DISTOMOS
DOS BOCAS. DOS CUENTAS CORRIENTES. DOBLE VARA DE MEDIR. Y PARECÍAN BOBOS
Pasa
el Señor, invisible presencia, dejando un reguero de amor que no llega a mi
veril. el doble juego de los americanos
en Cataluña. la confusión de Babel, el puterío, los bustos parlantes. Yo sigo
en mi lucha. Hemos perdido pero dicen los ingleses que el que ríe el último lo
hace con más ganas que el primero; estamos cansados golpeados, manipulados,
escondidos en nuestros pisos sin ganas de salir mientras nuestros enemigos ríen
a mandíbula batiente, nos insultan y escupen, nos conminan y amenazan, y nos
recuerdan por lo de entonces, alzan la rodela victoriosa, hemos ganado. Ronaldo
el portugués está que se sale. Messi es un gigante argentino de pequeña
estatura con el balón pegado a la bota. Y a mí ¿qué coños me importa? Pero los
de la tv no hablan de otra cosa y pasan el traile. Messi y Ronaldo lo tenemos
hasta en la sopa.
El
pretor en Cortes sonríe mientras larga su espich que es un escrache a la ciudadanía
su boca de liebre —un poco más y se le cae la dentadura postiza—, que hoy no le
puso crema corega al aparato. A su lado se sienta la mini chica destapando el
frasco de las esencias parlamentarias. Perdidos en la tromba de retórica
añoramos el silencio y el perfume de la rosa. Son dístomos, cobardones, se
escabullen dos bocas, dos conciencias, dos comportamientos que la hipocresía
está a la orden del día y ojos cinco pero por el que más miran es por el ojo
del culo que carece de pupila.
El
señor es mi baluarte caminaré sobre el áspid y el basilisco. ¿Pero me librará de esta cáfila de compadres y
comadres saduceas? Él me dará entendimiento para comprender sus mandamientos y
no derrumbarme mientras subo peldaños y más peldaños del husillo de la escalera
de caracol que lleva hasta la cima de la santidad y el amor que dicen que es la
superación de la muerte. Too much. Demasiado.
Necesito humo para huir de los recuerdos que me torturan. Enciendo una pipa,
pecador de mí.
Mientras
tanto el pretor que arenga a los padres conscriptos no cede un momento en su
sonrisa bobalicona y en sus amenazas contundentes. Dijo no sé qué de los
salvapatrias. Lo suyo es la economía. Que va para atrás como los cangrejos.
Cada día más pobres. Sube la temperatura del odio y la mierda, llega a los
caireles, tanto hablar de corrupción. La zorra guarda el gallinero. ¿No ves que
se le han caído los dientes y lleva castañuelas? Pasa nada. Vendrán los lobos a
comerse los pollos que no pudo devorar el raposo. Señor Rajoy, tiene el
miércoles cita con el dentista
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