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viernes, 31 de marzo de 2023

 

MADRE DOLOROSISIMA

 

Ea mater Fons amoris

Me sentire vim doloris

Ut tecum lugeam Xti mortis

Madre del amor hermoso

Al pie de la cruz

Comparto tu llanto

Siento en mi pecho

Los desgarros de la espada

Que a ti te traspasó

La vida es un eterno viernes de dolores

Peldaños de la cuesta

Del monte calvario

Ascendiendo a trompicones

Bajo la tralla de esbirros

Y prevaricadores

Pero al tercer día resucitó

Monte calvario monte tabor

Sicut radix in terra sitienti

Soy como la raíz del árbol en tierra sedienta

En Asturias queman los bosques

Volvieron los dendricidas

Cuanto dolor

Mis pestañas se llenan del polvo de la calima

Las tierras tienen sed

La seca nos aflige

Y los pueblos han hambre de justicia

Caligaverunt oculi mei

Languidezco de amor

Y los males son mi soldada

Cubriré sin embargo cuando vengas tus pechos de flores

Haznos participe Madre

De la muerte de tu Hijo

Para luego ser consortes

De su resurrección

Muéstranos el camino

Odiguitria

Libranos del mal

Y de la perdición

jueves, 30 de marzo de 2023

los relinchos de una yegua

 

Nos están dando gato por liebre, nos venden la burra mal cada yo estoy sumido en mar de dudas pero grito para adelante siguiendo el paso de mi amigo Quosquetandem. Deja que las olas del mar de la vida te suman en las olas del absurdo, `piensa tú que es bello vivir. Bueno lo que tú digas, Quosque. Luego Verumtamen el otro yo me dice lo contrario. Así estamos entre Ibis y Cabidis. El bombo de los noticieros se repite, cada mañana nos cae el premio gorde cañonazos en Bajmut, tiros en una escuela de párvulos de Carolina del Norte. Kelensky que berrea y pude más madera. Se queman nuestros montes. Una niña de catorce es violada por catorce tíos en cuadrilla. La metieron en el retrete. Cuando un monte se quema algo tuyo se quema, `piensa en el adagio. Relinchan las yeguas andaluzas `preñadas por el viento dijo Góngora. Paren potros percherones. Por el valle de las Luiñas relinchan en las cuadras de Armagedón los caballos del Apocalipsis. Escribote yo sin esperanza, ya sé que mis novelas se dan un aire de misas cantadas. Amontono con dolor de atricción los recuerdos. Tú no sé lo que me has dicho, cállate, Verumtamen. Ya sé que maté a la Susi. Fue mi único amor, después vinieron las furcias esas yeguas preñadas por el viento. Carmina la Polvorosa hoy lo traen todas las revistas del corazón la preñó un centauro y parió un muleto a los setenta años mitad hombre mitad cuadrúpedo. No era ciertamente un bujarrón, pero átame esa mosca por el rabo. Medio país elucubra sobre el caso si es licita la inseminación subrogada. Mal debe de andar Ucrania país corrupto cuando sus mujeres por un puñado de dólares se ofrecen como vientres de alquiler. La preñez de la Polvorosa no cuadra. Es un imposible metafísico. Vamos a contar mentiras tralará pero es de lo que vive: ten, tu primer reloj y desde entonces pasados muchos años sigue contando y cantando las horas. Tenía toda una vida por delante. Te sentaste a contemplar el tiempo. `pusiste tu culo gordo sobre el cuadrante de Cronos que sigue dando los cuartos las en punto y las medias impertérrito. Inexorable. Por entonces todo mi afán eran las declinaciones latinas los verbos fuertes griegos y las misas cantadas. No concibo la existencia sin liturgia. Aquel mi primer reloj suizo sabe mucho de mí. Iba a compas del gran reloj de la Torre Carchena. Ni adelantaba ni atrasaba. Desde la altura observaba nuestros juegos a la pelota en el frontón de la Huerta del Judío pared con pared con ña `pantalla del Cine Cervantes. El rabino don Cleofás hacía de arbitro de aquellos juegos infantiles en sueño transformados bajo la sombra de aquella morera centenaria que era el árbol del Bien y del Mal en el rincón de la muralla casi de frente al aljibe donde se estancaban las aguas del acueducto. Ay aquella obra de romanos. Pero no te estrujes más el cerebro con las hojas urticarias ramios de la literatura. Lo tuyo fue el absurdo: roquetes y misas cantadas. Regando fuera del tiesto. Fuiste demasiado solemne para un época tan ramplona y venal como la que te tocó vivir. La realidad es mas prosaica de lo que se creen los ilusos zurcida de crueldades, enfermedades, asaltos, estupros, robos, desfalcos, guerras, la vanagloria, el crimen, la política y tú atendiendo a las leyes del levirato te fuiste a casar con la viuda que era la mujer de tu hermano. Se te partió el corazón cuando supiste que tus hijos no eran tuyos. Un tropiezo de tu dama. Susi ¿qué fue de ti?

martes, 28 de marzo de 2023

 CORRESPONSALES ESPAÑOLES EN BERLÍN: ABEYTUA, POMBO ANGULO, ERNESTO DEL CAMPO, BLANCO TOBIO, CELSO COLLAZOS, PACO LUCIENTES

 

Es cuaresma. Es Ramadán y yo trato de buscar sentido a este ciempiés de la actualidad que es un enigma. Quisiera rendir tributo a aquella galería de grandes corresponsales que tuvo la prensa española y hoy sus crónicas crían polvo de olvido en los plúteos de las hemerotecas. El corresponsal en el extranjero a día de hoy es un oficio extinguido arrollado por la brutalidad total del pensamiento único y de la verdad dogmática impuesta desde arriba. Me cabe el honor de haber sido uno de los últimos mohicanos en esta lista (Josefina Carabias, Pilar Nervión, Ismael Herraiz, Rodrigo Royo, Pedro Wender, Cesar Santos, Félix Ortega) ejerciendo las corresponsalías de Arriba en Londres y en Nueva York. Uno de los recursos que teníamos era darle la vuelta a las noticias y obligar al lector a leer entre lineas. Era más importante lo que se callaba o se sobreentendía en una crónica que lo que se contaba expresamente. Hoy todos repiten como loritos la versión oficial. Abeytua aquel vasco falangista que luego se exiló a México volvía del revés lo que decía por ejemplo el “Volkisch Beobactung” el diario de los nazis de Berlín. Hoy sería imposible hacer lo mismo con las versiones que dan por ejemplo “El Mundo”, “El Pais”, “La Razón” todos repiten a coro la apología de Zelenski sumándose a la cuerda de las grandes cadenas y medios occidentales desde el Washingyon Post al FAZ pasando por los tabloides ingleses. Nos presentan al pequeño napoleón ucraniano como el salvador de su país mientras pintan a Putin con colores del diablo, pero yo encuentro muchos símiles en el jijo del zapatero de Lvod con aquel “gefreiter” o cabo puertas que engañó y sumió al pueblo alemán en la mayor tragedia de su historia. Es un Hitler redivivo.

En “Lo que se de los nazis” Abeytua que trabajaba para la radio Rundfunk germana y la agencia Ocean como traductor exalta el valor, la paciencia, y la disciplina del pueblo alemán. Iban como ovejas al matadero. Sin rechistar aun sabiendo de antemano que daban la guerra por perdida refractrios a poner en tela de juicio la locura hitleriana al menos en público. Item más en las crónicas de los corresponsales españoles se nota cierto espíritu critico arriesgándose muchos a la expulsión. Goebbels sin embargo en la creencia de que las guerras del futuro las ganaría la información mimaba a los corresponsales españoles. Pombo Angulo le llamaba Der heilige Lahm (el divino cojo. No ha de negarse que era un tipo listo. Sus doctrinas han sido recogidas y aumentadas por la prensa de las democracias.

Odiaban a Hitler pero un sexto sentido para la disciplina y el amor a la patria les inhibía rebelarse. En casi todas las familias había un caído y algo similar ocurrió con los rusos porque la verdadera batalla cuerpo a cuerpo fue entre los alemanes y los ruskis. Los americanos ríete de los crímenes contra la humanidad hicieron la guerra desde el aire arrasando ciudades Dresde, Hamburgo, Berlín, Colonia. Las borraron del mapa. Alfombraron los campos alemanes de fosforo y de bombas incendiarias. Sin embargo, los alemanes no odiaban a los ingleses. Abeytua cuenta una anécdota; un piloto de la RAF es abatido y se presenta en un pueblo le pide al alcalde ser conducido a la comisaria, el aldeano que le recoge limpia sus heridas y le da un café, luego se dirigen a la Komandantur donde se entrega. Por todo comentario de los presentes se escucha esta frase: “So ein Kerl (vaya un tío por dos reales).

Luego cuenta lo difícil que fue la huida de Alemania. Da un dato; si tenias dinero podías salir y muchos judíos ──constata como hecho evidente y corriente─ obtuvieron pasaporte para alcanzar los Estados Unidos via España. 

El embajador Oyorzabal de nuestra legación en Berlín no tuvo esa suerte. El tren en el que viajaba Jesus Oyarzabal fue atacado por los maquis en Francia, perecieron doscientos españoles en aquel ataque terrorista. Contar estas cosas desde una óptica objetiva e independiente me reconcilia con mi profesión, haciéndome olvidar las zozobras y persecución de que fui objeto por el Régimen “demócrata”, en estos días aciagos donde ha vuelto a resurgir el gefreiter alemán en la persona de un cómico ucraniano gozando de todo el respaldo del canalla Biden dispuesto a una guerra por poderes con los peligros que semejante locura de apoyo incondicional a Kiev traerá por la paz del mundo.

 En este conflicto se estampa el desdén que los norteamericanos sienten hacia Europa. ¿Volveremos a ver volar a los fatídicos B52 con sus panzas nucleares? El espectro de Hiroshima se alza ominoso sobre el horizonte y todo por culpa de ese histérico hijo de Hitler que se desmelena en sus comunicados pidiendo armas, tanques, lanzaderas volantes y toda clase de pertrechos para el exterminio de Rusia y de la humanidad.

 

martes, 28 de marzo de 2023

lunes, 27 de marzo de 2023

 

ADIOS A UN COLEGA SEGOVIANO ILUSTRE

 

SALCEDO LUENGO MARIANO CONEJO Y PUCHERO

 

Ha muerto a los 93 Salcedo Luengo periodista ingeniero polemista y no sé cuantas cosas más de Segovia. Sus artículos en el Adelantado el periódico donde eché mis primeros dientes y publiqué mis primeros poemas los leía con delectación porque evocaban personajes de la Segovia que yo conocí. Uno de ellos era el inclusero Mariano Conejo hijo de un soldado marroquí y una moza local al que echaron a la inclusa. 

Este expósito recorría las calles de la ciudad y en la puerta del Socorro donde ajusticiaron al padre del Buscón según nos cuenta Quevedo el Jurry (yo fui testigo de la escena) un caballista y matarife que no lo podía ver porque tenía fama de ir por ahí de bureo y asaltaba a las señoras le azupó los perros. Un mastín leonés le desgarró una pierna al pobre expósito y tuvieron que llevarlo a la casa socorro.

 Le recuerdo bien: calvo, muy moreno casi negroide, sin dientes y con una frasca de vino en el bolsillo de la chaqueta Mariano Conejo creo que era inocuo pero cría fama y échate a dormir. Otro de los caracteres era Puchero que tenía una tienda en el Portalón de la Calle Real, allí nos surtíamos de buen genero antes de ir al cine en las Sirenas que era el palacio de las pipas. 

Yo prefería los cacahuetes y las tostadillas calentitas que mercaba por una gorda en ca Puchero, le recuerdo embutido en su abrigo raído, la bolina calada y los ojos muy vivos, pintaba la vida y la muerte; y luego nos íbamos al cine, ya dugo en Las Sirenas vi yo una película que me impresionó. Marcelino Pan y Vino. Por toda la sala se escuchaban suspiros y el gemir de lagrimas embozadas cuando el niño ofrece su pan al Cristo y luego se duerme en brazos de fray Papilla. Me estrené con lágrimas en mi afición cinematográfica. Fue muy difícil de olvidar la ternura de aquellas escenas filmadas por Andrej Wajda en los altos del Cristo del Caloco.

 ¡Ah Marcelino Pan y Vino! rompió el jarro en el camino, cuando paso por allí por el Caloco me acuerdo de Pablito Calvo que había nacido el mismo año que yo en el 44 y protagonista de aquella película cuyo recuerdo nos hace suspirar por la infancia y la inocencia perdida. No me llevo bien con la ciudad en que nací, ni me fio de los segovianos por circunstancias de la vida difíciles de narrar aquí.  Nadie es profeta en su tierra. Se cumpla el axioma.

Todos mis paisanos se volvieron tornadizos y con Teresa de Jesús me sacudo el polvo de mis sandalias diciendo de Segovia ni el polvo de las zapatillas. Sin embargo, me gustaban los artículos de Salcedo. Descanse en paz al cabo de su larga vida

miércoles, 22 de marzo de 2023

 SPRING FRUHLING

Spring oh Lord forgive my sins

Lying in the sunshine

In Hyde Park

I hear the big speech

Oh glorious freedom

A preacher

Non pulpit just a ladder

Kissing my girl

In the green grass of home

London the city of my youth

Those months of may

The long big days

Singing larks in the branches

Of the old oak trees

I engraved your name Suzanne

With a pierced heart

In beeches and birches

And over the bower of pine trees

Lord I loved her

Forgive my sins

Welcome the days of spring

And fruhling

Holy Mary Mother of God

 have pity of me

 

BRUJAS Y MEIGAS EN LAS CORTES

 

YOLANDA LA BRUJA EMPODERADA

 

Noche de luna me asomé a la ventana mientras el congreso se divertía con el voto de castigo otra pantomima y los leones a la puerta del congreso bostezaban de aburrimiento. Benavides el leonés le decía al otro que se llama mohamed y fue fundido con el plomo de las balas del Rif:

─¿No te aburres, paisa?

─Sí, Benavides, pero hay que aguantar el chaparrón. Tú y yo siempre de plantón y viéndolas venir.

─Hoy tengo ganas de emborracharme. Me bebería toda la cosecha de los majuelos del Bierzo. No puedo aguantar a esa estúpida gallega con esas ínfulas que tiene de poder.

─En Marruecos ya la habríamos puesto el velo

 Se aprueba la moción no se aprueba la moción y el gobierno del Chaquetillas Cortas al que se le ve el culo sigue en el machito.

 Pues ya digo en la claridad de la noche de luna vi volar un tropel de brujas que venían de la parte de Galicia al gran aquelarre. La bruja maesa era doña Yoli nariz aguileña ojos garzos fríos y crueles como témpanos empoderados o yo diría borrachos de poder que aseguran defender a las mujeres y hete aquí que cada vez mueren más españolas a mano airada, son forzadas asaltadas y golpeadas mientras los políticos juegan a pares y nones sies y noes a discreción.

De Galicia venían antiguamente amas de cría las más rollizas tetas descomunales para amamantar a un regimiento y venían las putas y las niñas de los embustes.  Y las meigas. Galicia es patria de la brujería.

También venían las cuadrillas de los segadores a tierras de Castilla. Ahora nos ha venido doña Yoli con sus ojos crueles de xana. Es una meiga pies meigas haberlas haylas. Un gallego excelso como don Ramon del Valle Inclán al verla se le ocurriría un esperpento. Esta muchacha que ha salido de la lechigada de Podemos y lleva la marca de Soros arrastrándola cual cascarón en el culo (me estoy refiriendo al gran diseñador de esta coñocracia derivada en estridente judeocracia que se clava en nuestras carnes como venablo de venganza, es la hora del vengador) es rubia de bote militante del partido galleguista y debe de ostentar un monte de Venus peludo y morenote.

La prensa del duerno se deshace en alabanzas a la Yoli pero yo soy un especialista en brujas. Las conozco muy bien. Lo del voto de castigo al gobierno fue un aquelarre. Meigas haberlas hay dicen los gallegos. Habrá que creer en la Santa Compaña. Brujas haberlas haylas.

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

lunes, 20 de marzo de 2023

 FELIPE IV EL INSACIABLE

 

Quinque in eadem nocte y un gatillazo. A partir de este axioma latino (cinco polvos y un braguetazo) Gonzalo Torrente Ballester el gran escritor gallego de feliz memoria galleguismo elegante esceptico transido de un humor insondable construye una de las mejores novelas que se escribieron en el siglo pasado: El Rey Pasmado

Este santiagués de Rias Bajas nunca se arrepintió de su falangismo. Tuvo cátedra en Salamanca y en Estados Unidos adonde huyó perseguido por haber pertenecido a la vieja guardia que trató de galvanizar la decaída literatura española en tiempos de la república.

El rey pasmado no puede ser otro que el rey Felipe IV del que dice el doctor Marañón que poseía una sexualidad insaciable “casi femenina”. La historia le atribuye cerca de ochenta bastardos. Casado con la francesa Isabel de Borbón cuando ella tenía doce años y él doce el matrimonio fue rato y consumado en 1619.

De aquel coito nacieron el malogrado príncipe Baltasar Carlos y esas amables princesas que aparecen en el cuadro de las Meninas. Inagotable en el tálamo pasándose por la piedra a cómicas de la legua, marquesas, fregonas, amas de llaves e incluso madres abadesas, también fue inagotable en arte.

La literatura, la música y la pintura española nunca recabaron tanto esplendor. Ya digo y no es cosa menor el rey nuestro señor era tan alegre de bragueta que ante las damas de la corte no se podía contener.

Es al menos lo que dice la leyenda porque otras lenguas le atribuyeron descuidos en sus obligaciones maritales.

A principios del siglo XVII estalló en la corte el escandalo del conde de Villamediana dicen que visitaba a escondidas el dormitorio de la reina. Una noche fue acuchillado.

Dejando a un lado tales misterios de la historia Torrente cimienta la base de su argumento en el hecho de que quería ver a su mujer desnuda y eso era pecado según los teólogos más avisados y pedorros de la corte el capuchino Villaescusa que organiza procesiones penitenciales en la creencia de que por causa de los pecados regios las cosas van en el reino: la flota de Indias no arriba a las costas de Cádiz apresada por los ingleses y en Flandes los herejes derrotan a nuestros tercios.

Gonzalo Torrente con la ironía y ese ferrete coruñés que le caracteriza traza una panorámica de aquel Madrid. El rey Felipe IV nuestro Señor en prenda de devoción funda 17 conventos y es asiduo penitente del de las benedictinas de San Plácido en la calle del Pez donde visita a la abadesa y a una monja muy guapa.

Por su parte el conde Duque de Olivares organiza bajo la supervisión del padre Villaescusa una tenida; como su mujer no es fecunda, acuerdan tener relaciones sexuales en el coro mientras la comunidad canta vísperas. Doña Inés por desgracia no quedó preñada de don Gaspar.

 En esta graciosa y grandísima novela catolicismo y sexo van de la mano. Grandes pecadores, reyes fornicadores que caen en la tentación mas luego se arrepienten, pues ya lo decía san Agustín peca fortiter, dale con fuerza. Con una delicadeza y solercia novelística el autor va punteando los cabos de esta comedia de atadero donde no se maldice a España ni a su imperio y donde todo sale bien.

 Los barcos con el oro de América arriban felizmente y la corona puede pagar a los acreedores venecianos. El duque de Alba derrota a los herejes.

 La bella Marfisa escapa a las garras de la inquisición. El padre Almeida un jesuita llegado de las Indias habla del nacimiento de una nueva fe pero resulta que Almeida era el propio diablo.

El gran inquisidor no cree en Dios, sólo en el vino y el Poder, y así sucesivamente se van hilvanando los entuertos.

 Torrente Ballester conocía de antemano este mundo de Felipe IV. Había estudiado la correspondencia entre Su Majestad y una monja mística sor María de Agreda de la cual el rey como buen galán de monjas estaba prendado. Se la quiso llevar al huerto pero al parecer fue refractaria a sus requerimientos la autora de la Mística Ciudad de Dios.

El rey pasmado en definitiva es una hermosa novela llena de tolerancia, ternura y buen humor. Engolfado entre sus capítulos pasé toda la tarde del día de san José. Bendito sea Dios y la literatura española capaz de depararnos tales joyas.

 

lunes, 20 de marzo de 2023

WICHTES

 VUELVEN LAS BRUJAS

 

Ayer tuvo lugar en Urueña la Villa del Libro la presentación de un libro de Joaquín Diaz (el nuevo Menéndez y Pidal en edición corregida y aumentada y un verdadero “must” para aquellos que quieran adentrarse en la gnoseología de las letras castellanas) sobre las brujas. Están volviendo y no son precisamente las brujas de Puente Perín las que subidas a la barandilla del puente hacían conjuros y abracadabras palabras mágicas:.. “lunes y martes miércoles tres jueves y viernes sábado seis y domingo siete pues la chepa del otro ponérsela a ese”. 

Estas soguinas de ahora aterriza como puedas son mucho más diabólicas y peligrosas. Ahí están las brujas trans que son los reviragos medievales que se plasman en la escultura románica culebras, harpías, aves del paraíso vergas de varón y mamas de mujer. Son infernales.

 Las hechiceras de ahora bailan rockandroll y vemos a todas horas sus imágenes por televisión unas veces largando doctrina aludiendo a sucesos maléficos como catástrofes, guerras, quiebras bancarias, estupros, muertes a mano airada. 

Y otras mostrando sus garridas dotes y pertenencias naturales en pantalla. A las brujas del siglo XXI les gusta charlar como descosidas y mover el esqueleto. Ya no cabalgan por el cielo con sus escobas pero siguen practicando la cigüa asturiana y el mal de ojo. Antes eran lenas, cobejeras, amas secas, ninfas del cantón y ahora son putas mediáticas estrellas de la televisión. 

Las llaman las bien “pagás” porque cobran millonadas sin  tener que echar un polvo aunque les sobran clientes y todos los españoles gracias a estas brujas nos hemos convertido en johnis de la caja tonta practicando la insulsez y el comedimiento de lo políticamente correcto. Les basta lucir el palmito. La mayor parte se han metido a políticas y lucen la escarcela morada de la poderosa Podemos, antes eran chicas de alterne o cajeras y ahora son ministras. 

Con ellas la humanidad quedará sumergida en una larga cuaresma. Se acercan tiempos de desolación. Las brujas soplan inundando nuestra realidad de cazcarrias y revolotean por el aire, aves de mal agüero. Graznan como las urracas y hablan como loritos. 

Un dato. Cuando yo era archivero t analizando los procesos inquisitoriales de la Chancillería de Valladolid ─ idea corroborada por el profesor Caro Baroja experto en brujería─ me encontré con una sorpresa: la mayor parte de los herejes condenados a la hoguera se arrepentían renegaban de sus yerros y volvían al redil de la iglesia. No así las brujas. Los judíos no ardieron en aquellos infames autos de fe.

 El brasero se reservaba a estas pobres mujeres ignorantes que creían poseer facultades mágicas. 

Actualmente estas herederas de Celestina se han convertido en nuestras reinas de las mañanas. Áteme usted esa mosca por el rabo y píntela de verde. 

 

viernes, 17 de marzo de 2023

 

IN ICTU OCULI

 


CRISOPEYA, COPELA. COROZA

 

Gratísimo un consuelo leer a Quevedo y cantar las marzas que son las verdades del barquero porque todo se va y todo vuelve menos la juventud y me esparzo por los remansos del río de la mente donde fluyen las memorias de mi patria. Es prosa maciza llena de ritmos y ecos misteriosos, la verdad católica sobre los novísimos plasmada en lienzo. Es un tema recurrente en la literatura española desde Jorge Manrique, una reflexión sobre la vanidad de las cosas humanas pues la muerte se viene tan callando.

 Segovia dio a luz a la picaresca y yo nací cerca del la puerta del Arco del Socorro donde dieron mulé al padre del Buscón. Hay que arreglar esos peldaños para el próximo que venga… un poco de credo y aviemos, nada de letanías. Morir con humor. Entremos por la puerta ancha que lleva a los Novísimos. Peregrinación de la estantigua allá van sastres, carpinteros, obispos y abades, ninfas del catón, los valientes guerreros, los añafileros del gran torreón.

 La literatura quevedina remeda a un ejercicio de crisopeya donde a la busca de la piedra filosofal se transforma la mierda y lo anodino de la vida misma en oro. En este almirez se machaca el ajo del mortero y aparecen los dueños. Suben al aire las grandes palabras y los eximios conceptos, olvidémonos de la guerra, del sexo. La religión todas son un misterio. Ahí estaban los puteoritas que son herejes veraniscos.

 Para los que la eucaristía se guardaba en un pozo de nieve. Artefio nos dice Quevedo filósofo escribió un tratado hermético en el cual descubre el sentido del canto de las aves. Teofastro y Paracelso indujeron a la humanidad por el camino de las artes mágicas. Pero una advertencia la buena literatura ha de tener parte en el arte de la crisopeya que consiste en transformar en oro los materiales viles. Gocemos pues mirando al cielo porque la muerte aguarda y todos caminamos en dirección al Valle de Difuntos. En la redoma quedamos redomados, nos visitan los clisteres para alivio de estreñidos y el género humano hace chistes sobre la mierda y los pedos. 

Con un inodoro en la frente caminamos por la vida, remedios y cauterios, tientas, quibombos, sondas y sillicos. “Quevedo conocía todos los secretos del lenguaje, sabe germanía como los picaros de Zocodover. Tiene en la memoria todos los refranes de la lengua, todos los modismos” dice Rene Buvier, y Rafael Lapesa: “ los ojos de Quevedo provistos de las lentes crueles del desengaño sorprenden cuando miran para la imagen de la muerte; la vanidad de los esfuerzos humanos le sugieren hondas reflexiones morales y en sus cuadros aparecen el hombre como grotescas siluetas”

 

viernes, 17 de marzo de 2023

 

SEBULCOR UN PUEBLO DE ASCENDENCIA ROMANA DE LA PROVINCIA DE SEGOVIA HABITADO POR CURANDEROS Y MAGOS

 

SUBULCUS SEBULCOR PORQUERIZOS Y QUIROMÁNTICOS

 

Unos arqueólogos de Granada aseguran haber descubierto un sustantivo sin precedentes en la lexicografía hispana: sebulcus que quiere decir porquerizo, gañán de cerdos. La ignorancia y desidia en que han caído los estudios clásicos (en las universidades se odia al latín y es así porque Roma destruyó a los judíos y estos devuelven la pelota) abocó a la ignorancia de nuestra historia porque en Hispania venimos de Roma y nuestra lengua nació del latín. El termino Sebulcus está contextuado. Varios campamentos emplazados en la calzada romana que une Astorga-Merida-Tarragona reciben ese nomenclátor subulcus porquero. En la provincia de Segovia cerca de donde yo nací hay un Sebulcor (no confundir con sepulcros). Mis tatarabuelos venían de allí, de esta localidad emplazada a una cuantas varas de Sepúlveda (septem publica siete puertas). Los de Sebulcor ya no se dedicaban a guardar gochos como sus antepasados los soldados romanos licenciados de quintas. Se especializaron en la medicina natural y a las artes mágicas siguiendo los predicados del marqués de Villena. Mi abuelo Benjamín al que llamaban el judío curaba las verrugas de la mano clavo mediante la imposición ocular y la recitación de una serie de oraciones que sólo se sabía él. Catarros y romadizos eran para Benjamín Galindo asunto concluido. Aplicando cataplasmas de romero y friegas. Y es que los nacidos en Sebulcor toponimia romana de la mejor calidad poseían el don de curar: que es un carisma deramado por el Espíritu Santo. Eran ensalmadores, quirománticos, encantadores, adivinos y si se quiere brujos. Enfermos de toda la provincia de Segovia acudían en tropel a los baños de Sebulcor y las parteras de allí eran muy solicitadas en todo el partido judicial porque no se les moría ningún niño. Es un extraño fenómeno (por el nudo al ovillo) el que suscita este nombre el de la existencia de una medicina basada en la farmacopea cuyo conocimiento era el privilegio de unos pocos elegidos. Eran los hechiceros los magos de la tribu y de ese mundo los romanos que sembraron toda la península ibérica de estelas funerarias para recordar a sus muertos sabían algo más que nosotros

 

viernes, 17 de marzo de 2023

lunes, 13 de marzo de 2023

 Acacia

 

A la entrada de Segovia según se va por la carreta de Madrid bajando la cuesta de Baterías hay un puente romano, el de Valdevilla por el cual las antiguas cohortes y clades de Augusto vadeaban con su impedimenta el río Clamores que hace dos milenios debía de llevar mucha más agua  pero que a mediados del pasado siglo fluía sin apenas caudal. Mucho puente para tan poco río, la verdad, pero cuando se construyó el Acueducto era un flumen que juntaba sus aguas con el Eresma.

 A la otra orilla estaban las casas militares unos chalecitos un pequeño jardín delante y un corral detrás en las que transcurrió mi infancia.

La colonia inaugurada por el coronel Tomé, que era un catalán bondadoso y pequeñín, en 1951 (guardo una foto de la ceremonia de la entrega de llaves, yo estaba de buces sobre el pretil de ladrillos sardinel, muy rubito y con mi traje de marinero).

La colonioa había sido edificada por presos de guerra que en régimen de redención de penas por el trabajo trabajaban para Regiones devastadas hoy ha sucumbido a la recalificación de terrenos –esto no era más que un peñascal- y a la reconversión urbanística.  O a la  revanchista de algunos que se liaron a derribar lo que había construido el anterior régimen.

. Se cerraron cuarteles y se ha dejado prácticamente indefensa a la nación o sin paraguas estratégico (es como tener un tío en Alcalá) de la OTAN porque el ejército era la espina dorsal de la nación.. Y su destrucción, o la desmilitarización llevada a cabo por José María Aznar, el inepto, constituye hoy por hoy una delas grandes amenazas al porvenir de la unidad nacional. En esta monarquía falta un militar republiocano domo Godet para ponerle las peras al cuarto al demente de Arturo Mas. El general Godet, un catalán leal que luego sería fusilado en Burgos por su adhesión al ordenm constitucional sofocó el alzamiento separatista de Companys.

. Sin conscripción y sin levas o la mili que era una escuela de hombres de ciudadanías y de valores España ha dejado de existir o puede porque este viejo país, que derrotó al Islam y puso freno al dominio sionista tiene otros muchos recursos y la liebre siempre suele saltar.

. El puente que había ha sido cegado para canalizar al Clamores que desde hace bastante tiempo era un río subterráneo, Guadiana bajo los arcos del acueducto. Pero aun quedan los apeos y el balaústre.

 En el lado de allá y en la curva que hace la carretera sigue la acacia plantada por mi padre en la esquina del patinillo del sargento casado. Más allá vivía el brigada Vences un poco más el teniente Ricardo y un maestro ajustador de Zamora que tenía un hijo que se llamaba Pedrito que jugaba conmigo al gua. Siempre andaba con mocos.

-¿A qué Virgen alumbras, Pedrico?

-A la que me dé la gana.

La acacia ha crecido tumbada porque  a los de mi cuadrilla nos gustaba zarandearla por el tallo como si fuese una muchacha. Y digo la acacia sigue floreciendo y tiene 56 primaveras poco menos de un lustro que yo. Siempre que vuelvo a mi pueblo me fijo en ese detalle y paseo mi melancolica rodada por lo que fue mi barrio que de  Valdevilla- Castrobocos donde estaba la taberna, pasado Villangela, del Tío Loco, adonde mi padre me mandaba a por vino y gaseosa para el gasto

  ABRIEL MIRÓ NUESTRO PADRE SAN DANIEL



Para hispanistas y filólogos y todos los que amamos las viejas palabras la prosa de Gabriel Miró nos lleva al mundo de los paraísos perdidos.

 Ya sé que algún modorro que nos lea se quejará de que autores como él pidan el esfuerzo de tener que abrir el diccionario y que el de la RAE en esta involución que nos aflige haya dado de mano la vieja lexicología como antiguallas inservibles y fenecidas voces del idioma popular; éste se reduce y se limita a la jerga urbana quedando circunscrita a ese lenguaje urbano mímico y semi-coprológico, un verdadero signo apocalíptico. El castellano está siendo vapuleado por un inglés macabro y macarrónico.

Toda esa gacería de baja estofa del Bronx que penetra a través de los sitcoms y el lenguaje gangster vía Jolivú. Con ello el alma del mundo se empobrece a marchas forzadas. De la racionalidad volvemos a la irracionalidad.

 El mensaje que lanzan epígonos semicientíficos como Eduardo Punsete ese malos pelos que habla y entrevista en  la 2 no se cansa de repetir el mensaje de que el hombre viene del mono.

 Por eso es todo un hallazgo volver a las novelas de Miró (El Obispo Leproso, Años y Leguas, las Cerezas del Cementerio etc.)

In principio erat Verbum. Dios creó primero la palabra. Después llenó el universo de cosas y vio que el mundo estaba bien hecho. Y a continuación formó al hombre del barro y a Eva de su costilla según el Génesis. Gabriel Miró resucita este vocabulario de léxicos que resultan como un fucilazo, exvotos testimoniales de una sociedad que se fue pero el habla rica de los campesinos españoles de Levante perdura.

 Nuestro padre san Daniel es un retablo de las maravillas en prosa preciosista que pinta la vida de una ciudad episcopal Orihuela (Oleza) a comienzos del pasado siglo. En frases que parecen hechas para ser esculpidas en sojas o en tiras de mármol. Su pluma no está hecha de cañadura de ave, se escuda Miró. Es de hierro como un cincel. Puede que recargue un poco y que a fuerza de este prístino afán intente Miró ponerle los paños al púlpito como hacían los predicadores de campanillas antiguamente. Es un escritor litúrgico. El lector encuentra ornamentos del viejo culto eclesiástico que venían del rito visigótico.

 Fueron suprimidas por el concilio Vaticano II (hacheros, navetas, gremiales, gorjales, tunicelas, crismeras, casullas, píxides, epactas, corporales, viriles, hijuelas, brinquiños, sartales,  antipendios, frontales que adornaban el paramento del tabernáculo, las cáligas o zapatillas de seda laborada y el cenojil  azul que sujeta las medias de los obispos) el cristianismo proviene de los misterios órficos y no es tan sólo letra muerta sino la búsqueda y procura de un ideal

Vida tranquila y provincial a la sombra del campanario cuando todo poseía un principio y un fin es cuanto refleja este libro. Las onomásticas de los apóstoles, los mártires, confesores y doctores o las doce fiestas del calendario cristiano medían el tiempo. “Oleza criaba capellanes como Altea marinos y Alicante turroneros”. Prosa serena que contempla el circular de las estaciones y el nacer, morir y vivir de los personajes que describe con la pasmosa elegancia en que giran los azudes y azahares de una noria.

Es un mirar levantino hacia el paisaje de una zona que en lucha contra los piratas berberiscos (Cartagena, cabo de Palos, Malva Rosa valenciana o Peñíscola) defendió a la catolicidad. Los prelados entraban en posesión de su diócesis a lomos de una mula blanca. Saltan a la palestra clérigos de misa y olla, jesuitas místicos como  el Padre Bellod, don Magín, y don Jeromillo (cura pobre y cura rico). Se escucha en toda la novela el toque de Ánimas junto con el frufrú de las sotanas y sobrepellices, la campanilla del Viático, surtidores de patio claustral donde rezan el breviario los seminaristas ordenados in sacris deambulando por el claustro. Se escucha el bisbiseo de las viejas en las catedrales oscuras donde la piedra rezuma el vaho de los siglos, o la voz baja de particulares que pedían audiencia al señor obispo, escribanos testamentarias que recogían las mandas de los moribundos en donaciones pro ánima que han servido de baluarte económico de la iglesia. Se percibe, todo sensual, muy gráfico, llamando a las cosas por su nombre, el tiemblo de los dijes al pasar las cuentas del rosario de plata de las devotas. Crujen los agremanes, blondas y azabaches de raso o deslumbran los estrados de damasco y el brillo de anillos de oro y pectorales todo de perlas. Un estilo majestuoso, solemne y episcopal.

 A Gabriel Miró hay que leerlo  despacio y no sólo con los ojos sino con el oído, el gusto, el olfato, el tacto. Hay que poner los cinco sentidos para captar sus descripciones de una sensualidad fruente que se goza en el hallazgo de la palabra exacta.  Esta zona en que se desarrolla la trama era un viejo reducto carlista que leía a Aparisi Guijarro y lanzaba vivas a Cristo rey y a Carlos sétimo.

Esta es la España de los curas trabucaires. La guerra de la Independencia abrió una sima en el seno de la Iglesia entre curas liberales o serviles y absolutistas. La mayor parte de los curas hicieronse carlistas.

 El obispo lució sobre su cabeza la barretina catalana hoy símbolo de la independencia de aquella región tan española y que fue  insignia de los alzados contra el liberalismo jansenista. Sin embargo era un hombre triste que vivía en un palacio inmenso con una huerta rodeada de viales de naranjos y de magnolios en medio de una gran soledad.

 Otro de los personajes: Caracortada que vive arruinado, pues dio todo sus caudales para la Causa. Se ha convertido en  pobre de pedir desde que fue herido por un sargento pesetero cuando su compañía mandada por el general Cabrera el Tigre del Maestrazgo fue atacada por soldados isabelinos. Dentro de este mundo idílico sin embargo no todo es lo que aparece. La sobrehaz de esta armonía de la ciudad episcopal son las pasiones, las envidias y enconos.

El odio que siente el mutilado carlista hacia el cacique don Álvaro alcanza proporciones homéricas. En una de sus magnificas descripciones las de las vísperas de San Pedro el autor hace contrastar la magnificencia del presbiterio claustral con la pobreza de la feligresía unas cuantas viejas y unos mesegueros que se duermen durante la ceremonia.

 El boato de los ornamentos contrasta con los harapos con que se cubre el pueblo llano. El padre Bellod sube al arrabal de san Ginés una montaña donde la población carece de viviendas, los niños van desnudos y los moradores entre aguas reciales, bardomeras y pringues malviven, se alimentan de los higos chumbos que brindan los nopales o van a robar fruta al huerto de unos frailes o al cerca del cura Jeromillo. Pudiera decirse que uno de los personajes es el hambre aunque Miró no es un escritor social.

 Simplemente se preocupa por esa dicotomía entre el ideal inalcanzable que propone la iglesia que busca en su gestión la utopía y la penuria de las  gentes irredentas a las que predica y sestean durante el sermón. El escritor se hace cargo de este fracaso. Lo agrio, lo feo, lo sórdido de la existencia contrasta con la hermosura y la contemplación estética. A los pobres siempre les tendréis con vosotros. Axioma bíblico.

Es el mayor ecologista de nuestra literatura. Hasta el siglo XIX nuestros literatos se habían despreocupado del campo. No hay paisaje por ejemplo en nuestra novela picaresca.

Él se constituye en el mejor paisajista y soberbiamente describe la mies que orea en las hazas de terreno y cabecean movidas por el viento cuando huele a junio. O las clases de frutas que da esta región del maestrazgo: albérchigos, sabrosísimas cermeñas o peras rabonas, bergamotos, zamboas, dátiles, naranjas, pomelos, cerezas, nopales que trajeron los moros y los españoles llevamos a Méjico, o el vino fondillón  o rancio de Alicante, vino  de consagrar el que llevan en las vinajeras los niños misarios. Uno se convierte a medida que avanza la lectura en acólito de esa gran eucaristía mística que brinda la naturaleza abundante y feraz.

El ambiente curial y levítico en el que se desenvuelve recuerda un poco a la Regenta de Leopoldo Alas pero a Miró escultor de retablos –Figuras de la Pasión-le falta vis dramática.

La acción es lenta y la urdimbre, débil en medio de una prosa triunfal y selecta, tan sensual que el lector parece oler a búcaros de glicinias o contempla la magnificencia de los oficios religiosos en la catedral de Orihuela con aquellos chantres y el precentor que sube a cantar el evangelio detrás de la cruz alzada flanqueado por dos lampisteros o turiferarios.

 Miró los embaula en un argadillo de lexicografía selecta. Una sonrisa abacial y un obispo que bendice tocado con una mitra con forma de boca de pez. Los jardines de los monasterios, dice, han enriquecido las vocaciones y el lenguaje castellano. Un clérigo fumador habla en la sacristía  con voz gruesa entre vellones de humo. Se ven argollas en las puertas de nogal que delimitaban antiguamente la jurisdicción de la tierra de asilo y en los sillares de las pilastras catedralicias aun se percibe la herida de la gubia del picapedrero que las labró, operarios anónimos, de los que nada se dice, nada se sabe. Se escucha en la mañana el chacoloteo de las madreñas de las lecheras que suben la cuesta con sus herradas hacia la ciudad. Estas descripciones cuajan la mirada sobre un tiempo que se fue para no volver nunca más.

 Leer a este levantino es como calmar la sed  estética en un pilón de agua bendita,  porque siempre halla la palabra exacta. Estamos en una tierra requeté donde los mozos facciosos se unían a la partida con un escapulario bajo la camisa cuya leyenda decía: detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo. Era el detentebala. Pese a este amuleto la magnífica defensa fallaba y algunos no sobrevivían y los que regresaban de la partida volvían mutilados o epilépticos y el ambiente mezquino de Oleza les consumía, acabando en la cárcel o en el patíbulo donde los reos antes de morir cantaban el Salve Regina. No es posible la utopía. Quisieron construir la ciudad de Dios pero esto es un valle de lágrimas. Gabriel Miró murió joven de un ataque de apendicitis en su casa madrileña del Paseo del Prado. Siempre que bajo a los Libreros me acuerdo de él. Como muchos escritores de España tuvo una vida difícil y errabunda. Combinó su obra creativa con el oficio de amanuense en un archivo del obispado de Barcelona. También fue periodista


domingo, 12 de marzo de 2023

LA TUNICA SAGRADA

 

Aquella gramalla sin mangas tejida de un solo hilo -Cristo se desvestía y sus siervos y seguidores duro colocarse ropajes, uno encima de, sotanas y dalmáticas, al año que viene en Jerusalén pero caminamos de espaldas al monte calvario- abolía el orden viejo. Los ornamentos de los dioses antiguos, de  Júpiter Diana Afrodita y Baco quedarían preteridos pero sus sacerdotes, sintiéndose desnudos e incapaces de imitar al que pereció en la cruz en taparrabos, no harían otra cosa en todo el tiempo que hacer mayor el cupo del “indumento”.

Casi me desternillaba de risa pero aquella hora de grandes acontecimientos fue el tiempo de los sobresaltos y de las confusiones (yo creía, pensé que; pues no señor al revés te lo digo para que lo entiendas) y de las perplejidades. Nos anegamos en un marasmo de sorpresa. Tú, Cristo bendito, viniste para confundir a los mortales. Supuestamente quedaron sin vigencia las estolas las mitras las cidarias el efod y todos aquellos ropajes que se ponían uno encima de otro, negro sobre blanco, blanco sobre negro, para definir oficios y categorías inciertas de flámines y peanes del mundo órfico.

Degolló nuestros principios sin espada.

-         ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otros?

-         Por sus obras los conoceréis- respondió el Señor

Se rieron de él pero él no vino a traer la paz al mundo sino un orden nuevo con todo lo que ello implica: la destrucción de Jerusalén que fue desmontada piedra a piedra y los campos adyacentes de su pomerium  o arrabales, arrasados y sembrados de sal. Al pie de la cruz escuchábamos el batir de los tambores de los soldados de Tito casi tres cuartos de siglo de que aquel cerco se produjera.

-¿Y no escarmentaron los judíos?

-Por vida de Minerva, ¡qué bah! Son pueblo duro de cerviz, una alegoría de la sinrazón y estupidez humana

Era  Jesús un revolucionario. Vino a los suyos y los suyos no le recibieron. Sus vestiduras  de ajusticiado por una de esas carambolas inexplicables que hoy confunden a los soberbios (la potencia se hizo acto trascendente y se encendió el fuego de la gran luminaria y ardería por los siglos de los siglos aquel pebetero puesto que nadie será capaz de destruir el amor) eligiendo a lo más despreciable y abyecto del mundo, que de los rechazados y humillados y ofendidos hizo él su piedra basal y en menoscabo de la soberbia y de la confusión terrenales.

Debió de ser un revés para los sionistas mesiánicos. El libertador anunciado por los profetas de Israel moría en el suplicio escoltado por dos ladrones Dimas y Gestas. No me vengáis con bromas ¡Qué guasa! Vino a los suyos y los suyos no le recibieron -la frase de Juan que luego leí incansables veces martillea mis sienes- mientras los mercenarios puesto que no se puede hablar de soldados romanos que tienen otra dignidad y se echó mano de esclavos sirios para hacer aquel trabajo se rifaban con el cubilete sus paños menores. El Hijo del Hombre salvaba al mundo en taparrabos. Semejante desvergüenza ¿dónde se vio?


Pero la humilde túnica inconsútil era el símbolo del siglo futuro. El que busca su vida la perderá. A ver queremos un signo pues ese no nos vale.

La vida se la había echado el Inocente sobre los hombros a manera de chal cobijando sus espaldas doloridas cuando, varón de dolores, al cabo de cinco mil azotes y de 72 puntas de cambronera que es el peor de la especie de los espinos y la más áspera de las zarzas que horadaron sus sienes trepanaron su frente inmortal quedando ensangrentados los mechones de su rubia caballera y de su barba taheña ah que nos miraba a todos con aquellos ojos azules penetrantes como si no comprendiera la maldad del que somos capaces los humanos pero llenos de perdón hacia esa inclinación viciosa que los teólogos achacarían al primer pecado de Adán pero que a mí se me hacía muy difícil de aceptar como romano acostumbrado a mirar a los dioses con un cierto escepticismo pues sus malos ejemplos y concupiscencias y que A más estaban ahí para castigar y enviar rayos y desgracias a los mortales. Si te enojabas con Júpiter este te taladraba con su gario y te convertías en rana.

Con los dioses no se juega. Antes de morir había que hacer mandas a Esculapio y se mandaba matar un gallo capón para que el dios de la salud tuviese una fiesta allá arriba con sus amigotes y después de expirar tenían que sujetarte la barbilla abrirte la boca y meter entre los dientes una moneda para pagar al Barquero. Esta costumbre acicate de la codicia fue un pretexto para que en el mundo antiguo abundasen los profanadores de tumbas. El oro era más importante que la deidad y en facto es la única divinidad que rige los designios. Oro, oro y nada más.

Fue ofrecido al pueblo en espectáculo de befa. Un esbirro lo empujó hasta la balaustrada y Jesús apareció en el enlosado del Lithostros una caricatura de ser humano, un guiñapo.

-Ecce homo

-Tenedlo. Vedlo ahí, cabrones. ¿No queríais que lo castigase? Pues le hemos zurrado bien la badana. ¿No os dais por satisfechos? No. La chusma quería más sangre. Dada su condición vil y sus adscripciones impredecible. Era el mismo morbo que conducía a la plebe de Roma al coliseo. Quería ver la sangre a chorros de los andábatas sobre la arena y que cantasen el himno. Ave Caesar los que van a morir te saludan.

Ecce Homo. Le habían colocado un manto púrpura sobre los hombros y pusieronle una caña en la mano por cetro y así compareció. No lo condenó Pilatos. Fue sentenciado a muerte por un tribunal democrático que sometía sus veredictos a votación en la casa de Anás y Caifás, sumos sacerdotes. Lo mataron los judíos. Pero la perfidia de esa raza es alegoría de la condición humana, si se quieren mirar las cosas desde un ámbito teológico, ajeno a toda manifestación racial. Sin embargo, el pueblo elegido se convirtió en pueblo errante. Nunca en paz consigo mismo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

ASI VIVI YO EL 11M HUBO CONSPIRACIÓN DE LAS FUERZAS OSCURAS CONTRA ESPAÑA UNA MANIOBRA DEL SIONISMO PARA ACABAR CON LA NACIÓN ESPAÑOLA

 

11M HOLOCAUSTO QUÍMICAMENTE PURO URDIDO POR UNA MENTE FRÍA Y DEMONÍACA

Ya van seis años. Fueron 190 muertos. ¿Arriba lo sabían? Abajo seguimos a blancas. Me llaman de una emisora extranjera para preguntarme si los españoles se sienten más seguros frente al terrorismo. Buena pregunta pero no sé qué responder. Esa es la pregunta del millón que dicen los cursis pero a tientas y a ciegas estamos. ¿Quién mató al lobo feroz?

¿Quién pondrá el cascabel al gato? La derecha culpa a la izquierda y ésta, desde el gobierno, tampoco sabe, no contesta y asegura no haber tenido arte ni parte en la muerte de su hermano, mientras por la Piel de Toro cunde la sombra de Caín. ¿Etarras? No tenían tecnología.

Tampoco esa mentalidad demoníaca que colocó en raíles y vagones de un tren descendente de Alcalá a Madrid. ¿Qué clase de fulminante emplearon los asesinos? Tampoco están de acuerdo los forenses. Desaparecieron las huellas dactilares y los investigadores sobre el gran bocazo que retumbó hasta el parque del Oeste se topan con un muro de silencio que ha sido durante un sexenio el de las patrias lamentaciones. Flota en el ambiente una nube de intoxicación informativa que se abate sobre los españoles.

Hay mucha madeja y mucho hilo pero cuando llegas al final del ovillo te encuentras con un laberinto. Es como entrar en el reino de las fuerzas oscuras. Contra el cetro de un dios saturnino que no duda en devorar a sus hijos nadie sabe con qué mira. El aire, cargado, mefítico, plagado de embustes y contradicciones de los propios testigos, hiede a conspiración. El undécimo día de aquel mes de marzo del fatídico 2004 España dejó de regir sus propios destinos porque los que rigen en el país se han hecho invisibles aunque aparentemente la autoridad viva se ejerza desde Zarzuela, Moncloa o la Carrera de San Jerónimo. Sólo de visu, prima facie. Y mucho blabla y dale que te pego a la sinhueso. Talk. Talk. Talk. Hablar y hablar pero las palabras pueden convertirse en golpes de martillo que da el sepulturero para cerrar la caja del muerto. Toc. Toc. Toc.

Se trata de una forma de hacer la guerra por poderes, de una forma psicológica en plena era nuclear, causando el menor número de bajas posibles- y digo bien, el menor número de víctimas, víctimas selectivas- pero a base de un impacto anímico gigantesco poniendo a contribución todo el maquiavelismo porque para los que orquestan estos golpes el fin justifica los medios, de las que son capaces los gobiernos en la sombra. Aquí ya no se mueve nadie.

Todos recordamos cuando mataron a Kennedy, cuando voló por los aires el Dodge Dart de Carrero Blanco, cuando Tejero entró en el Congreso pistola en mano y allí estaba José María García radiando el acontecimiento, cuando el hombre llegó a la luna, o se cayeron las torres gemelas, terrorífico espectáculo. De la misma forma, tenemos muy presente la imagen muy nítida y viva de aquellos idus de marzo. España dejó de ser igual: sin ejercito pero con mucha policía. Resignación general y aceptación de los hechos consumados. Se inauguró el tiempo de las supuestas libertades, las relaciones humanas se han vuelto más conflictivas, se abrieron las fronteras y han llegado a España cerca de diez millones de extranjeros, la nueva esclavitud, el “melting pot” hispano en plena ebullición. Barbota la olla social. ¿Explotará?

No obstante, existe la noción generalmente aceptada de que el terrorismo pues no hay mal que por bien no venga ha conjurado de momento el peligro de una conflagración nuclear. Meciéndonos a todos de paso el miedo en el cuerpo.

Recuerdo aquella mañana nítidamente. Dormitaba yo de madrugada de 2004 con la radio encendida y en la duermevela escuchaba la cantinela de la reportera. Leía las noticias una tal Parrilla que era la nieta de mi vecino el guardés, cuando vivíamos en Marqués de Vadillo, de una finca toledana y me preparaba para acudir al ministerio después de seis años de ausencia. Me había llamado la jefa de personal en un tono de ultimátum. Había sido suspendido de empleo pero no de sueldo cuando entraron los del PP y me habían mandado a mi casa. Mi situación laboral y personal era angustiosa y sin respaldos. Yo flotaba entre medias de un limbo.

-I was the dangling man.

Mi vida pingaba del vacío. Un poco más de cuerda y habría acabado en el osario de los suicidas. La Ministra de Cultura era la Hija del Ganadero. Yo me dije qué raro. La víspera había acudido a la Plaza del Rey y encontré aquello patas arriba como si se presintiese el relevo. Todas las encuestas daban por caballo ganador a Aznar pero la atmósfera en Cultura era la de demenagement.

Por lo visto la Aguirre a sabiendas de que cesaba tal vez remordiéndola la conciencia quisiera ponerse a bien con Dios y tal vez conmigo. Pero en España un país donde todo es posible y donde todos los gatos son pardos se montan los tinglados de la injusticia, como estos sobre todo en situaciones críticas. Este país es un laberinto. Había movida. Aquel revuelo olía a cuerno quemado. Nunca le perdonará a esa señora que ayer se disfrazó de torera por lo que me hizo. Ella representó el ápice de la persecución de la cual fui objeto.

En las alturas flotaba un hongo tóxico y se respiraba un aire letal a pesar de las encuestas. Había sequía y las radios propalaban la angustia de los pantanos vacíos. Se vivían momentos tensos no sólo a causa del clima áspero sino a causa de una campaña de las elecciones generales algo atípica. Pues si no llueve, preparad una rogativa a san Marcos. Hemos sido muy malos y Dios castiga sin piedra ni palo.

Por aquella convocatoria a rendir cuentas tan de súbito y a la agachadiza asumí que en todo aquello había gato encerrado. La voz entrecortada de la becaria Parrilla anunciando el choque de trenes confirmó las sospechas de la conspiración. Todo un Madrid era revuelo. Habían llegado corresponsales de todo el mundo y hasta puede que se hubieran fletado aviones ex profeso. ¿Quién había dado el queo?

Todo estaba demasiado en caliente y vivo como para despertar una confusión organizada. Fui entrevistado por una cadena sueca y dije lo que me parecía a mí: no habían sido los moros.

En todo aquello intuí el montaje de una mano negra de un holocausto perfecto. ¿Por quién? Los mismos que lloraban en el duelo fueron los que levantaron la mano contra aquellos pobres conmuters inocentes. La idea no se me ha ido de la cabeza. Durante meses y meses Jiménez los Santos y otros compadres mediáticos no dejaron de atizar la hoguera de la confusión. Se puede desinformar informando por el procedimiento acumulativo. Que si las mochilas, que si las furgonetas, que si los moritos de Lavapies, que si los guardias de la comisaría de Avilés y un tal Trashorras que proporcionó el fulminante sacado de una mina abandonada de Tineo.

Largo nos lo fiáis y ahí estaban los del Mundo, Bernstein y Woodward a la española, que querían atar cabos de los hilos invisibles de aquel Watergate castizo, opera bufa, sainete, si no hubieran perecido en el incidente 192 personas quedando maltrechas más de mil, en que también había fontaneros pero, ay, también doscientos muertos sobre la mesa.

Don Pedro Jota padece el síndrome megalómano del “Washington Post”. Quiere un “scoop”pero a los muertos les sienta bien el luto, no la exclusiva. Profesionalmente me parece un periodista ridículo porque España no es América pero va por la vida con complejo de numen divino de la información. Total un lío. Los españoles tuvimos nuestro 11S en aquel 11M y las cosas siguen sin aclararse. Un crimen perfecto. Demasiados alibis y demasiadas coartadas inextricables.

Yo tengo mi propia teoría y la expliqué ante los corresponsales suecos. Entoné un réquiem en los altares y velatorios que se alzaron en la calle. Uno de Euskaltelevista que no escucha aquel kyrie desde hace mucho tiempo quedó sorprendido de la solercia y concento con que entoné aquel gorigori en latín y por toda respuesta le dije que yo había sido cura. Me vieron en la tele mucha gente. Hoy el crimen sigue sin resolverse. Ni creo que se resolverá jamás. Estamos en manos de quienes estamos. Y el que manda, manda. También en la información.

OSCULANDA

Las féminas siguen destilando veneno. Hay que ver en lo bajo que cayeron aquellas muchachas que amamos en otro tiempo y ahora son abuelas. Andan cojas, y en medio del desencanto habitando sus pisos de muchos metros cuadrados, en la comparsa de sus gatos castrados, alguna foto de familia, los matrimonios fracasados, viudas de su propio desconsuelo, añorantes del amor negro que les puso a pique de la ruina, lo que evidencia el poder del sexo.

-Arrepiéntete, cabrón.

-Yo no me arrepiento de nada. Me arrepiento tan solo de aquella chinita en Hong Kong que hacía frufrú cuando me hacía el amor.

Encima, beatas con humos y poniéndote de penitente. La culpa de todo por lo visto la tienes tú, Ulises, que sigues sin llegar a Itaca.

Le dije que no creo en la confesión auricular porque teológicamente tengo en entredicho la teoría de la exmologesis. Oh católica y cruel majestad, seguimos en las mismas. Osculanda amor tú ya no besas como solías. Te han salido bolsas en los ojos y no ves lo que te rodea pero tal vez sea mejor así. La soledad créceme por fuera y por dentro de nosotros.

Pobre Osculanda, viuda solitaria en su piso de doscientos metros cuadrados, una sonrisa amarga y los ojos cargados en un ictus que me dice que todos aquellos besos que me diste se los llevó la trampa. Fueron el proemio de antelación de una vida que pudo ser y no fue. Acaso estaba escrito. Fue la voluntad de Dios. No nos hicimos daño el uno al otro y las dulces horas de junio y de mayo idas y venidas por el valle de Talamanca hoy al recordarlas no producen ningún escozor, solamente melancolía.

Paremo sigue vendiendo libros en su alguarín infame y yo vendí aquella vieja maquina de escribir con el tablero que inventara Wetereng. Ahora soy propietario de un ordenador portátil. Pulso cada una de las fichas del teclado en la esperanza de que tarde o temprano la verdad se hará hueco, Osculanda amor, aquella moza de rumbo que hoy es abuela. La que tuvo retuvo.

Parejo Paremo alza su gario terrible y al pasar por el resayo a la sombra del gran edificio con los paramentos de mayólica yo le hago un corte de manga. Está muy gordo y se toca la cabeza con una churrupitosa visera y casi no le tapa el culo su inmenso mandilón. Ha parido una gata y su mujer, que es una vieja fea con cara de vagabunda alcohólica les pone un platito con sopas de leche sobre la acera para que los michines de la camada coman. No cierran todavía la tienda aunque ya les queda poco. Paremo es rátigo todo él un rátigo con látigo.

Alguna mañana utiliza su fusta para espantar a los buitres. Negocio al por mayor. Parejo Paremo es el sepulturero de muchas ilusiones literarias. Es el tendero de ideas de segunda mano. En su garabito fenecen los sueños de los poetas. Maldigo a este pariente de Juan Simón que trata al personal a batacazos. Su padre creo que era un sargento de caballería.

-Nada de sargento. Cabo primera de la Remonta.

-Mejor me lo pones y a Paremo Parejo que le quiten los galones y lo hagan soldado raso.

De estas zozobras mías cuan poco tú sabes, Osculanda, amor.

LIBRO SOBRE EL FRANQUISMO

Franco y los Judíos. Salvó a muchos hebreos pero decir esto hoy por hoy y tal y conforme están las cosas suena a herejía pero me remito a los documentos y a los tumbos. La letra muerta es un testimonio y delata a unos cuantos. No quieren oír. Están sordos. El juancarlismo reniega de sus orígenes. Creo que el Señor me ayuda a pechar con esta galerna de dificultades. Mi frágil barquilla siempre a punto de naufragar hiende proa y sale a flote. Sálvanos Señor que perecemos. Seguiré escribiendo. Algún día se esclarecerá la luz. Creo en la pasión y muerte N.S. Jesucristo. En el Amor. En el perdón en el progreso pero esta nueva teoría cohonestada por los últimos papas niega la mayor. Acaso el Vaticano para complacer a sus enemigos esté inmolándose en un trágico harakiri. Tal vez Wojtyla Kratz fuese el anticristo. Otros curen del gobierno del mundo y sus monarquías Yo mientras tanto saco el azadón y cavo en el jardín. Hay que limpiar las malas hierbas, quemar hiedra, tronzar algunos palos, podar. Ya está próxima la primavera y aquí estoy yo fumándome un “Don Tomás” después del cafecito mañanero. Se fue el cansancio al levantarse de días atrás.

Este invierno no ha cesado de llover y de nevar. Ha sido una estación invernal como las de antiguamente. Y Delibes se muere. Nunca fue Delibes santo de mi devoción. Pienso que es un escritor menor. Un tipo muy de derecha, manierista en lo del estilo. La sombra del Ciprés es alargada es una novela floja. Lo mejor y más acertado el título. Pero con ella ganó el Nadal y la escribiría como el que prepara unas oposiciones a notarías. La cosa resultó. Cría fama y échate a dormir. Pero ha sido un autor desigual. Con algunos aciertos como el Disputado voto del señor Cayo y otros fracasos como Siestas con viento del Sur escritos cuando su animo estaba atenazado por la depresión. En el 98 le operaron de un tumor y al pobre escritor le salió la hoja roja.

No me identifico como castellano con los palurdos que él pinta y describe pero esto a muchos les sonará a herejía. Subo por detrás de la gran casa con los frisos de Mayólica y allí está toro sentado cuidando su parva. Rátigo. Me insulta. Guardo silencio. Soplón. Espía. Marido de una mujer fea y lenguaraz. No hay que hacer caso. Sin embargo le compro dos libros por 3€. Menudo pájaro. Pienso en que Toro Sentado. Al que tambien llaman Peremo el del mandilón no es más que una sombra, un espectro que aun vaga apostado en la verja del jardín reliquia del pasado y de los tiempos de la inquisición. España negra y cañí. ¿Y pensar que estos eran los míos?

Otra gran decepción como la de Osculanda que cuando tenía 20 abriles me largaba besos al por mayor. Aquellos besos aquellos libros la trampa se los llevó.

martes, 16 de marzo de 2010