2o ENERO FABIÁN Y SEBASTIÁN DESNUDEMONOS
TODOS EN LA FE DEL REDENTOR
San Sebastián
eunuco de cristo
Bienaventurados
aquellos que no tuvieron comercio carnal con mujeres dice el evangelio.
Sebastián era pretoriano y confidente del emperador Decio, un apolíneo
legionario que fue bautizado en las catacumbas. Su martirio por asaeteamiento
el cuerpo desnudo las manos atadas a un árbol y ofreciendo el pecho a los
dardos ha sido motivo de inspiración a una extensa iconografía católica desde
el Renacimiento. Lo acribillaron los legionarios de su propia cohorte.
En él se inicia el culto al desnudo. Otros
santos aparecen ostentando muchos ropajes, barbudos, incoercibles, corticales
pero la mirada de este Apolo de Dios es alegre y humana. Constituye uno de esos
tantos enigmas con que nos sorprende el mensaje de la redención.
Hay muchas
moradas en la casa del Padre y este favorito de Decio, de cuyas inclinaciones
sexuales dudan poco los historiadores porque en las costumbres del imperio la
homofilia no estaba desconsiderada y se aceptaba parte como una realidad. Sin
embargo, Sebastián no quiso cambiar su lealtad al Emperador por la el del
Salvador, y tuvo una muerte terrible como es costumbre en los crímenes de
género en el ambiente gay: fusilado con dardos. Era la muerte más noble propia
de un centurión. A los criminales se los decapitaba y en el peor de los casos
se los crucificaba, siendo para los
romanos la muerte en la cruz la más ignominiosa.
Beati virqui cum
mulieribus non sunt coinquinati.
Nunca entendí
el amor de los efebos, no lo condono ni lo condeno pero la educación,
intelectualmente irreprochable, ofrecía aspectos oscuros. Ahora hay mucha gente
saliendo del armario,
Esta idea lao
expongo en MI SEMINARIO VACÍO que es
novela de tesis (ese horror a las mujeres y la disciplinaria de un culto
espiritual blandengue que acaso provenga de la paráfrasis del salmo que cito
arriba, extraído de San Juan, el discípulo amado del Señor) pero se trata de una realidad humana. La
iglesia sabe sacarle partida.
Esta fiesta
de purificación y de la desnudez
plasmada en el culto al centurión de una de las legiones que operaba en
Germania coincide con la del Bautismo de Jesús en la Ortodoxia rusa donde los
varones se sumergen en estanques de agua helada rompiendo el hielo al que se le
da forma de cruz.; dicha variante nos revierte al pensamiento de que dentro de
la diferencia de usos y costumbres las enseñanzas evangélicas nos conducen en
Oriente y Occidente por un mismo camino a la purificación a través de las
promesas del bautismo o por agua como el de los atrevidos bañistas moscovitas o
al de sangre derramada como el que expresa la mirada de San Sebastián
asaeteado.
El Desnudo fue uno de los santos más
importantes del cristianismo medieval. Se le proclamaba abogado contra las
enfermedades venéreas, antes que a san Roque.
El sida es actualmente una realidad. Invito a
los que lo padezcan que pidan curación de su amarga dolencia a través de la
intercesión de san Sebastián. Fray Justo Pérez de Urbel en su menologio hace un
perfecto análisis del significado de este patronato.
El centurión
romano, el pretoriano de Decio, llevaba tatuado a fuego el anagrama del
emperador que era su amante pero también el crismón y entre los dos amores se
inclinó por el segundo.
Con respecto a su compañero Fabián, poco se
sabe y no existe una estricta relación. Sólo que era africano y testigo de la
fe, 35 años después, en 285, según las actas, esto es: imperante Diocleciano,
del que era escolta.
Es un misterio por qué la historiografía une a
estos dos santos a la par a un arriesgándose al anacronismo porque entre los
dos mártires media casi una generación. ¿El mito de Cástor y Pólux cristianizado? Ambos cabalgaban el mismo
caballo y los dos eran hijos de Júpiter.
En cualquier
caso, se trata de una hermosa historia donde se funden la idealidad y el
perdón. De los que se emasculan por Cristo también es el reino de los cielos. Y
no de los que andan dandoise golpes de pecho y predicando el buenismo y diciendo Señor, Señor…
Aborrece el pecado y condena al pecador. Para
mí estos dos soldados desnudos reflejan la inescrutable sabiduría de la Iglesia
que contra viento y marea sigue siendo la barca de salvación. Aquí se revela el
divino rostro de Cristo. Un motivo para la esperanza.
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