MI PADRE MORIBUNDO
Estabas padre mío
tendido en el lecho del dolor cama de hospital que miraba a la lejana estatua
del corazón de Jesús
Cerro de Getafe donde
vivimos
Erizado tu cuerpo de
cánulas mascarillas y tubos
Dormido y en paz
contigo mismo
Tu frente blanca que
portó el casco de soldado en Teruel Brunete el Ebro y Novgorod
Tocaban silencio y
arriaban bandera en el hospital cuartel y en tu cara se dibujaba una sonrisa
firme te ponías
y un ángel bajaba
hasta la cámara llenando de luz la oscuridad de la UVI
Delante de ti el frente sin trincheras de la eternidad
tuviste una muerte blanca y te dormiste con una sonrisa para siempre
Pero oí yo el
retumbar de estruendos artilleros los gritos presurosos del cabo pieza agitándose
el volante del perfil de puntería
Disparos del quince y
medio
Los frentes el barro
en que dormiste las tiendas de campaña aquellas pulmonías
Ya se extinguió el
furor guerrero que nos llevó a la victoria
Ya se apagó el grito
de que la vida es milicia y que el ejército es una religión de hombres honrados
Por última vez admiré
tu cuerpo blanco envuelto en un sudario de hospital que se fue una amanecida
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