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jueves, 12 de octubre de 2023

 

LOPE DE VEGA ESCRITOR IRREGULAR

En el siglo de Oro español se denominaba a cualquier cosa que tuviere calidad con una rotunda frase: Es de Lope. Escribió demasiado y sin reposo. Era un impulsivo para todo, para el entusiasmo, para la decepción, para el amor y el desamor. Para el lirismo y la ordinariez. Sus arrebatos místicos y arrepentimientos duraban poco. Amoríos a montones con damas galantes de la corte, duquesas y marquesas se compaginan con novicias, mozas de partido o fregonas, lavanderas del Manzanares (sus ninfas) y labradoras de Getafe. A todas ellas las oculta con un nombre mitológico: Lucinda, Euridice, Marfisa, Antandra, Ismenia. Era un escritor del barroco de una fecundidad prodigiosa. En un día escribía una comedia. En horas veinticuatro pasaron las musas al teatro. Su poesía lírica a veces resulta arrebatadora y sublime. Pero bastante de sus sonetos caen en el tópico y resultan deplorables. Parte de sus dramas y novelas hogaño resultan impotables para el lector de del siglo XXI.

Arrepentido de sus devaneos de juventud, se ordenó sacerdote y perteneció a la clerecía de San Sebastián en la calle madrileña de Atocha y ya de viejo parece ser que encontró el amor de su vida una tal Marta de Nevares. Cuando el Fénix de los Ingenios falleció se metió a monja. También era un patriota protegido por la Casa de Alba. Hoy tanto las feministas como los cantonalistas del separatismo lo mandarían a galeras y en galeras anduvo embarcado en la Invencible. Una galerna le arrojó a las playas de County Cork en Irlanda y regresar a la patria.

Misógino y machista trata a sus adoradas como un objeto sexual. Se enamoraba de todas: solteras, casadas, doncellas, jóvenes y viejas. Hombre lábil y de una vitalidad portentosa. Lo plasman sus escritos.

Si Quevedo consideraba al matrimonio infierno portátil esto dice de ellas Lope de Vega “es la mujer lo mejor y lo peor, su vida suele ser y su regalo, su muerte suele ser y su veneno, cielo a los ojos cándido y sereno que muchas veces al infierno igualo, es un ángel y a veces una harpía, quiere bien y aborrece, es como una sangría que da salud y a veces mata”

Dicho esto, sin embargo, nadie podrá negar su dominio del idioma y la calidad de sus metáforas. Su facundia le conduce a la sátira y sus jocundas invectivas contra los poetas chirles como en su epístola al Contador Barrionuevo, un converso… ªpan de Sevilla regalado y tierno masado por alguna penitenciada con coroza que os quisiera por yerno que aborreces el tocino español marrano de la sierra de Aracena do huyó del mundo Arias Montano, eres bizcocho de galera y la zupia que bebe la canalla”.

Sabía insultar y conoce la intrincada jerga marinera del galeón en que se embarcó de la Armada Invencible. Pone estanterol, cureñas, mesanas, trinquetes, pañol de popa, toldillas, grumetes, serviolas, cómitres, arráez y golpe de rebenque. Abajo en las galeras remaba la chusma.

 El contador Barrionuevo administraba los gastos de la Armada. Deinde, los vitriólicos ataques a la gente de su raza. “Mas, no hay corte como la mar. Todo lo olvida cuando la nave se va a pique.

13/10/2023

 

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