ACOJAMONOS BAJO EL PATRONATO DE STA.
TERESA QUE PROTEGE DESDE LA GLORIA A LA ESPAÑA CONVERSA
Harto de disquisiciones, juicios de
valor y juicios temerarios a todas horas, hablando del nuevo Cólico Miserere montones
de cadáveres sobre la pista de hielo han hecho de la pandemia un casus belli
político voy para Alba de Tormes a rogar a la Santa intercesiones y valimientos.
Estoy un poco medroso y aturdido.
Otrora,
lo hizo el Caudillo sacando en procesión su brazo incorrupto del que no
se separaba. En la creencia de que gracias a la Santa ganó la guerra. Entonces
era el flagelo de la conflagración hoy es el Coranvirus, ese bichito invisible
que está dejando a la patria sin viejos y a toda una generación de postguerra.
Aguantemos el tirón.
Yo estoy en el cupo, pero sané
misteriosamente cuando estuve, cual Borís Johnson, a las puertas de la muerte.
Santa Teresa de Ávila ruega por
nosotros. Et Sancte Jacobe, adjuva nos.
No quiero entrar en polémicas entre
santiaguistas y teresianos aunque la cosa sigue y ya llevamos casi cinco siglos
de bandería sobre el tema del patronato. Por mi parte pienso que fueron los dos
porque El Hijo del Trueno era judío y la
Bendita monja abulense conversa. A ver si entre los dos nos echan una manita.
Somos gente difícil a la vez tierna áspera
a su vez, más papistas que el Papa, más herejes somos que Calvino hiriéndonos
con navajazos y soflamas, contrincantes de nosotros mismos a palos con nuestro
pasado y maldiciendo nuestra historia lo que ninguno otro pueblo realiza. Un pueblo
masoquista que siempre se está suicidando y resucitando.
Pero vencimos a los comunistas, echamos
a los franceses, ganamos al Islam y el Candelabro no nos puede ver, todos nos tienen
ojeriza y planean la destrucción de nuestra patria con mentiras y embelecos
separatistas.
Esta saña satánica es mucho peor que la
Peste China. Viene de la conspiración globalista. Los virus son una nueva forma
de destrucción masiva.
Humilde y orgulloso el español no se
casa con nadie, generoso con el extranjero, al enemigo abre las puertas▬
síndrome de la traición de don Opas▬, pero al cuñado no le habla por cuestión
de pleitos y herencias y al vecino ni buenos días.
Cree que España es lo peor, abomina de
lo suyo echa por tierra su idioma siendo uno de los más bellos del mundo, por
tierra. Pero la más grande de las naciones. Sobrevivió a veintiocho constituciones
y las que te rondaré morena.
El papanatismo nacional quiere que sus
hijos sean bilingües por eso manda a sus vástagos a estudiar a Inglaterra. Para que hablen “pichinglis”.
Andan al copo socialistas y peperos. El
Churches el “agambao” el pie valgo y los dientes cuajados de sarro se
entrega a lucubraciones guerra-civilistas. Dicen que está a sueldos de ese
semita húngaro que llaman Soros, mas vaya usted a saber lo que hay detrás de la
conjura. Esto huele a puchero enfermo.
Con sus proclamas los tertulianos
retumban y se hacen eco, y ponen al personal de los nervios. A mí me la bufan.
La mano que acciona el resorte de la diatriba
y los enfrentamientos debe darse por satisfecha pues contra las zurdas y las
diestras y esto es un guirigay de padre y muy señor mío y a costa de la peste
cunde la polémica. Todos quieren mandar. Todos saben cómo curar la pandemia;
parece que el diablo ha entrado en el convento.
Soy católico y libertario, aunque no lo
parezca. Por eso vine acá, a Alba de Tormes a besar el brazo incorrupto de
Santa Teresa. España, despierta.
continuará
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