CULOMAGNO NO QUIERE MORIRSE PERO LE ESTÁ LLEGANDO LA HORA
El amigo Culo magno great big coram vobis no quiere morirse. Tiene pacto con el diablo como Rockefeller, Kissinger y los agentes de la bestia. No cree en Dios pero lo representa. El domingo de ramos será una pantomima en la borriquilla y el buche, los cantos del hosanna, gloria al hijo de David, centro de bondad Hosanna que viene en nombre de Jehová, compramos un ramo y nos pondremos zapatos nuevos, tiraremos de las carrozas de la protección, veremos a los soldados desfilar ante los pasos, Segovia olía a primavera. Veneramos y adorábamos al hijo del hombre plasmado en aquellas figura de escayola. El anticristo suplanta de forma tan atroz al cristo y no quiere morirse. Yo me subí a muchos andamios, me caí de muchos burros pero no aprendí de mis trompazos. Culomagno vestido de blanco y esclavina bautiza neófitos y enseña el alto del hospital, no quiere morirse, se niega a que le canten el gorigori, no quiso ser sacramentado. Aderita la de Gordaliza fue mi madrina en tanta tribulación- una mujer se convirtió en mi baluarte, me puso a cubierto de los disparos de las poderosas armas de guerra. Ella era la virgen que me salvó cuando íbamos al Escorial en espera que llegasen los mensajes de los viernes de dolores- tales telegramas no venían o eran un tongo que se marcaba la pitonisa con la voz cascada… hijos míos. El morbo y la depresión me impulsaron a tales esperpentos, llegué a darme cuenta de que toda las parafernalia eclesial eran tongo. Escuché los jipios y suspiros de la saludadora que hablaba en nombre de Satanás y comprendí que Wojtyla era su aliado. Dios me permitió vivir tiempos de la gran impostura. Culomagno el judeoargentino vino a poner la guinda. No obstante en aquellas nefastas vivencias quedé persuadido de la presencia de Cristo en la historia. Los papas y los obispos encaramados en su poder no creen en Dios. Satanás hablando desde la cima de la encina más antigua de Prado Viejo a veces hablaba en acento gallego, otras en andaluz. La voz de la sorguina, cuando se ponía en trance, sosegaos. Las turbas sin embargo estaban hechas un flan porque el monarca de los dominios no se ponía el sol largaba su sermón en cinta magnetofónica lo que no dejaba de ser una ucronía. Aderita mientras tanto rezaba por mí
No hay comentarios:
Publicar un comentario