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domingo, 21 de mayo de 2023

oviedo republico

  


PREMIOS. DEMOCRACIA DE PAPEL Y MONARQUÍAS ONG


Besamanos en la Escandalera ovetense. Y mucho doblamiento de vértebras. En el Fontán se reunían adulones y pelotas pero las verduleras de bronce bajo los tamarindos se plantaban las manos en jarra riéndose de los chistes de Tigre Juan que era republicano. Vino de luchar por el Rey entre los últimos de Filipinas con una pata de pelo  y a él en esta fiesta no se le perdió nada. Era un pobre republicano. Un jodio rojo, un jodio cojo con uns pierna de menos y un muñón de más. Esta fiesta era la de  los que están en la pomada, de los que mucho chuparon del bote, y lo que te rondaré morena.

 Este viernes los jubilatas del Bombé se reunían, longánimos, circunspectos, con la sorna del que ha visto pasar la vida y miró el caer de muchas hojas cerca de los tilos y la sombra de los ailantos. Cruzada la acera, se alzaban los muros leprosos del Teatro Campoamor, otra España, la oficial, al otro lado de la calle. En esta la España real; los jubilatas no van a la ópera. 

No iba con ellos tanto fraque, tanta alfombra y etiqueta. Oviedo había sido tomado por los zaguanetes de la gabardina y el sonotone en la oreja. Seguridad. Seguridad… Un paisano cantaba:

-Mucho vestido largo y bata de cola y el puchero en la lumbre con agua sola.

  -Viene el príncipe.

-Pues que venga. Yé mu guapu- decía una paisana mientras embuchaba mijo a los palomos de la corte.

-Dieron el premio a un muro.

-¿Qué muro?

-El de Berlín

-¿Un muro bajando Pajares? Andidiaí.

-Es un muro simbólico, Telva. Algo que cayó o así. Y el mundo pegó un vuelco. Todo quedó patas arriba o patas abajo, según se mire.

-Tiran unos y alzan otros- dijo filosófica la paisana que daba de comer a sus pichones.

-Por mucha pared que derriben o tapias que alcen a mí no me van a subir la pensión ni a mi nieto le van a dar curro.

Sonaron gaitas lejanas de gaiteros tristes vestidos a la gallega. El chiringüelo implaba su odre. Paisajes de monteras piconas. Para amenizar la fiesta vino el gaiterín de la Pola que “yé amigu mío” y todos se pusieron a cantar Asturias patria querida. El Naranco siempre en lontananza contemplaba impávido la escena entre cendales de niebla. Y allá van leyes dó quieren reyes.

A ellos no les van a subir las pensiones. Ni disminuirían los locales con las puertas cerradas con el cartel de “SE VENDE”. Todo un síntoma. Lo que pasa es que unos y otros han vendido a España. Mucho auto bombo. Mucha pomada. Y  andamos a un paso de la quiebra.

 La calle Uría con la vivacidad y elegancia de siempre, aunque no tan elegante como antaño y algo más tristes pues almacenes como Botas que eran una institución ovetense echaron el cierre. Dicen que han venido dos mil periodistas de todas las partes del mundo pero no he visto reseñas acerca de un acontecimiento que los más triunfalistas, en el paroxismo del eretismo emparejan un Premio Nobel a la española. Asturias siempre fue así. Generosa y algo grandiosista. Lo da el paisaje. Que para cazurros y tacañones, los de León. Aquí siempre hay quien te convide cuando entras en un chigre.

-Tá invitau... ho.

La España real contra la España oficiosa. Muchos miles de duros gastados en esto de premiar a los primos de Woody Allen, el inventor del móvil y de los correos electrónicos. Con ellos se acabaron las cartas de amor. Sólo llega spam y algún que otro virus. Ese cantinflas californiano nos ha mandado al paro a los escritores.

 Las amistades, los amores por la Red son todos postizos y los periodistas han dejado de serlo para convertirse en escribientes del sistema. Rendibú a los amos pero cuidado lamerones. Estos no perdonan. A Ansón y a todos sus comilitones no les cabía un piñón por cierta parte pero hay que pagar pleitesía al Imperio. Toda una cuadrilla de trincones, de deportistas de elite barajas y zarandajas y nóminas, ahijados de la masonería y  al husmo y socaire del mandil catalán de Samaranch el incombustible que ya fue ministro con Franco en su entorno y periodistas a la caza del sobre, porque ya lo dijo el gran epulón pasen los periodistas y coman.

 Don Luis María, con sus chicos, tiene aire de gran padrino de una mafia poco conspicua que no enseña la faz pero que siempre muestra su garra cada vez se parece más al conde de Romanones.

-No me hable de conspiraciones. Estos son los mundialistas. Tiran la piedra y esconden la mano.

-Ole el Mundo Facundo.

-Siga y duro con él. Aquí en este conundrún de tiranos los que mandan no están en la Moncloa sino en los grandes despachos hilo directo con la gran conspiración. Tiranos y tirantones. Pericos jotas que fungen como kingmakers. Instauran y derriban gobiernos pero al Monarca no le alcanzan las salpicaduras de la crisis. Por eso al del Mundo Inmundo le llaman el artífice de esta democracia de papel.

 El arquitecto inglés mister Foster casado con la sexóloga gallega se deshacía en reverencias. Esas reverencias pujan contratos y estipendios de muchos millones de dólares. Llegó a Vetusta a bordo de su jet privado. Jope cómo se las gastan los ricachones.

 España papanatas y zaragatera benigna con el extranjero y cruel con su propia gente. En el Campoamor estaban los pelotas de siempre. Es la España oficial. ZP para todos los golpes pero el verdadero responsable de tanta corrupción de tanto desorden es la testa coronada. El rey Felón, la reina Fea que en cincuenta años no ha aprendido ni a hablar español. Doña Ficticia. El principito. Que venga Goya a retratarlos. Esta familia se parecen más a la de Carlos IV. Sólo les faltan las pelucas empolvadas y los enanos y bufones. Galas y martingalas que se hospedan en la antigua inclusa. Los incluseros de esta ciudad- Palacio Valdés escribió un cuento maravilloso de la amistad surgida entre un niño huérfano y un gran danés, el cuento se llama “Polifemo”- no tenían salmón y caviar. Mala suerte. Se iban a la cama sin cenar y ahora donde se escondían los expósitos se hospeda a tanto prócer a costa del erario público.

 La radio y la prensa controlada por el gobierno han sacado los incensarios. Mucho humo. Mucho auto bombo. Esta es una corrupción coronada. No nos engañemos. Mañana España será republicana. Aquí todos los premios están dados a dedo. Pronto se acabará lo que se daba.

-¿Y cómo seguía esa copla, Verumtamen, del puchero y la bata de cola? Cánteme lo que sigue pues mucho me presta.

-Arrimó cara de ladrón si vas a Valencia ¿donde vas, amor mío sin mi presencia?

-Muy bien. Vale. Mañana será otro día. Mas, me paez que a ursía no le vain a dal el premio.

-Ni falta que hace Quosquetandem. Ni falta que face. Con su pan lo coman.


sábado, 24 de octubre de 2009


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