EL REY DON JAIME I MANDÓ CORTAR LA LENGUA AL OBISPO DE GERONA. LE PUEDE PASAR OTRO TANTO A PICHIMÓN

Bueno, abril aguas mil; me he levantado contento oyendo cantar al cuco que cuando canta ese pájaro una hora llueve y a la otra enjuto. Los españoles nos desyunamos cada mañana un sapo con Puchimon el protervo gerundense, dicaz, lenguaraz y tozudo como un fraile discolo al que el obispo de su pueblo deslenguó el año 1236. Aparecía más gordo el profugo. En la carcel donde pusieron a la sombra a don Rudolf allí estuvo le debieron cebar con polvos finos en la carcel de Spandau no la misma pero construida por el mismo arquitecto malage y mala sombra. Muchos españoles nos preguntamos si será verdad aquella profecía que refiere que es Germania el país del anticristo:Lutero, Hitler, Einstein la boma atómica, la Merkel con su mirada fria de asesina, y ahora Puigdemont con su churro amarillo en la solapa. Me parece que a don Carlitos le van a cortar la lengua como a Lancelote del Lago cuando vino de las cruzadas. Y, si no, el tiempo. Las conjuras catalanas acaban como el rosario de la aurtora Dencás, Cumpanys, Gassols. El que a hierro mata a hierro muere. Este pobre paleto de Gerona casado con una espía rumana que trabaja para el Mossad no sabe en qué berenjenal se ha metido