LA CACHIMBA DE STALIN. LA TRIBU PERDIDA. KOESTLER Y CLANGORES DE GUERRA EN EL CAÚCASO

De judíos y de mosquitos, mejor no hablar, lo dice un viejo adagio árabe, y, como comprenderéis, yo no puedo caer en lña tentación fácil de antisemitismo, aunque anteayer se celebrara la fiesta de Santo Dominguito del Val, monaguillo aragonés que hoy es santo perdido, como la tribu perdida, la XIII, que se separó de la religión mopsaica y se derramó por el Caúcaso a la sombra de la cúspide del Monte Ararat. Además rezo los salmos casi todos los días de Israel que refieren la confianza en el Dios Único y la protección dicina en la lucha contra todos los perseguidos que en este mundo han sido. Uno en su modestia estará siempre con las víctimas, jamás con el verdugo pero el tema se ha puesto en la actualidad con esto de la rusofobia anticristiana, que esan perversa y abracadabrante como el antisemitismo secular. Se dice que Visarion Visaraniovoich Zhigasvili, alis Stalin el “batioschka” (padrecito)