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martes, 14 de mayo de 2019

AGRADECIMIENTO A LA GUARDIA CIVIL DEL PITO


Agradecimiento a la GC de Cudillero (carta no publicada aunque enviada)



Mi agradecimiento más profundo quisiera expresar en esta carta a la GC  de Soto de Luiña y a la del Pito por haberme ayudado en una situación difícil para mi persona, precisamente en el momento en que algunas facciones tanto en Europa como entre ciertos grupos radicales de nuestro espectro político e incluso la “ombudsman” u ombudswoman (defensora del pueblo) la ex ministra y marquesa o duquesa sevillana Soledad Becerril que ha manifestado unos conceptos poco dignos sobre la actuación de la Benemérita en Ceuta y Melilla, se entregan a la innoble campaña de poner tachas a la actuación de nuestros guardias. Sumándose a ello, las impugnaciones sectarias de la  eurócrata europea, señora Maelstrom, criminando a los números del Cuerpo al utilizar pelotas de goma para  repeler la agresión de los saharianos que asaltaban la valla  violando la frontera  española me llenan de estupor. Aunque, conociendo la presencia de ánimo de nuestros agentes, avezados a sufrir toda clase de descargas e incomprensiones, recuerdo el dicho latino “crescit in pondere virtus” (la fortaleza aumenta ante la dificultad) la única alernativa que tendrán estos hijos del Duque de Ahumada es el aguantoformo, pero todo este asunto es para desmoralizar a cualquiera.
En todos los paises que conozco democráticos (Inglaterra, Alemania, EE.UU. y nada se diga de Francia) las fronteras son inviolables, compañero, y hay que cumplir la ley aunque lo diga el Papa, pero en esto como en otras cosas “Spain is different”. A mi modo de ver los abnegados números de la Benemérita son el mejor respaldo que ha tenido esta democracia y en Ceuta y Melilla el Instituto Armado cumple tareas que son competencia del Ejército o de la Marina ¡ojo!.
Una idea feliz que tuvo durante su mandato Felipe González fue revigorizar e incrementar, reformándola y redotandola de nuevos pertrechos, las tareas de dicha institución, algo que ignoran algunos sectores tanto de derechas como izquierdas que piensan en tiempos pretéritos de carretera y manta, tercerola, tricornio y correría y una visión caricaturesca que se ofrece de ellos. Paso corto, vista larga y ojo al cristo que es de plata. Ese fue su lema a lo largo de sus va para dos siglos de existencia en que sirvieron a gobiernos de todos los colores y cataduras: a la monarquía isabelina y la de la Restauración, a la republica, a la dictadura de Primo y la de Franco y ahora a la democracia.
 Creo que son nuestros mejores asistentes públicos y la misión de un funcionario es ayudar al ciudadano, resolver problemas, no crearlos y ahora que ha empezado la caza del funcionario nuestros guardias son un ejemplo por su quehacer limpio en defensa de las leyes, la guarda de la constitución y el mantenimiento de la paz en nuestros pueblos y aldeas: el agro, la ecología y la ciudad. Yo llevo al Cuerpo en mis genes por razones familiares.
 He de confesar que cuando veo a uno de nuestros sufridos picoletos mis ojos se alegran, aunque me denuncien por infringir el código de la circulación. Si es el caso. Sin embargo, me llenaba de temor a la vista de los cops neoyorquinos, “trigger happy” primero disparan o hacen preguntas o con los bobbies ingleses. Una vez estando en el domicilio londinense de una amiga sufrí la agresión con navaja de un judío ucraniano que padeció un ataque de celos. Pude zafarme de mi agresor y escapar a una comisaría. Los de Scotland Yard miraron para otro lado y lo tomaron a broma pero salvé el pellejo. Bien por la flema inglesa que es lo que falta a día de hoy entre nosotros.
Cudillero es un espejo de la crispación que vive el país pero si escarba uno un poco encuentra que es una tormenta en una taza de té en el que se vuelven a bullir los fantasmas del pasado. Aquí todo son trazas y el que más chilla, capador.
Los detractores de Francisco Fernández  creo que exageran en sus diatribas porque Quico ha sido un buen alcalde y ha contado con un excelente cuerpo de funcionarios desde el último barrendero hasta el primer edil pasando por el jefe de la policía local al que creo que se le ha vituperado injustamente y ha tenido que pasar por las caudinas de una sociedad demasiado judicializada responden a la imagen del probo funcionario que hizo que funcionara la máquina del Estado (médicos, policías, jueces, maestros, administrativos, profesores, meteorólogos) y su defenestración nos devolvería al tiempo de las cesantías galdosianas. Quiero decir a la incompetencia.
No cabe la mirada atrás. La historia aunque lo parezca no se repite. Aquí hemos padecido una caza del funcionario. Es el quítate tú que me pongo yo, una táctica de privatización de la función pública a cargo de las trasnacionales. La función pública al servicio del Bien Común es ancilaria de los políticos pero la clase política vibra ahora mismo en otra onda, velando más por sus intereses de casta o de partido que por la cosa pública, porque tengo por seguro que la mano que mece la cuna de nuestras crispaciones y frustraciones opera de lejos y está al servicio del gran capitalismo global.




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