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sábado, 26 de agosto de 2017







Esquinas del viento y no llueve

 

Brama Eolo con furia sin agua y se nos quema el monte. te busqué en aquel jardín al lado del río de montaña con una verja de hierro y una aldaba gris y ya no estabas al cabo de aquel viaje. los recuerdos pesan. Están las alforjas del olvido hasta arriba de remordimientos. Te desvaneciste como una sombra aun cuando estuviste siempre presente en mi vida. No puedo aludir a las crueldades de aquella fonda cuando la señora Romford fumaba el último cigarrillo. Después nos fuimos a comer sardinas a Puerto Chico. La bahía era un regalo de luz y preludio de ominosas reminiscencias del pasado. Dadme por favor una aspirina. Me da vueltas la cabeza. Tengo vértigos de aquel pasado y me duele todo. Pero ya no hay analgésicos para curar los dolores del alma.

 

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