EL BABLE ES UN DIALECTO
EL BABLE LA "LLINGUA" Y LA MADRE QUE LES PARIÓ A TANTO BABAYU
Pues nada que la llingua ya es lengua. Liémonos a voces en bable babayu. Cada gallo canta en su muladar y el muladar asturiano anda un poco revuelto, atronando quiriquies traérmelos aquí de concejales corruptos y políticos y políticas mal hablados con cara de palo. Esas fulanas del "parlamentu", ese sanedrín con ínfulas de ordeno y mando, en cuyas poltronas calientan el culo nuestros vaivodas y caciques regionales no deben de haber echado un polvo en su vida y por eso nos joden a cual más.
Ya no ponen las gallinas y eso que por San Antón la gallina pon. Las mías no cacarean en mi corral, matólas el raposu. Y falemos despacín no nos oya el mío vecín. Que no está el horno para bollos ni el alcacer para zampoñas. Bajan los jabalíes de la braña y hozan el patatar con sus poderosos focicus. Araronme el prau dejando en la hierba la marca de sus feroces pezuñas.
Han aquí la querencia de un revolcadero. Estamos perdidos. Los del Ayuntamiento vinieron y acabaron con el bosque de robles y laureles centenarios que daban sombra (en verano era un paraíso) a la sebe (oigan, bablistas, aprendan latín que sebe viene de saepes= cercado; en Santander lo llaman zarzo) y la otra tarde derramé lágrimas sobre el enorme tuero del viejo carbayo con más de cuatrocientas primaveras en su diámetro troncal.
En El Escorial semanas atrás multaron a un paisano cien mil euros por talar una encina oneraria que le estorbaba su cerca, pero esto es Asturias esto es España y lo demás tierra conquistada. Así nos va ¡Válganos la Santina!
Se respira odio por estos pueblos tan bonitos Asturias que guapa yeras pero ha venido el separador quiero decir el diablo y los ojos miran con furia de revancha a la sombra de los burgos podridos y los viejos campanarios. es el guerracivilsmo que no cesa los coletazos de la memoria histórica.
Las aldeas están vacías a la espera de veraneantes. El hastial de la casona blasonada de los abuelo ostenta grietas ruinosas aunque el sol se refleja al ocaso todavía en los ventanos de la galería, el hórreo ancilar una maravilla de la carpintería de ribera lo descangayó un vendaval. Un vecín Dios le dé mal galardón las palmeras reales que trajeron mis antepasados de Cuba ordenó derribarlas. Decía que desde sus ramas se descolgaban los "ratus" y aterrizaban por sobre su bardal. Asturias está triste sin cigüeñas; nunca pasan la altura de Arbás, y los mozos se van, no hay trabajo. Es la generación del Alsa de Villalpando. Las chicas de la RTA estúpidos reportajes babayos nos dan la murga cada tarde empuñando un micrófono que a mí me recuerda ¡carajo! a las galas de Príapo y tengo al verlas malos pensamientos "a esas necias las hacía yo madres si me vagara" a ver si subía un poco la natalidad.
La vaca Marela tampoco pare. El bable, paisanos, digotelo yo que soy filólogo, no es lengua sino dialecto una versión cantarina del idioma que hablaban las mesnadas del Cid antes de subir la cuesta de Pajares a las tierras de pan llevar.
Allende tal, no es una lengua unificada porque se hablaba de forma diferente en cada valle y mira que en este Principado hay valles.
Todo anda un poco en regresión por culpa de los políticos a los que una mano negra está soltando pasta bajo cuerda. Dicen que es culpa de los americanos que nos quitaron Cuba y ahora pretenden arrebatarnos el principau.
Quieren, por de contado, con sus sandeces quitarle la razón a Nebrija. Aquel divino sevillano que se emborrachaba por los chigres de Alcalá: " La lengua es la compañera del imperio".
El objetivo apunta no solo a la destrucción de la convivialidad tan privativa del carácter astur, tambien al aniquilamiento de la lengua de Cervantes. Cataluña, pues, marca la hoja de ruta de los peligros que nos acechan. Acabar con el castellano es acabar con la más vieja nación de Europa. El odio por acá se administra en cápsulas de ignorancia y resentimiento. ¿Abocados a una nueva guerra civil? Todo es el odio de la teología del holocausto que pretende ese ricachón askenazi al que llaman Soros. Consigna: arrumbar las cruces, derribar las torres de las iglesias, echad los cristos a la hoguera dicen en su furia iconoclasta; lo mismo que asesinasteis al bosque del viejo camino jacobeo que pasaba detrás de la casería antes de que construyeran la vieja carretera. Furia infernal. Con todo y eso yo creo que Asturias un día resucitará. De alguna manera hay que ser optimista y entonar la monserga del "no pasarán"
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