ORIHUELA Y SEGOVIA DOS
CARTEDRALES HERMANADAS
Vuelo en el AVE camino de las
hermosas tierras alicantinas vega baja del Segura palmeras y sonrisas murcianas
el yunque campesino de las novelas de Gabriel Miró, verdaderas joyas léxicas y
estilísticas. Esta es tierra apacible vertebrada en la serenidad del que
contempla; es una de las muchas zonas castellano parlantes incrustadas en la
Comunidad Valenciana.
Como todo levante una de las más
hermosas por lo exiguas y recoletas del gótico tardío, hermanada con la de
Segovia gracias al obispo Gallo, un jesuita, confesor de Felipe II y de su
tercera esposa Isabel de Valois. Sirva de curiosidad saber que los jesuitas
tienen prohibido el acceso a la cátedra y la mitra episcopal. Así lo dispuso su
fundador, El de Loyola, pero no hay regla sin excepción y Gallo fue ordenado
para la plenitud del sacerdocio de la misma manera que Francisco fue proclamado
Papa. Cuando los jesuitas no tienen por norma serlo. Su pontificado duró trece
años en la sede oriolana. en 1577 sería proclamado obispo de Segovia. Fallece
en 1579 y su lauda sepulcral puede aun contemplarse en los enterramientos de la
iglesia del seminario mayor.
En Segovia le cupo un honor importante
el haber promovido la construcción del seminario conciliar con arreglo a las
leyes sobre la reforma clerical que promulgara el concilio de Trento en el que
este obispo tuvo una participación importante como ponente. El seminario parece
haberse edificado sobre las ruinas de un templo pagano en el que había un gran
aljibe y una huerta adyacente a la Casa del Judío que perteneciera a uno de los
rabinos locales. Gracias a los jesuitas en esta casa de la compañía se conserva
el mejor lienzo de muralla de la Segovia medieval con sus garitas y sus
correspondientes pasos de ronda qie servían de vigilancia a la ciudad. el solar
fue vendido a los jesuitas. También había una morera triunfal que debía de
tener más de seiscientos años de la que pudimos gozar de sus dulcísimos frutos
algunos alumnos que jugamos en aquel patio en los años 50 y 60.
La describo en uno de mis
capítulos de mi libro "Seminario
Vacío" y me han dicho que en los anales de algunos sefardíes que
guardaron sus recuerdos de Segovia se habla de la existencia de semejante árbol
que debió de ser plantado hacia el siglo XV y murió en los 60 del pasado siglo
en el huerto del judío. La comunidad hebrea era la más acaudalada. Todas las
familias podían gozar de esa aspiración del español cifrada en tener una
chimenea y un huerto. Por privilegio real habitaban las zonas intramuros
mientras a los cristianos y a los moros se les asignaban los barrios del
arrabal.
Gallo mandó construir la iglesia
de estilo jesuita con su torre denominada torre Carchena ▬ la "alcuza" o "aceitera" como la llamaron
generaciones de estudiantes que abrevaron sus sed de conocimiento y de santidad
bajo su sombra▬ con dineros que le fueron otorgados por la Corona.
Sobre el dintel del lado de la epístola
encargó al pintor Sánchez Coello, pintor de cámara del Rey Prudente, un retrato
de su figura orante y del lado del evangelio el de su esposa Isabel.
Ninguno de ambos cuadros aunque pergeñados
el artista los pudo terminar el autor porque se acabó el presupuesto. Están en
blanco. Esta carencia la notamos muchos que como el que suscribe tuvimos la
suerte de rezar en aquella iglesia por y vivir en el gran caserón jesuítico. empero,
las pinturas del retablo a tres calles de estilo barroco y de columnas dotadas con
pan de oro que presentan según creo no olvidar un éxtasis de san Ignacio, la conversión
de san Francisco de Borja y a san Luis Gonzaga en trance presentan un aspecto
de colorido primoroso y de excelente conservación.
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