COGUELMO GUERIDÓN

BELLA MAÑANA

me encalabrino de vapores

mi etopeya

fue mi carácter

Caín me llama por teléfono

le encontré haciendo el amor

a mi mujer

una tarde que fui a pedir trabajo

a Leicestér

maldito

gusano

hay crímenes que no se perdonan

ni siquiera a un hermano

y yo ahora sorrapeo textos

de los bustos parlantes desquiciados

cárcel de amor

soy un desterrado

amarrado

a mi fe

y a la esperanza

en el Señor

me bebí todos los piezgos

de vino nuevo

mirando para el mar

olas de la playa

de Artedo

ondisonante

iban y venían

las similicadencias

de mi existencia

No las logré atrapar

fueron altos mis designios

para un viaje sin alforjas a la nada

ahora sorbo con hieles

el bagazo exprimido

de aquellas amargas uvas

Dolores y pesares

de los años

que pasaron