LA CAMORRA DEL PARTIDO DE FUTBOL DE BILBAO FUE UN MONTAJE

CASI media hora de edición dedicaron ayer los telediarios a los sucesos del partido del Spartak de Moscú y del atletico de Bilbao. Es indignante. La camorra estaba preparada. Previamente, los comentaristas deportivos habían calentado el ambiente, mostrando a los hinchas rusos como paramilitares, y en esta tesitura es lamentable ver cómo el deporte se mezcla con la política. Sacaron a la calle a los de la Kaleborroca, la filial de los descamisados de Podemos y centro de reclutamiento de etarras, a zurrarse la badana con los rusos. Estos sólo se defendieron del ataque pero la televisión dio cuenta de cómo los seguidores bilbainos pegaban patadas a un pobre chico moscovita tendido en el suelo. Murió un agente de un infarto, mala suerte: un soldado o un policía puede acabar derribado por una bala enemiga o un disparo pero no concuerda que lo sea de un ataque al corazón. A este guardia nos apto para el servicio se le han dispensado honores militares. Al entrar en combate con los antidisturbios, al parecer, estaba cagado de miedo. La cosa parece de chiste pero se cumplía así la consigna de convertir a los rusos en enemigos de la humanidad. Vivimos anegados en la menira y en la distorsión. Nuestros periodicos nuestras radios son un albañal trolero cuajado de perversidades pero esto ocurre cuando la propaganda excluye a la información. Vivimos tiempos de guerra pero cuando aparezcan los rusos de verdad, como pasó en Novgorod  con nuestros guripas de la Blau, algunos de estos violentos  matasiete se van a ir de vareta como le ocurrió a ese erchaina quien para más rechifla se llamaba Inocencio