EL SABLE DE MI PADRE
No la despliegues sin razón
Ni la enfundes sin honor
Ya se dijo
La cruz y la espada
Llevo siempre por bandera
Hijo soy y soldado de España
Defensor del derecho y la Ley
Nací quijotesco
A desfacer entuertos
Sin lucrarme
De las corruptelas imperantes
Cuando esos malandrines asedian
Papá, este espada
Que tú me legaste al morir
Porto en mi corazón
He sacado la cara por ti
Amada patria
Con la escritura y la palabra
Un periodista a rebalgas
Y a contrapelo
Pero España contra todos
Dijo Francisco de Quevedo
no sucumbirá
Juro que derramaré por tu honor hasta la última gota de mi sangre
Este afán espero
Evite que Tú, España, me lo demandes
Hoy escucho, patria tu aflicción
Me indignan los ataques
Vertidos contra mi bandera
Por ese lechero chaquetero
Que vistió camisa azul
Rivilla mandarín incombustible
De una taifa norteña
De este régimen procaz
Pertinaz
Broncas por todas partes
Alegatos leguleyos
Que va a lo suyo
Pero ahí está mi alfanje
Podrá cortar alguna que otra cabeza con su filo justiciero
Padre mío, requiem aeternam
En tu tumba duerme tranquilo,
capitán
ARRIBA ESPAÑA
06/12/2020
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