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lunes, 28 de diciembre de 2020

 

PUTAS CIBERNETICAS Y LAS CHICAS DE LA POLÍTICA.ÉSTAS SON PEORES. UNAS DAN AMOR. LAS OTRAS ODIO. GOOGLE ABRIÓ LA VEDA

 EROTISMO

Las navidades de la peste china la pasó el cronista en soledad asomado a la red y una hermosísima rusa bayadera cibernética estaba triste on Christmas Eve. Añoraba a su familia y no tenía para comer. Un toquen por caridad. No te lo doy. Irá a la caja del cohen explotador de mujeres. Internet es una sala inmensa y general para que berreen las damas sus orgasmos fingidos o fruto de la realidad viciosa de la condición humana. Espumas de lefa bajan como un río de leche por la crija de estas beldades irredentas enseñando sin pudor sus cufros, jardines de Venus sonrisas verticales cada una con lo suyo y con diversas formas unos grandes o pequeños unos blandos otros recios afeitados o a pelo todas abiertas de piernas. Es un locutorio general. Vale diez dólares una corrida, tres una mamada, diez si la modelo muestra otro apéndice de su cuerpo ora los pies o las axilas. Pobre muchacha rusa. Me impresionaron sus ojos de ajenjo aguamarina y su tristeza. Era una treintañera de singular hermosura que había aterrizado engañada en aquel lugar sentina de la masturbación que a su arte de bailarina no correspondía.

Sus lamentos su paciencia su humildad me recordaba los suspiros de una obra de Chejov. Hubiera querida ayudarla pero no sabía desde donde emitía su proyección seguramente desde alguna ciudad de Europa o desde Nueva York. También estaba encinta. Me hubiera gustado decirla que no matase al niño que portaba en sus entrañas, fruto seguro de una violación, que no abortara, lo diera en adopción. No pude. Estaba en un chat y había que dar cincuenta euros para parlar y yo no doy un duro para que se lucren esos judíos rusos que controlan las grandes mafias de la prostitución.

Hay todo un ejército de pimps y de macarras que recorren la rosa de los vientos para captar candidatas a la prostitución. Existe gran demanda; el mundo es un gran mirador poblado de johnies, gente salida y adicta a la droga del sexo Prometen a las pobres chicas el oro y el moro: modelismo en las grandes revistas en boga, pase de modelos en las grandes pasarelas una vida de lujo y de dinero pero las explotan en sus devaneos celestinescos.

La plata es para estos palanganeros sin escrúpulos. En Hispanoamérica organizan redadas por los barrios pobres de Lima o Asunción raptan a las niñas y una vez violadas las mandan a hacer la carrera a Tokio a Londres Amsterdam Madrid o Nueva York.

El lenocinio mueve más dinero que el tráfico de armas, pobre Natalia la bayadera de la red que lloraba porque en Nochebuena se quedó sin cenar. Me acordé de aquel personaje de Gogol que quiso robar la luna llena la víspera de Navidad y fue a casa del diacono a contarle su plan pero el maldito pope tenía encerrada a su novia en la rectoral.

No acuso ni condeno a nadie pero el erotismo y el hedonismo son hoy parte de la realidad virtual y real. Ocupan un espacio en imágenes explicitas que antes ocupaban el teatro y la literatura bajo la tiranía de lo explicito. Aquí la imaginación está demás. Se han abierto las puertas del campo.

 ¿El imperio de la lujuria? Tal vez pero convierte recordar que el ser humano es uno de los mamíferos y la carne arrastra bajo las leyes reproductivas del instinto. Dicen los ingleses: “Sex is in the eye of the beholder” (la sexualidad está en el ojo del que lo ve”. Así que tenemos una naturaleza contemplativa del mirón. Pero en la Red no hay metáforas aun a costa de trasgredir las normas del buen gusto y de refocilarnos en la mierda. En medio de la cual nacimos y envueltos en ella moriremos también. Para zafarse de tales inclinaciones todas las jocosidades se protegen con el escudo de los tabúes convencionales.

 En los tiempos victorianos verbigracia estaba prohibido utilizar las palabras dardos lanzas o escopeta debido a sus connotaciones priápicas. Ya en el siglo XV el Cancionero de Villasandino se burla del amor cortés cuyos suspiros melancólicos no valen para nada. Ya no es pecado decía un cartel a la entrada de la calle de la Ballesta en pleno distrito rojo de Madrid para zafarse quizá de siglos de represión a cargo del concepto del pecado, los protocolos eclesiásticos, el confesionario donde de jóvenes íbamos a descargar el saco de nuestros pecados casi todos imaginarios o de obra solitaria porque las neuronas reclamaban su parte y no dejábamos en paz a la mano.  Leopoldo Alas Clarín lo pone así: “era el amor donde uno ama por dos”. En casos extremos siempre estaba el recurso del lupanar y el encuentro con la generosa meretriz aunque luego vendrían los remordimientos de ser condenado al infierno o el miedo de contraer alguna venérea. ¡Ah qué simplezas, qué baticores, qué estragos! Nos educamos en el morbo de aquellos curas obsesionados con lo que llamaban pureza y las hermosas “modelos” de la Red nos han liberado siquiera sea ya un poco tarde.

Por ese cabo España tiene bastante que agradecer a Google aun contraviniendo las normas talmúdicas “no derramares tu semen en vano”. El sexo en el judaísmo ─lo ha heredado la moral católica─ tiene un carácter sagrado en cuanto herramienta de propagación de la especie. No ha de consistir en un placer. Es impura la lascivia un pecado cometido que reclama la purificación a cargo de un rabino, es el horror a la sangre menstruante que contamina tanto como la piel de un cadáver y nos contamina con la maldición del pecado original.

Las paridas habían de cumplir una cuarentena y acudir al templo para lavarse pasado un mes y diez días desde el alumbramiento.

Vivimos bajo el cetro de Eros y Tanatos. Las conmociones de ambos en el ser humano. La agonía es prima hermana del orgasmo. Esta hermanad se encuentra en los pliegos de cordel y en los cancioneros: cantos de siega, albadas, estribillos de romería, epitalamios o himnos de boda y sobre todo en el Romancero que es el libro más importante del mester de clerecía castellano. Dentro de estas coplas, liras, letrillas, sonetos, décimas y demás composiciones va escrito el mensaje del combate que libran la muerte y la vida. La juventud es efímera y la senectud se aproxima. En los albores del siglo XIX suprimida la Inquisición que había sido el muro de contención a la difusión de estos libros prohibidos del ingenio hispano como La Celestina o la Lozana Andaluza, Espronceda puede cantar a las morenas tumbadas en el lecho o que se editen panfletos como Fábulas Frutosóficas  o el Álbum de Príapo, El Arte de las Putas de Fernández Moratín.

Actualmente los de mi generación fuimos admiradores de Henry Miller “Trópico de Cáncer” o leímos a “Lolita” de Vladimir Nabokov. El censor no tacha la palabra teta y podemos hablar de crijas y verijas. Ya no van contra la moral. Ya no es pecado ponerlas en letras de molde sin peligro de ser expulsados de la sinagoga bajo la acusación de poetas sucios y burlescos. La lubricidad y agudeza de los españoles que se carcajean así de la muerte como del sexo, las dos caras de Jano, anverso y reverso, siempre fue proverbial. Glosando a Samaniego la Red se ha convertido en un nuevo jardín de Venus cibernético.

Cela en su “Diccionario Secreto” descubre una notable influencia judía en la siguiente jácara:

Estábase el Padre Ezquerra en la cuexca de Alcalá/cuando vinieron las hijas de Jodemás/ Allí estaba la Garulla, la Gangosa y la Peral con otras señoras de dudosa honestidad/Culillos la desmirriada acababa del llegar/ la que pasó por verruga un encordio (preñez)/ huera y gafa y sin galillo vino de Ocaña la Miza y puso la tienda del mal/ la Chillona que introdujo el sácala y el jurar/ y la primera que en Burgos puso la gatesca a real/ Ginesa culo de hierro/ la que enseñó a pregonar a dieciséis y raspado el gusto en el Arenal/ con nalgas atarantadas la berrenda de Roldán pasó plaza de alquitara y destilaba el lugar/Dice que es lo suyo a gritos la coche Carvajal/ por lo chiquito el rey moro y por los estrecho Gibraltar/ Todas estaban en celo avizorando un patán que en una mano las bragas lleva y en la otra el caudal/ Esperma lluvia os aviso que es bellaca enfermedad/ porque un zurdo estreñido menos vierte y dura más/ Porra que lo hace con pujo gusto y dinero nos da/ Que la que descarga chirle goza el pecado mortal/ dieronle sendos limpiones con andrajo de Ruán/ Y ella cobra por entero aunque él pecó la mitad sobre un cuarto navarrisco y en cuartillo por sellar /hubo araños y empujones y amenazas de rufián/ A los gritos salió el padre

Con ropa de levantar apurando la tajada con dos mendrugos de pan/ las niñas de la gotera en asomando la faz encaramaron las uñas y empezaron a chillar/ engarráfale el sombrero Culillos la de Roldán/ dos tiran de la pretina y otra le arranca el puñal/ las bofetadas que andaban donde las toman las dan/ los araños paga en coces que allá no se mete paz / la Paca segoviana de azar le hizo presa en el nones de empreñar dos dedos se vio de tiple y a pique de Florián/ “Pereceremos calderos dijo la paternidad llena la voz de migajas viendo revuelto el zaguán/ restitúyanle lo suyo trátese toda verdad/ vuélvanse los compañones y el engendrador pulgar/ soltó la Paca al instante la herramienta de pecar/en tortilla el cosquilloso en oblea lo demás/ y por el postigo afuera salió cual gavilán diciendo qué caro vende el infierno Satanás

Y esto ocurrió en la Venta Viveros

A la entrada de la ciudad de Alcalá

Un año del que no me acuerdo yo más 

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