LOAS AL SILENCIO
Sile et psalle. Calle tu boca y la lengua alabe al Señor. En el
coso taurino del mundo se torea a voces y con tanta algarabía no puede lograrse
la concentración. Dios majestuoso mora en la quietud de los paisajes y se
sienta a contemplar su creación desde las cumbres de las montañas. Satanás
prefiere el bullicio de las tabernas y los nuevos burdeles mediáticos que son
algunas cadenas de televisión pues en ella hace su avío. El silencio de los místicos
es una forma de santificación, limpia el corazón alejándolo de las pasiones. Guarda
tu lengua es el primer consejo que el staretz
da en los monasterios rusos a los novicios que se preparan para escalar la
empinada cuesta de la mortificación. Canta pues y prorrumpe en alabanzas era la
fórmula mágica de los padres del yermo. San Pacomio escribe su regla monástica haciéndola
girar en torno a ese principio como contraveneno del mundanal ruido. Dejen
parlar a las cotorras.
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