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lunes, 17 de abril de 2023

  DINEROS DE SACRISTÁN CANTANDO VIENEN Y CANTANDO SE VAN POBRE SANCHEZ  DRAGÓ HÉROE DE LA FALOCRACIA

 

Soy nieto del sacristán de un pueblo de Segovia. He mamado las costumbres buenas y malas de la iglesia. 

España es el paraíso de la catolicidad. En cada pueblo por pequeño que fuera una torre y una espadaña. La campana gremial regía los designios de la comunidad. 

Cuando mi abuelo fue viejo mandó a su primogénito mi tío Pedro a estudiar gramática y música a Fuentepiñel. 

Vino aprendido a tocar el armonio. Pedro nos armonizaba  con los compases de la marcha real y tocaba de maravilla la misa de Ángeles y a la hora de alzar en la iglesia de Fuentesoto el aire se impregnaba de un silencio mágico. 

He mamado el vinillo de la iglesia, estuve impregnado del olor de sacristía. Iba para cura. Un soplo de misticismo me llevó a amar el latín, aprendí a ayudar a misa y todo el canon de San Pio V me lo sé de coro y lo rezo con unción sintiendo ese aura mágica de la religión católica. 

Cuando cambió el rito de los judaizantes del Vaticano II se enfrió mi fe pero la recuperé merced a la ortodoxia.

 Los tiempos cambian. Son como los dineros de sacristán que cantando vienen y cantando se van. Y oblada y dinero para el sacristán el primero y el que lleve la oblada que taña la campana.

 La oblada era la ofrenda o estipendio que se hacía por los difuntos. Hoy son muchos los que no piensan en la otra vida, desdeñan la eternidad y practican una moral atávica del muerto al hoyo y el vivo al boyo. 

Lo importante para  nuestra generación es pasarlo bien, tener piso lujoso, acostarse con muchas mujeres, triunfar en la política y en los negocios. 

Acaba de morir un libertino y mal escritor como Sánchez Dragó que se jactaba tener relaciones sexuales con menores y sin preservativo. Dios le perdone. 

Todo lo tuvo que dejar y a juzgar por lo que cuentan las muchas mujeres que  tuvo por las Redes era todo un prócer en las lides de la cama. 

Bueno a este sátiro yo le rezaría un responso y mientras el cura de mi pueblo don Frutos salmodiaba echaría unas perras gordas al cepillo. 

A Dragó le llegó la hora de la barca de Queronte pero dineros de sacristán cantando vienen y cantando van. 

Nunca se supo que en la historia que hiciesen bulto las gentes de Soria pero éste sobrepujó todas las expectativas.

 Así que me quedo con las donaciones pro anima. Muchos escarnecen Iglesia por la cuestión de las indulgencias. 

Es posible que se cometieran abusos y que Lutero llevara su parte de razón pero los detractores de esta venerable practica y el canturreo de los sacristanes las perras gordas cayendo en el bonete de don Frutos ignoran que España desde antes del cristianismo rindió culto a los muertos. 

Es un atavismo romano que ha llegado hasta nuestros días. La vida terrenal es efímera y eterna después de la muerte. Dios mío, perdón e indulgencia.

 Al otro lado de las sombras, ¿Dios mío qué habrá? Todos somos peregrinos sin saberlo camino del Valle de Josafaz. Los lujuriosos irán al infierno pero Dios perdonará eternamente a los borrachos

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