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sábado, 24 de febrero de 2018

FIESTAS DE LA REINA ESTER




La comunidad judía celebra la festividad de Purim, que recuerda la salvación del pueblo hebreo ante su inminente aniquilación en Babilonia. En la imagen, judíos ultraortodoxos junto a un niño disfrazado de oso durante la lectura del libro de Ester en la ciudad de Bnei Brak (Israel).





LAS FIESTAS DEL PURIM EL CARNAVAL HEBREO

 

Termina el mes de febrero y se acercan las fiestas del Purim (paz con Dios). Son las fiestas de Ester que deparó al pueblo elegido el triunfo sobre el rey persa "La ley de Dios está por encima de la de los hombres". Villeguillo recuerda una conversación que tuvo en Nueva York las barbas le llegaban a los pectorales vestía dulleta negra camisa blanca e iba por Water Place,en aquel bloque de pisos junto a la ONU donde vivíamos, con sombrero de alas de cuervo en plena canícula cuando el termómetro marcaba 40 grados a la sombra una tarde del farragosto neoyorquino. Discutían sobre cual es la religión verdadera si la Torá y el Evangelio. Cada uno adujo sus razones y quedaron tablas pero a Villeguillo le quedó grabada aquella cara de aquel sacerdote bondadoso de Israel que se parecía un poco a su abuelo Benjamín. Y tuvo una especie de presentimiento o idea: "individualmente los judíos son maravillosas personas, se ayudan unos a otros, carecen de la envidia y el cainismo tan frecuente entre nosotros los que nos decimos cristianos pero como conjunto de nación son fuertes, peligrosos e irrebatibles y fanáticos si se quiere. Hacen mangas y caporotes de la historia que cuentan a su manera y toman de ella lo que les conviene. Carecen de historia. Lo que tienen es memoria (shefirot) y esta memoria es de elefante. Nada olvida Israel, nada echan en saco roto. En las fiestas del Purin el ultimo día de febrero que corresponde al 15 de Agar les es permitido hacer el tonto, cantar y bailar. Les es lícito emborracharse una vez al año hasta convertir el nombre de Agad el malo con el de Mardoqueo el bueno. Es el carnaval antes de prepararse para el Passover y reconciliarse con Dios. ¿Cuantas españolas se llaman Ester? Muchísimas.

Es una de las onomásticas más populares y ello quizás sea debido a que las raíces del pueblo elegido son muy hondas entre nosotros.

¡Ah Sefarad nada tengo contra ti ni contra ti levantaré mi mano pero permíteme que este Purim siga buscando la paz con Dios y la reconciliación en estos meses duros que corren.

 Cierto que los judíos gozan de una predestinación esotérica y un salvamento inexplicable que yo he experimentado en mis propias carnes al ser sacado de muchos peligros por una mano invisible. Sin embargo¿qué utopía es esa de querer reconstruir el Tercer Templo y que Netanjayu, a riesgo de volatilizar este planeta, pretenda acabar con los persas?

De allí era precisamente el marido de la reina Ester, Asuero. ¡Ay que vienen las fiestas del Purim y yo con estos pelos!

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