ME ATACO LAS CALZAS
Se acaba febrero entre estertores
del palabrero y me acuerdo de Cela cuando hablaba de las siete señas del hijo
puta. Una de ellas era la de tener la barba en parroquias y otras zamparse a
puñados los recortes de hostias. El monaguillo pillo se guarda las perras en el
bolsillo y ahí está el Carrozas tan aséptico
y tan oráculo del sistema repartiendo doctrina mientras hace literatura
impregnando con su baba las páginas de los diarios que nadie lee. Es un
alabancioso en medio de una merienda de negros. Hizo de la adulación un género
periodístico. Pasó la mano por el lomo a Emilio Romero al que acercaba las
putas, luego a don Felipe y al Guerra, y al verdugo de Belgrado más tarde al
Aznar a cuya esposa piropeaba, se convirtió en negro de Rajoy y ahora como las
ve venir, tras los desplantes, se deshace en elogios del Coletas. Ideológicamente
es un parche. Nada tiene que ver con los personajes de la picaresca aunque cite
mucho a Quevedo y aduzca a sus escritos frases del caló. Ha llegado la pasma y
me entran ganas de darle a la frasca del peñascaró.
No sabe que en el diccionario existen voces que se califican de lenguaje de
germanía, idiotismos asturianos, aragoneses, salmantinos, valencianos etc. Aquí
es el caso de inventarse un idioma para trincar pelas y que le hagan a uno
homenajes. El escorpión extiende sus artejos amenazantes y pronto clavará el
aguijón. Lo del separatismo catalán está dando de comer a muchos lelos y tontas
y tontos de baba que largan espiches tautológicos desde sus sillones telemáticos
y hay uno que dirige a la cuadrilla, un tal Vitor, que sigue diciendo todas las
noches "pograma". Siempre contaron las faltas de ortografía pero no
hay que dar de lado a los gazapos fonéticos tan importantes en español, pero
estos chicos de ahora no pronuncian ni acaban la frase, tienen gramática pero
parda y no la de Nebrija. El necio sube ahora como la espuma. Les ocurre lo que
a la burra del gitano que sabe hablar pero no sabe pronunciar. Vida orgiástica
de nuestros chicos campeones en el lodazal. Urentes manifestaciones y
desplantes de doña Colau de la que dicen que es un tigre en la cama. Excogitaciones
animalistas. Nos azuzan los perros. Ahí voy pero estas biznagas no son más que
el Sello de la Bestia. No hagamos mucho caso. De nimis non curat praetor. Pelillos a la mar. Ladran luego
cabalgamos. Estos insultos no me descabalgarán de mi montura de escritor
quijotesco. Déjalos que vayan de tumbo en tumbo mientras yo me ataco mis calzas
pues soy ancho de caderas y no me gusta andar descamisado. Un tal Expósito, qué
nombre, le debieron de sacar a su madre por el torno de la inclusa, vocifera
hambres desde Venezuela en la emisora de los curas y el Herrera tan pulido y dicharachero
que no le cabe un piñón por el ojo del culo dándole cancha. Aquí todo es bla
bla y no hacer nada
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