POBRE DON ARTURO
Este sacerdote al que yo había
conocido en tiempos de Comillas había nacido en Llanes y regentó varias
parroquias de la archidiócesis de Oviedo. Fue calumniado, vilipendiado u martirizado
psicológicamente por esos sayones y esbirros que acaso fueran los mismos que
crucificaron al Señor y no exactamente los judíos como se da en decir y que se
dan muchos golpes de pecho. Sí sufrió mucho y murió en el mayor de los
desamparos en la casa sacerdotal de Oviedo creo que de pena después que le desposeyeran de su parroquia de Soto
de Luiña. Debe de ser un cargo de conciencia para el actual arzobispo Osorno.
Ya sé que ellos tendrán otras razones. Que de vez en cuando un culín, que tenía
depresiones, que estaba loco. Sin embargo, sus misas eran sencillas y conforme
a la antigua liturgia preconciliar. Sin embargo decía la misa en vernácula. En
una ocasión y sólo para unos pocos celebró en privado la Misa de la Virgen. El
Sancta Parens. Que se sabía de memoria. Me veo en la obligación de recordarle
casi como un mártir de la iglesia como una víctima de la jerarquía que funda
casas de acogidas para los extranjeros y practica una caridad ficitia de
filantroía y de buenismos según la filosofía de los derechos humanos. Pero ¿Y
los derechos humanos de los que están a la puerta de casa, del vecino, del que
está próximo? ¿Dónde está la clemencia? ¿Dónde la compasión? Estos filántropos y cristianos se van a
practicarla muy lejos olvidando al que pasa por su lado. Pobre don Arturo. Le
quitaron su parroquia y se murió de tristeza. En la ortodoxia los diáconos
tienen la obligación de defender a sus presbíteros caiga quien caiga y
denunciar los atropellos que pueda cometer contra un pobre cura que murió de
tristeza. Sirvan estas fotos de domingo de Ramos como recordatorio. Creo que le
persiguieron porque tenía escrúpulos de decir una misa protestante de espaldas
al altar según las rubricas canónicas del Vaticano II y unos fariseos lo
denunciaron acusándole de borracho y de maricón. Por lo visto esa opción sexual
no es un delito aunque mucho dudo de que lo fuera. ¿Quién hará justicia? ¿Quién
defenderá su honor? Yo creo que cera demasiado bueno. Le gustaba tomarse unos “vininos”
como él decía con los paisanos pero jamás faltaba a sus obligaciones de párroco
ni a su misa que la despachaba con rapidez porque a él lo que le gustaba era
decirla en latín y por las tardes su rosario. Que la Virgen María, refugio de
pecadores, lo tenga bajo su manto. Murió hace tres años ya digo pobre y
semiabandonado.
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