre para aguantar el frío y las tropelías del camino al bajar Despeñaperros (aquel carretero madre… quede amores me habló etc.), pasado Torrejón, el automedonte se había metido entre pecho y espalda una azumbre de aguardiente y reforzado su lenguaje con un repertorio de delirantes cagamentos. Juras más que un carretero. Para cojurar el aburrimiento o el miedo el cochero se echaba cuatro cantes. Coplas y más coplas. Veredas y más veredas.

-¿Vas de recua?

-Sí a Sanlucar por ver al Duque.

Las mulas eran todas aragonesas más resistentes pero zainas y cabezonas que tú no veas. El camino pedía aventura, reclamaba sobresaltos y daba alguna coz, un golpe inesperado. Los niños del siglo XIX no querían ser pilotos ni bomberos, querían ser delanteros de diligencia y guiar un convoy de mulillas trotonas haciendo sonar los cascabeles de sus colleras. A par de la calesa y sobre una yegua cordobesa a modo de vigilante solía cabalgar un mozo de espuela con un trabuco o una escopeta a la grupa, y que le iba advirtiendo al que guiaba de las incidencias y vericuetos del camino y si el carruaje cargaba trasero o delantero. Manolo tensa las riendas. Pese a las prevenciones las diligencias hacían molino porque se rompía una ballesta o se desbocaba alguno de los jumentos de la recua. Tenía que venir el herrero del pueblo más próximo. Era la desesperación pero Menéndez y Pelayo en el itinerario que va entre la Puerta del Sol y Puerto Chico solía leerse diez libros mientras se fumaba una caja de puros.

Si a la señora se le antojaba hacer pipi, ningún problema: con alzarse las enaguas y empotrar las nalgas en un sillico oculto bajo el asiento y a soltar el chorro o lo otro por la bacinilla coprónica, pues no tenía que hacer cola en los lavabos, así se hacía el avío del cagar y mear sina apearse; todo marchaba sobre ruedas. En estos viajes se trababan amistades que duraban de por vida, se contaban historias difíciles de olvidar y algunos incluso encontraban con la mujer de sus sueños. Don Pedro Antonio por lo que parece no pero otros galanes tenían más suerte. En las diligencias se moría la gente, nacían niños y se hacía el amor.

Comodidades e inconveniencias del romanticismo. En las fondas esperaban los chinches, el candil de sebo y alguna Trotaconventos a la que se podía hacer un favor por unos pocos patacones o un maravedí, porque entonces al no haber puticlubs el alterne buscaba sus sitios estratégicos en las ventas como las de Bembibre a pelo o al ajo arriero que en un recodo cuatro bandidos salieron, reza la canción, pues a Bembibre iremos todos como buenos compañeros. Había mesones y ventas que eran famosas en toda España desde el siglo XVI. Allí nació la novela picaresca y el romanticismo. Bécquer era también un apasionado de una diligencia a Soria que cruzaba media meseta.

La vida acaso tuviera otro sabor más fuerte que ahora. Pero los olores eran parecidos. Olor a tierra mojada, olor a mujer y olor a tinta fresca del papel recién salido de la imprenta- Alarcón quiso ser cura, luego militar pero acabó en periodista. Le aguardaba la probe menesterosa existencia de casi todos los escritores en su profético quehacer desagradecido. De muchos de sus contemporáneos ya nadie se acuerda pero sobre los sueños de estos artistas pergeñados en papel escribe la posterioridad. Ninguna riqueza mayor que la del espíritu. La vida de un poeta suele repetirse en unos y otros. No trasciende su labor ni son reconocidos en su trabajo aunque haya pocos menesteres en el mundo que proporcionen tantas satisfacciones interiores y aporten, inherente. Una grandeza interior que sólo conocen unos pocos. Tanta dignidad de hombre no cabe en estos seres olvidados a solas en su habitación amanuenses, pendolistas, cazadores de historias y de sueños, cálamo en ristre.

Ya Stalin los llamaba ingenieros del alma. En la antigua URSS era un gremio que gozó de ciertas perspectivas de futuros al igual que en los tiempos del franquismo (nunca se publicó tanto ni tan bueno en España como el periodo 1938-1975.) Entonces podría haber censura previa. Ahora hemos vuelto a las horcas caudinas de la Inquisición globalizada y universalista. Puedes publicar un libro pero no distribuirlo, nadie lo comentará en los medios si contiene apostillas al Régimen. Los medios de comunicación, las editoriales perroneras se hallan en manos de los enemigos de Cristo.

Así buenos novelistas y poetas quedan preteridos, fuera del juego, sometidos a una conspiración de silencio. Es la ley del silencio Estos que se proclaman demócratas [“nosotros somos demócratas… demócratas sí pero para vosotros mismos con la ley del embudo en la mano*] no dejan pasar una. Imponen el trágala del pensamiento único, políticamente correcto. Oye no te pases. Y te exhiben la argucia de las leyes de la oferta y la demanda que ellos controlan: el marketing.

Han capado el ingenio, mandaron al ostracismo a los escritores de inspiración y talento que son suplantados por la morralla informativa y los lameculos del Régimen, prácticos del auto bombo, estómagos agradecidos. Los elegidos de la musa están mucho peor que sus antepasados que eran gente de rumbo aunque por poco dinero y solían vivir en la plaza. Sus sucesores llevan vida de forzados en las ergástulas del anonimato. Es lo peor que le puede ocurrir a un literato: que le digan tú no existes. Dijo Larra escribir en España es llorar. Hoy a las plañideras les ahogan el grito con un sistema de cencerros tapados. Espronceda, Mesonero Romanos, Zorrilla, Bécquer, el propio Alarcón murieron en la indigencia pero gozaron de mucha fama y lograron publicar. Hoy no lo conseguirían y con decir que el Nobel se lo dieron a Vargas Llosa ya está todo dicho.

Pedro Antonio de Alarcón en su existencia terrenal pegó bastantes tumbos y rebotes. De anarquista empedernido se proclamó fiel vasallo de los borbones y anticlerical furibundo acabó besando la mano a todos los obispos y arzobispos. ¿Por mor de los garbanzos? Toda su obra rezuma melancolía, la tristeza y resignación de un ex seminarista que hubo de renunciar al sacerdocio porque murió la señora que le pagaba la beca. La perversa educación sentimental, los evidentes traumas sexuales del escritor destellan a lo largo de su obra. Ponía a todas las mujeres en un pedestal, idealizaba el amor porque lo iniciaron en la utopía pero a la vuelta de la esquina aguardaba el desengaño. De aquellas veneras emocionales estas romerías, estos fracasos y ridículos. Le van a pegar las mujeres muchas tortas. Estos románticos eran todos un poco salidos pero al final resultan unos pardillos. No se puede andar de esa manera por el mundo so pena de que el mihura del destino te sacuda no pocos revolcones y bajonazos.

En “Las cartas de un testigo de la guerra de África”, “El sombrero de tres picos” o “El Escándalo” entreverada con una cierta ingenuidad no exenta de ironía resplandece la maestría noveladora de este accitano- era de Guadix el pueblo más viejo de España en la hermosa Penibética y cerca de la carena de Peña Nevada al igual que don Pedro Aparicio que fue mi maestro de periodismo- se advierte junto la fecundidad y variedad de los argumentos el saber llevar el plot.

“El Clavo”, una historia corta, o una “esdacha” de rancio sabor ruso es todo un thriller digno de Edgar Alan Poe, cuento algo macabro: una calavera encontrada en un cementerio sevillano que tenía clavada una punta en el hueso coronal. Del hilo al ovillo y por un clavo se perdió una herradura y por una herradura se perdió un caballo y por un caballo se perdió la guerra. Resulta que la mujer que encuentra en el trayecto Málaga Granada el enamoradizo narrador, una tal Gabriela Zahara del Valle era la culpable de aquella calavera y aquel clavo que ríen la danza macabra de la muerte en un osario. Había dado muerte inducida por el amante a su esposo. Resulta que el que la cortejaba era el propio juez de instrucción que, sin saberlo, y tras ciertas pesquisas periciales en una visita al camposanto de autos, la condena a muerte. La rea confiesa su culpabilidad al tiempo que su amor por el hombre que la juzgaba. A mediados del siglo XIX con el romanticismo en su apogeo tales situaciones tan inverosímiles hoy dificilmente podían darse. Gabriela sube al patíbulo y al letrado que dictó sentencia lo destinan a la Audiencia de la Habana. A la sazón el feminismo no había asomado la oreja. Quiso la fatalidad que aquel crimen que fue descubierto por un procedimiento de rutina ocurriera en 1843 en la persona de Alfonso Gutiérrez del Romeral y parece basado en un hecho real. Tras cornudo apaleado. El juez que entendió la causa y dictó sentencia decía llamarse Tomás Zarco. He aquí una novela corta de acción trepidante. La misoginia de don Pedro Antonio sale a relucir. No se fiaba demasiado de las damiselas de las que se declaraba rendido amador en los trayectos del coche de postas., fue infeliz en su matrimonio. Se le murió un hijo adolescente. Este alpujarreño fue para muchos de nosotros uno de los escritores preferidos de nuestra adolescencia. Sus libros era una invitación a recorrer mundos fantásticos. Te hacían soñar. Hoy yacen en el olvido. Fueron bestsellers en su época; Alarcón fue el escritor más vendido con Fernán Caballero. Algún día volverá a ser reconocido cuando pase esta mala racha de críticos modorros, faltos de gusto y cursis anglosajones. Que han sustituido a los petimetres a la violeta afrancesados de hace dos siglos y a Paris por London. Hoy mandan en este corral con tufos de gallinero los anglos. Parece mentira que una literatura tan hermosa como la española, tan rica, tan human, sea desdeñada por los que se empeñan en pensar y en escribir en inglés y lo hacen mal porque ni galgos ni perdigueros. Sea desconocida por las nuevas generaciones, una artimaña del sionismo. Dios sabrá si son mastines o son podencos. “El Clavo” en resumidas cuentas es una pequeña obra maestra

viernes, 6 de enero de 2017

ASI AHORCARON EN SEGOVIA AL PADRE DEL BUSCÓN (de mi libro LA novela picaresca nació en Segovia)


BUSCÓN REGRESA A SEGOVIA

 

Muerto el padre de su ayo Diego Coronel y sin cumquibus el pobre estudiante regresa a su ciudad natal de donde no le llegan buena noticias: su progenitor entrega su alma a Dios desde la tablazón del rollo de Segovia instalado a los pies de las gradas de la iglesia del Cristo del Mercado y su madre cumple cadena en los calabozos inquisitoriales. Un tío suyo Alonso Ramplón en una larga epístola le comunica las tristes nuevas con las particularidades de la muerte jocosa en el cadalso del padre de la criatura. “Llegó a la horca, puso un pie en la escalera, no subió a gatas ni despacio y viendo un escalón hendido le dijo al justicia lo mandase aderezar que no todos tenían su hígado… tomó la soga y púsosela a la nuez. En viendo que el teatino le quería predicar vuelto a él le dijo: padre yo lo doy por predicado; vaya un poco de credo y acabemos presto… cayó sin encoger las piernas ni hacer gesto quedó con una gravedad que no había más que pedir. Hícele yo cuartos”

Jamás con tanta concisión y solercia se ha descrito en la literatura universal los últimos momentos de un ahorcado que afronta la muerte con longanimidad y presencia de ánimo. Con todo, en sus memorias hace constar Pablillos que dejó con pena las escuelas de Alcalá a la que siempre recordaría si no como la Arcadia al menos un lugar en el que fue feliz dentro de lo que cabe. “Llegó el día de apartarme de la mejor vida que hallo haber pasado”.

Con una mula alquilona donde carga sus libros y pobres enseres regresa a su pueblo con las orejas gachas y sin haber recibido grado en la docta Complutum pero lleno de sabiduría de calle y de gramática parda. Por el camino le van a ocurrir aventuras. Don Francisco deja correr la pluma al desgaire del placer de narrar soltando párrafos que sembrarán el aire de carcajadas en la boca de los lectores que se entreguen con fruición a la lectura de las inmortales páginas del Buscón a lo largo de los siglos.

Si Cervantes es la sonrisa inteligente en don Quijote, Quevedo es la risa violenta, alegría y solaz para espantar las telarañas del ánima. Encuentra en Torote a un loco republico que ya desde entonces quería arreglar las cosas de España a su modo. Luego, a un negro zulú espadachín y matasiete un mulatazo hotentote padre de todos los bellacos y a propósito de este mismo personaje valentón y, siempre a punto de desenvainar la “blanca”, nos cuenta la historia de los que se bajaban al turco al igual que hoy algunos se bajan al moro, aljamiados correntones y desde el Rif nos cuentan sus borracherías dilapidando nuestro pasado y nuestra religión en hora menguada; cuando por el aire vuelan las brujas en sus escobas transportando incautos con barbas de gancho y amplios bigotes en punta que autorizaban a los matones. Quevedo no aguantaba a los moriscos de los que dice que todos se volvieron bandoleros y pastores. Tampoco a lo genoveses y judíos “anticristos de las monedas de España”.

 Junto al cancel de la iglesia de Torrejón un ciego entona preces al Justo Juez y luego la del Cumquibus (doble sentido una limosnita por el amor del crucifijo).

Aquí juega el autor al ambiguo parodiando el credo atanasiano que dice quicumque salvus vult esse (el que quiera salvarse) y ganar la vida eterna, etc.

En la noción popular el dinero es lo que más hace falta para estar en el cupo de los bienaventurados. Igual de perspicuo resulta cuando cuenta el protagonista que a su padre lo hicieron moneda, esto es: cuartos.

Cuartos eran la fracción de los reales de a ocho y también el descuartizamiento o despiece carnicero de la res. A los ajusticiados más infames se les troceaba y se esparcían los menudillos por el campo para pasto de aves y alimañas.

Don Francisco es un maestro del lenguaje de doble filo el rey de la sinécdoque que sabe en todo momento sacar a plaza los recursos infinitos de la lengua castellana.

El sol doraba los panes y ya en pleno fulgor cuando la mula del estudiante alcanza a la del sacristán de Majada-la-honda poeta trasnochado que regresa de la docta ciudad con las orejas gachas, viene soltando pestes sapos y culebras de Alcalá donde no ganó un premio en el certamen poético en honor del sacramento:

Pastores no es lindo chiste

Que hoy es san Corpus Christe

Hoy es día de danzas

Cuando el cordero sin mancilla

Tanto se humilla y visita nuestras panzas

Y entre nuestras bienaventuranzas

Entra en el humano buche

Suene el lindo sacabuche

Pues nuestro bien consiste

Pastores ¿no es lindo chiste? Etc

Pablillos no consigue domeñar la risa:

—Alta a la dueña, pare el carro, hermano. San Corpus Christe no existe, no están en el martirologio. Es la fiesta de la institución de la eucaristía.

—¿No?- replica el clérigo- Pues aguarde mv. Escuche el poema que he compuesto a las Once Mil Vírgenes en octavas reales

—No es posible.

—Que existan once mil vírgenes.

—Yo las he cantado y alabado con cincuenta versos a cada una. Un millón de octavas reales en total.

—No quiero más cosas a lo divino

—Pues atienda a esta comedia y estos sonetos a las piernas de mi amada.

—¿Vióselas vuesa merced?

—No por vida de mi madre porque tengo ordenes sagradas pero todo se andará.

En aquel momento los árboles de Segovia se estaban muriendo de risa de ver a los parroquianos con corbata y sin camisa. Quevedo se despacha aquí en la sátira más implacable contra los poetas “chirles y hebenes” a través del cura de Majadahonda que suelta disparates, uno tras, otro y que se jacta  haber cenado con Vicente Espinel, conversar con Liñán y Miguel de Cervantes y haber hablado con Lope. “Estuve tan cerca de su persona como lo estoy ahora de usted mismo”.

La comedia tenía más jornadas que un viaje a Jerusalén y los sonetos eran una sarta de ripios donde se pondera la desmesura de algunos exaltados vates que se ganaban la vida escribiendo disparates.

 Poetas repúblicos, cantoneros, vagabundos de los que había gran saturación en aquel siglo dorado de las letras hispanas donde hasta las verduleras sabían de teología y se entusiasmaban con los autos sacramentales que al espectador hogaño le resultan  infumables. Poetas conceptistas despedazadores de vocablos volteadores de razones. “Mandamos quemar las coplas de estos poetas”.

A todo esto en la posada de Atocha ya le esperaban al sacerdote majariego una turba de ciegos que esperaban les hubiese escrito una sarta de composiciones piadosas para recitar por los caminos.

Cuando se despide el sacristán de Majada la Honda hace una defensa numantina de sus versos y declara que irá a la Ciudad Eterna para que el Papa de Roma le haga justicia. Una lectura de través de esta aventura nos llevaría a conclusiones más precisas sobre lo que hoy denominan dialogo de civilizaciones y la antipatía del autor hacia los moriscos que se hicieron pastores y este pueblo de Madrid a cuya capitulo (las más humildes parroquias a la sazón constaban de un coro de más de treinta miembros) pertenecía el sacerdote poeta de origen mahometano, enamorado el del millón de octavas a las once mil vírgenes era el punto de recalada de los rebaños de la mesta toda ella morisca y puede que él mismo autor de tales disparates y herejías chirles fuese un musulmán oculto, acogido a altana. Y esta es la razón que late so capa de sátira en la premática contra los poetas hueros y hebenes. Moros en la costa. “Mandamos quemar estas coplas”. ¡Ah los greguescos calzones que llevaba el Divino Figueroa! 

 

 
ENRIQUE IV MENTOR DE LA ORDEN JERÓNIMA
 


El rey don Enrique nuestro señor— dice Hernando del Pulgar en “Los Claros Varones de Castilla— fue ome alto de cuerpo y hermoso de gesto, siendo príncipe diole el rey su padre la ciudad de Segovia a la que amó mucho, a la edad de catorce años. Estuvo en aquella ciudad apartado del rey su padre los más días de su minoría de edad, en los cuales se dio a ciertos deleites que la mocedad suele demandar y la honestidad negar. Hizo hábito dellos porque ni la edad flaca los sabía refrenar ni la libertad que tenía los sufría castigar. No bebía vino ni quería vestir paños preciosos ni cuidaba de ceremonia debida a persona real. Tenía algunos mozos aceptos de los que con él se criaban: amábales con gran afección, dabales grandes dádivas. Desobedeció algunas veces al rey su padre don Juan II, no porque de su voluntad procediese, mas por procedimiento de algunos que siguiendo sus particulares intereses, le traían a ello. Era ome piadoso y no tenía ánimo de hacer mal ni ver padecer a ninguno, e tan humano era que con dificultad mandaba ejecutar la justicia criminal… donde ponía los ojos mucho le duraba el mirar… no se vido en él jamás punto de soberbia ni por codicia de nuevos señoríos lo vieron facer cosa deshonesta o fea, e si alguna veces tenía ira, durabale poco. Era gran montero y placíale muchas veces andar por los montes apartado de las gentes… luego que reinó pacíficamente, muerto el rey su padre y siendo de edad de treinta años. Fue clemente con algunos caballeros y a muchos señores que éste había aherrojado los soltó de la cárcel, reduciendo y perdonándoles a otros que andaban desterrados de sus reinos restituyéndolos en sus villas e logares e rentas e todos sus patrimonios e oficios que tenían. Era muy piadoso. Este rey fundó de principio los monasterios de Santa María del Parral en Segovia, Guadalupe en Cáceres, y el de san Gerónimo del Paso en Madrid; dotoles magníficamente. Otro sí el de san Antonio el Real de Segovia pues era muy devoto del cordón de San Francisco, e dioles grandes limosnas e fizoles grandes mercedes. La ciudad de Barcelona le ofreció ponerse bajo su señorío con todo el principado de Cataluña que por entonces estaba rebelde”.


A don Enrique hombre calmo donde ponía los ojos mucho le duraba el mirar, señala Enrique del Castillo, de los cronistas de esta época que impugna la vesania y parcialidad con que Palencia maltrata y caricaturiza al benevolente y clemente rey segoviano. Un rey que ha pasado a la historia con el sambenito de la impotencia y la homosexualidad.


Pero se ha demostrado que no es así; el amor por los efebos era traza común en el ambiente refinado desde la antigüedad y con respecto a su flojedad viril queda el testimonio de las mujeres públicas de Segovia. Pueden cotejar esas declaraciones en el Archivo de Simancas. Hubo en España soberanos absolutos e incluso constitucionales mucho más nefastos que el último de la dinastía de los Trastámara.


No quito ni pongo rey pero no entremos en el tema de los Borbones…


La erección del monasterio del Parral iniciada en 1441 se ha atribuido al valido don Enrique de Villena del cual aducen las historias que “dél ni palabra mala ni obra buena” pero se debió a la iniciativa del monarca y a los dineros reales. Tanto su reinado, como el de su padre estuvo marcado por el sello de la época: las convulsiones sociales, las crisis religiosas. Tuvo lugar  su mandato acto seguido a las capitulaciones del Concilio de Basilea donde es elegido papa Martín V, teniendo que abdicar los otros tres:  Inocencio XII en Roma, Alejandro V en Pisa y Benedicto XIII en Aviñón.


Su tiempo como el de su predecesor Juan II, coincidió con el Cisma de Occidente y marca, pese a ello, una era de esplendor de la iglesia católica. El siglo XV es la edad de oro del cristianismo en Europa antes de la llegada de las guerras de religión que la bañaron en sangre durante la siguiente centuria. Aun en medio de los estertores y a pesar de las corruptelas eclesiásticas y del escándalo que supuso el concilio de Constanza.


Dicha ciudad suiza a orillas del Rin es la única en el mundo donde se elevó un monumento a la Prostitución, y ahí sigue hasta hoy, porque por lo visto las sesiones conciliares eran largas y en algo tenían que entretenerse sus reverencias para despellejar el aburrimiento tedioso de las discusiones y desavenencias. Entretanto, las chicas de la vida hacían caja.


A Constanza acudieron “profesionales” desde todos los rincones de Europa. Roma “peccatrix”. Todos somos pecadores.


Como paliativo a este ambiente de ignorancia y de inmoralidad del clero nace el talante reformista y fundamentalista de la orden jerónima. Vuelta a las raíces tomando como modelo a aquel anacoreta dálmata que se santificó en las cuevas de Siria pues huyó de Roma, asustado de la depravación de sus sacerdotes. La imaginería tradicional pinta a san Jerónimo desnudo,  todo raíces de árbol, y en puros huesos largas barbas y biblia en mano.


Se trata de una orden mitad monástica mitad cenobita destinada a ocupar el lugar que habían dejado vacante las ordenes militares con la supresión del Temple en 1348, pero sin picas ni espadas. Los jerónimos sólo esgrimen, como únicas armas, el Libro de los libros, el rosario y el azadón.


Desaparece la figura del guerrero mitad monje mitad soldado. Las cruzadas han fracasado. El escudo de la reconquista de los jerónimos es la oración y el trabajo. Cobran estos frailes arraigo en Andalucía y en Portugal de donde surgieron.


El gran historiador Manuel Nieto Cumplido canónigo archivero de la Mezquita de Córdoba, glosando y a veces enmendando la plana al padre Sigüenza, el historiador de la orden jerónima en su monumental libro de anales de la Orden, señala que Enrique IV hizo un cuantioso donadío de rentas y tierras para la fundación de Sta. María del Valparaíso en las estribaciones de la Sierra de Córdoba, cerca de las ruinas de Medina Azahara, así como al monasterio de Guadalupe y al de Lupiana en Guadalajara. Habiendo sido aprobadas sus constituciones mediante un breve de Rodrigo Borja, conocido por el Papa Luna, quien sería destituido, al parecer, injustamente. Las malas lenguas lo acusaron de antisemita.


El talante clemente y pacificador del monarca castellano se hace notar en medio de las convulsiones de la casa de Aguilar con el cabildo y las revueltas contra los judíos a los que la ciudad acusaba de usura y los bandos y la inquietud social creados por los encomenderos y los miembros de la nobleza.


No existe hasta ahora una historia del monasterio del Parral, centro neurálgico de la espiritualidad segoviana, (los archivos fueron quemados durante la invasión napoleónica o se perdieron durante la desamortización de Mendizábal) pero éste es un campo virgen que brindo a los jóvenes investigadores de nuestra ciudad, siempre teniendo en cuenta que la ejecutoria de don Enrique IV, más allá de las difamaciones de que fuera objeto y de la leyenda negra que pesa sobre él, fue la de un buen monarca, en sus intentos, logros y fracasos, por acabar con bandos y facciones o las discordias entre catalanes y castellanos, junto a  sus campañas de cristianización de Andalucía que se repobló durante su reinado.


Él fue  el primero que izó la bandera española en el lomo del Peñón de Gibraltar  donde flameó por tres siglos enteros, pero toparía con la oposición de los judíos como Alonso Palencia y los historiadores de raíz conversa, como Gregorio Marañón o el propio Menéndez y Pelayo, los cuales tiznan su honra con la especie de la impotencia o los devaneos de su mujer con don Beltrán de la Cueva, por los que tanto padeció, o lo desacreditaron, en su campechanía y llaneza, virtudes que en Segovia lo hicieron popular.


Sus detractores echan al olvido las virtudes para, en cambio, magnificar sus defectos, mediante la publicación de libelos, o coplas tan infames como las de “Mingo Revulgo” o “Ay Panadera”.


Su muerte todavía no ha quedado esclarecida. Pudo haber sido envenenado por agentes de su propia hermana Isabel asesorada por “sus judíos”, tan proclives siempre a la conspiración y a la exageración. Aunque, luego, el magnicidio a ellos les salió rana y la Reina católica los expulsó de sus dominios. No se fueron todos ni tantos como dicen, claro está. El testimonio del Cura de los Palacios habla de mil sujetos que zarparon rumbo a Berbería por Gibraltar


Algunos pagaron con moneda de ingratitud sus muchas mercedes pero su obra está ahí.


No fue lo que se dice un rey justiciero. Más bien tolerante y hombre comedido y del centro y acaso sería esa endeble magnanimidad lo que le perdió.
Esta actitud resulta poco redituable en política, donde es imperativa la traición, la mentira y la crueldad. Maquiavelo dixit.

domingo, 1 de enero de 2017







NOCHEBUENA ORTODOXA. GOGOL

 

Fiestas del solsticio invernal, el diablo anda suelto por el mundo, misterio irrefutable de las Doce Noches para contrarrestar las actividades del Maligno (horrible atentado en Istambol, pero el Negro zumbón ya se lo había advertido a Putin, cayó ¿derribado? Un avión ruso, asesinan por la espalda al embajador de Putin en Constantinopla… se va el Negro Zumbón con las manos cuajadas de sangre, en USA cunden las sectas satánicas y adoran a Baco a Venus y a Moloch en una navidades convertidas en consumismo y bacanales).

Entretanto, y me lamo mis heridas con la pomada de la literatura, releo la “Nochebuena”, un maravilloso cuento de Nicolás Gogol que es un acicate a la esperanza con un mensaje implícito: el mal será vencido y después de todo huirá al infierno con el rabo entre las piernas. Eterno mensaje. Eso sí “no somos monjes, nos atrae lo prohibido” alega uno de los cosacos.

Hay un cierto número de los nuestros que tienen mujeres pero no viven con ellas. Unos las tienen en Ucrania, otros en Polonia y algunos hasta en Turquía”. En el parlamento del cosaco a su “zaparogo” (jefe de la centuria o sentnia) se advierte que en medio de las tinieblas luce el resplandor de Cristo que nació para salvar a los hombres”.

El autor de “Almas muertas” utiliza el sarcasmo como un látigo y estallan a través de este cuento mágico los chasquidos de la tralla (knyt). Así es como hay que escribir, perfilándonos sobre el filo de la navaja.

Gogol en este tour de force literario quiere hacer un homenaje a Dikanka en la región de Poltava la aldea en que nació a orillas del Dnieper en la zona oriental del país. Era ucraniano pero escribía en ruso. Nikolai Vasilievich Gogol 1809-1852 pasó la mayor parte de su vida en Petrogrado. Era funcionario, recaudador del fisco o alcabalero, igual que Cervantes.  Tenía por misión visitar las propiedades de la nobleza antes de la manumisión de los esclavos para postular para el fisco y este empleo le sirvió de comodín para escribir una de las obras cumbres de la literatura universal (Miorti Dushi) traducida mal al castellano porque los señores debían pagar contribución por los siervos ya fallecidos. Debía de haberse titulado “Bienes mostrencos”.

Resulta que aquellas vísperas de la Navidad el diablo robó la luna y el mundo quedó a oscuras. En un pueblo de la Ucrania profunda había un herrero y pintor de íconos que se enamoró de una muchacha que era hija de una bruja. Ronda su puerta canta villancicos bajo su ventana pero Oksana, que así se llama la moza lo desdeña, pues su adorador le parecía muy bruto.  

Vakula, el hombre, no se da por vencido y, puesto que Oksana no tenía zapatos para acudir a una fiesta, ella le promete su amor a cambio de un imposible:

—Me casaré contigo si me traes los zapatitos de la zarina

Como el amor es ciego, el mozo acude entonces al diablo y realiza entonces un pacto con el maligno

   —Si tú me entregas el alma, yo conseguiré lo que me pides— contesta el Pateta.

Firmaron un acuerdo y en la aldea, mientras los cosacos tomaban el tradicional plato de Nochebuena “borsh” (sopa de coles) y bailaban “kolioadki” (cantos de villano) a compás de la balalaica y arrastraban por la nieve sus pesados capotes, bebían vodka y fumaban sus pipas, Satanás, tomando al herrero por los cabellos, lo transportó por los aires hasta la corte imperial donde el canciller Potemkin consiguió para él una audiencia con la reina.

Ésta escuchó conmovida la historia del pobre mujik que se moría de amor y accedió a sus deseos regalándole los ansiados zapatos de oro y cristal. A su vez, en el humilde lugar de Dikanka ocurren cosas: el diacono, sin que lo sepa su mujer, acude a visitar a Saloja otra belleza local “amiga de hacer socorros como la Dolores en Calatayud”…

—Por favor, virtuosa Saloja, dame una copita de aguardiente—, dice el clérigo, pero estando en estas razones llaman a la puerta.

—Ay, madre quien será… a lo mejor es mi marido, escóndete dentro de ese saco.

Pero no era el marido, que también andaba de parranda, sino el mismismo alcalde de la localidad… Más aldabonazos se oyen…

Esta vez quien pica a la puerta es el cosaco Chub, el cual, habiendo perdido el rumbo, pedía hospitalidad pues hacía una noche de perros y zumbaba la borrasca.

Decide la incomparable dama introducirlo en la leñera dentro de un saco de carbón.

La situación y los malentendidos y disparates se repiten con otros personajes.

Gogol desenvaina su fusta de la sátira al objeto de criticar, a golpes de humor, las costumbres de la Rusia zarista.

Por el pueblo resuenan mientras tanto los cantos de la Navidad, doblan a gloria las campanas y el diablo regresa de la ciudad imperial con el herrero en volandas, que venía eufórico con los zapatos de la zarina en el zurrón.

La trama se complica con lances increíbles porque la “Nochebuena” de Gogol es un cuento de hadas que recuerda ciertas leyendas de la tradición oral indoeuropea, cuando el diablo, después de andar libre por el mundo haciendo de las suyas, es derrotado: la Bella Durmiente, la Zapatera prodigiosa (comedia de Lope) la Moza del Cántaro, el Ama del Cura que consigue que Satanás construyera el acueducto de Segovia en una noche, tras convenir con él que, a cambio de llevarle el agua a la puerta de casa, ella le entregaría su alma, sin poderlo acabar del todo porque al amanecer le faltaba por concluir un arco.

Y otras muchas leyendas que, lucubrado, entre ellos Shakespeare, con el misterio de las Doce Noches, bajo el gobierno de Saturno el dios oscuro en cuyo honor celebraban los romanos las saturnales, abordan este enigma. Tiempos de tinieblas que concluyen con la llegada del Redentor al mundo.

La ortodoxia rusa celebra la navidad cuando los latinos la Epifanía.

Epifanía quiere decir fulgor, manifestación de Cristo a los hombres.

Esta es la idea motriz que late bajo la capa de la maravillosa historia del cuento de Nikolai Andreivich.

 El autor describe estas situaciones paradójicas con la proverbial agilidad y maestría del alma rusa para contar historias y para combinar lo real con lo mágico.

           Xristós rashdaet obazhaem yevó (El Señor nos ha nacido, vengamos adorarle) — canta triunfal el diacono en la larga misa de la Nochebuena por el rito de san Juan Crisóstomo.

Un grito para conjurar a los espectros. Que baña de alegría a la humanidad.

Por supuesto, el herrero y la hermosa Oksana, después de aceptar el regalo, se casaron, fueron felices, y el enemigo del género humano huyó al infierno despavorido. No le valieron sus mañas.

 

Lunes, 02 de enero de 2017