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lunes, 29 de enero de 2018

UN ATROPELLO FILOLOGICO CONVERTIR UN DIALECTO EN LEGUA OFICIAL. A VUELTAS CON EL BABLE









EL BABLE LA "LLINGUA" Y LA MADRE QUE LES PARIÓ A TANTO BABAYU

 

Pues nada que la llingua ya es lengua. Liémonos a voces en bable babayu. Cada gallo canta en su muladar y el muladar asturiano anda un poco revuelto, atronando    quiriquies traérmelos aquí de concejales corruptos y políticos y políticas mal hablados con cara de palo.  Esas fulanas del "parlamentu", ese sanedrín con ínfulas de ordeno y mando, en cuyas poltronas calientan el culo nuestros vaivodas y caciques regionales no deben de haber echado un polvo en su vida y por eso nos joden a cual más.

Ya no ponen las gallinas y eso que por San Antón la gallina pon. Las mías no cacarean en mi corral, matólas el raposu. Y falemos despacín no nos oya el mío vecín.  Que no está el horno para bollos ni el alcacer para zampoñas. Bajan los jabalíes de la braña y hozan el patatar con sus poderosos focicus. Araronme el prau dejando en la hierba la marca de sus feroces pezuñas.

Han aquí la querencia de un revolcadero. Estamos perdidos. Los del Ayuntamiento vinieron y acabaron con el bosque de robles y laureles centenarios que daban sombra (en verano era un paraíso) a la sebe (oigan, bablistas, aprendan latín que sebe viene de saepes= cercado; en Santander lo llaman zarzo) y la otra tarde derramé lágrimas sobre el enorme tuero del viejo carbayo con más de cuatrocientas primaveras en su diámetro troncal.

En El Escorial  semanas atrás multaron a un paisano cien mil euros por talar una encina oneraria que le estorbaba su cerca, pero esto es Asturias esto es España y lo demás tierra conquistada. Así nos va ¡Válganos la Santina!

Se respira odio por estos pueblos tan bonitos Asturias que guapa yeras pero ha venido el separador quiero decir el diablo y los ojos miran con furia de revancha a la sombra de los burgos podridos y los viejos campanarios. Es el guerracivilsmo que no cesa los coletazos de la memoria histórica.

 Las aldeas están vacías a la espera de veraneantes. El hastial de la casona blasonada de los abuelo ostenta grietas ruinosas aunque el sol se refleja al ocaso todavía en los ventanos de la galería, el hórreo ancilar una maravilla de la carpintería de ribera lo descangayó un vendaval. Un vecín Dios le dé mal galardón las palmeras reales que trajeron mis antepasados de Cuba mandó talar. Decía que desde sus ramas se descolgaban los "ratus" y aterrizaban por sobre su bardal. Asturias está triste sin cigüeñas; nunca pasan la altura de Arbás, y los mozos se van, no hay trabajo. Es la generación del Alsa de Villalpando. Las chicas de la RTA estúpidos reportajes babayos  nos dan la murga cada  tarde empuñando un micrófono que a mí me recuerda ¡carajo! a las galas de Príapo y tengo al verlas malos pensamientos "a esas necias las hacía yo madres si me vagara" a ver si subía un poco la natalidad.

La vaca Marela tampoco pare. El bable, paisanos, digotelo yo que soy filólogo, no es lengua sino dialecto una versión cantarina del idioma que hablaban las mesnadas del Cid antes de subir la cuesta de Pajares a las tierras de pan llevar.

Allende tal, no es una lengua unificada porque se hablaba de forma diferente en cada valle y mira que en este Principado hay valles.

Todo anda un poco en regresión por culpa de los políticos a los que una mano negra está soltando pasta bajo cuerda. Dicen que es culpa de los americanos que nos quitaron Cuba y ahora pretenden arrebatarnos el principau.

Quieren, por de contado, con sus sandeces quitarle la razón a Nebrija. Aquel divino sevillano que se emborrachaba por los chigres de Alcalá: " La lengua es la compañera del imperio".

El objetivo apunta no solo a la destrucción de la convivialidad tan privativa del carácter astur, tambien al aniquilamiento de la lengua de Cervantes. Cataluña, pues, marca la hoja de ruta de los peligros que nos acechan. Acabar con el castellano es acabar con la más vieja nación de Europa. El odio por acá se administra en cápsulas de ignorancia y resentimiento. ¿Abocados a una nueva guerra civil? Todo es el odio de la teología del holocausto que pretende ese ricachón askenazi al que llaman Soros. Consigna: arrumbar las cruces, derribar las torres de las iglesias, echad los cristos a la hoguera dicen en su furia iconoclasta; lo mismo que asesinasteis al bosque del viejo camino jacobeo que pasaba detrás de la casería antes de que construyeran la vieja carretera. Furia infernal. Con todo y eso yo creo que Asturias un día resucitará. De alguna manera hay que ser optimista y entonar la monserga del "no pasarán"

domingo, 28 de enero de 2018

FRAY TOMÁS DE TORQUEMADA ERA UN JUDIO CONVERSO

Hay tres ramas en el judaismo: askenazis alemanes, polaks de Prusia oriental y sefarditas de España y de Holanda. Torquemada fray Tomás era un converso furibundo que mandó quemar a sus hermanos pero sólo en la primera época de la Inquisición de 1478 a 1492 después "se dulcifica". Yo creo que lo de Spanish Inquisition es una infamia. Los españoles no quemamos a la gente aunque los mayores objetivos inquisitoriales eran las brujas y los aquelarres. Un ejemplo el proceso al obispo Carranza, que pudo morir en la cama en Roma. In this quetion there is more than meets the eye. Ahora los judios han establecido una inquisición global y queman y oistergan a los que no piensan como ellos. Es el reino de lo políticamente correcto. El cristianismo fue una religión más transigente, pienso yo. Un ejemplo de lo que digo es Soros que está quemando paises y ahora tienme los ojos puestos en Cataluña

RUSIA NO ES UNA ONG. RUSIA HA VUELTO A VENDCER AL MAGNATE DEL GRAN CAPITAL

El magnate financiero estadounidense George Soros cambió de actitud hacia Rusia, según se desprende de una entrevista que concedió el multimillonario al periódico británico Financial Times.
Así, el magnate declaró que en Rusia se produce el "resurgir de una potencia", al tiempo que calificó a la UE de "organización al borde del colapso".
George Soros, multimillonario estadounidense
© AFP 2018/ Brendan Smialowski
Pero lo curioso es que en esta entrevista, Soros, que había sido tradicionalmente crítico con el Kremlin, no lanza amenazas contra Rusia y se comporta como si solo fuera un "luchador por la libertad ofendido".
Pero —irónicamente— las declaraciones de Soros solo benefician al presidente ruso, Vladímir Putin. Si un actor político tan poderoso como el magnate norteamericano se queja de la eficacia de un supuesto ataque de Putin contra su organización, entonces el mandatario ruso es mucho más poderoso que cualquier otro líder europeo, opina Iván Danílov en un artículo para Sputnik.
Más: Soros, 'autor financiero' de las caídas de gobiernos en todo el mundo
Al igual que la Casa Blanca, Soros acusa al Kremlin de intentar acabar con el orden mundial. De este modo, las declaraciones de Soros acerca del resurgir de Rusia son de hecho un "revisionismo", desde el punto de vista de Washington, ya que tanto Moscú como Pekín figuran en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EEUU como "potencias revisionistas" que desafiaron los intereses del país norteamericano y la hegemonía de Washington. Asimismo, de acuerdo con EEUU, Rusia "murió" tras perder la Guerra Fría en 1991, y esta es la razón por la que el renacimiento del "adversario derrotado" causa pánico entre algunos políticos occidentales, afirma Danílov.
Hungarian-born US chairman of the Soros Fund Management, George Soros
© AFP 2018/ Eric Piermont
De acuerdo con Soros, es el "nacionalismo" la principal razón del renacimiento de Rusia. No obstante, Danílov defiende que se trata de patriotismo, aunque este sentimiento suele equipararse con radicalismo en caso de que alguien no se someta a las órdenes de Soros. El autor destaca los apocalípticos presagios del multimillonario en 2017, que predijo el colapso y posterior disolución de Rusia.
De este modo, Putin se convirtió en una "mala compañía" para los políticos europeos, puesto que es capaz de mostrar que hacer frente al 'establishment' estadounidense —en particular, a Soros— puede convertirse en una manera de obtener ciertos beneficios geopolíticos e incluso simpatías por parte del electorado. De hecho, el líder ruso se convirtió en el "primer populista europeo" e inspiró a políticos como el húngaro Víktor Orban o la francesa Marine Le Pen.
Lea más: ¿Quiere George Soros islamizar Europa?
Pese a que, tras la llegada al poder de Emmanuel Macron, el llamado "euroescepticismo prorruso" empezó a perder terreno, es Soros quien afirma que la Unión Europea está al borde del colapso. Y podría tener razón ya que tiene acceso a los niveles más altos del 'establishment' occidental, asimismo, ya no puede esperar a que la economía rusa colapse en un futuro próximo, señala Iván Danílov.
George Soros, multimillonario estadounidense
© REUTERS/ Ruben Sprich
Así, según las previsiones del banco estadounidense Goldman Sachs, la economía de Rusia crecerá incluso más de lo esperado por el propio Gobierno ruso.
No obstante, tras el fracaso de la 'guerra relámpago' económica contra Rusia, sería mejor que Washington hiciera todo lo posible para llegar a acuerdos con Moscú, defiende el autor. Pero debido a la cantidad de dinero y tiempo invertido en el mito mediático de la supuesta "amenaza rusa", parece que este escenario es todavía lenjano.
En cualquier caso, tarde o temprano los políticos occidentales tendrán que reconocer que Rusia no solo no se va a desintegrar, sino que incluso reforzará sus posiciones en el escenario mundial, concluye el autor.

hitler y los separatistas catalanes


CATALUÑA ÜBER ALLES. HITLER Y EL TRIPARTITO.
Antonio Parra
No me rindo. Perder una batalla no significa perder la guerra ni la tolva puede ser mayor que la muela del molino. Seguiré disparando desde mi tronera del alcázar asediado. No entrego la cuchara, venga; ni puedo renunciar a mi cita con mis lectores a los que me debo en esta página gracias a la cual he encontrado a lo que más quería semanas atrás. Mi dulce resplandeciente Helen the shining one mal que les pese a las de la Cuerpa y a los pesquisidores e inquisidores/as de una y otra lección. ¿Opus? ¿Opas? Dejémoslo pero me llegan noticias de que nos leen hasta en Jerusalén que es una ciudad difícil, como todas aquellas en que, a diferencia de Córdoba, hay menos tabernas que librerías. A Nueva York le pasa tres cuartos de lo mismo. Ya saben por qué ahora que se acerca el Miércoles Santo que me recuerda el llanto del Salvador a la vista de sus muros. Et flevit amare.
Lloró amargamente y también yo. Viva don Luis de Góngora que fue el que dijo Córdoba ciudad bravía más de mil tabernas y una sola librería. A mí me gustan en verdad ambas cosas y palabra que no concibo que pueda existir lo uno sin lo otro porque en mí siempre entreveró lo dionisiaco y lo apolíneo.
 Llanto por España en lesión, estatuto prostituto, y tripartito finiquito causa de su fractura. No importa. Mi patria vencida y desvanecida me refugiaré diablo cojuelo entre las lomeras y tejuelos de mis libros. Mi patria al fin y al cabo no es una espacio físico sino un sueño, ese fervor que surgió al pairo de un lema tanto monta, monta tanto, un cuscurro de pan, algo del sol de España y un jarrillo de vino asumiendo las recomendaciones del Talmud de las que se apropia el Loyoleo: en tiempo de tribulación no hacer mudanza o de otra manera cuando te aflija tu destino, ora, llora y calla.


 
Pues estos días de atrás anduve sumido en la lectura de un colega catalán, Eugenio Xammar, corresponsal en Londres y en Berlín para La Veu de Catalunya ferozmente nacionalista y filonazi. Él y Jospeh Pla entrevistaron a Hitler al alimón. El libro se titula El Huevo de la Serpiente nada menos y nada más pues nos viene al pelo en los tiempos bíblicos por los que transitamos y España escuece de separatismos o acaso acaba de sonar la hora de los finiquitos y se acabó el sueño dorado que contemplaron Isabel y Fernando con la fusión de las barras catalanas con el pendón moradillo de los castellanos.
El reino más antiguo y la nación con mayor abolengo del cotarro europeo se descolocan hasta convertirse en una huella en la historia, un polvo de estrellas del pasado.
A la independencia catalana seguirá la de Vascongadas y por fin llegarán los enxebres del Bloque y quien sabe si hasta Asturias dejará de ser España lo que implica una contradicción in  terminis. Al igual que la de los vascongados (dicen que son la tribu perdida la XIII y por eso dan tanta guerra) pero ese postulado nos llevaría a más minuciosos y complicados considerandos.
En fin que estamos en el Año de la Bicha. La lectura del Huevo de la Serpiente me ha recordado ciertas deducciones gnósticas a las que de siempre fui aficionado. Si se suma con lectura xilográfica (de izquierda a derecha) el guarismo del año 2006 que nos acontece el computo sería el del ocho número áureo y si le suman diez daría 18 que es el total de la Anosmia el innombrable 666, esto es 6+6+6=18.
El libro de Xammar don Eugenio amén de explicar cómo se produjo la construcción de aquel mito llamado Adolfo Hitler por quien no oculta sus simpatías así como ciertos reparos ▬era un cuarterón▬ al que los Rotschilds eligieron para salvaguardar sus intereses. La casa Krupp y el industrial judío Thyssen Bornesmizza de origen húngaro y que cuando los nazis perdieron la guerra estableció en Villaverde la casa Boetticher, su viuda anda por ahí atrayendo atenciones y visitas de la prensa de bulevar (dice que era un Agenio nacido para ser retratado).
 Las crónicas del corresponsal de La Veu en Berlín destilan hispanofobia hasta el punto de sentirse ofendidos tanto Pepe Plá como él porque como representantes de la Generalidad y de la Renaxensa fueron invitados a un homenaje al Quijote.
Plá luego se desciñó de aquella exaltación catalanista y la prueba es que durante el franquismo fue uno de los escritores más publicados y tenidos en cuenta como firma habitual del grupo Destino.


 

Xammar, al contrario, permaneció acérrimo en sus principios. En sus ideas a favor del nacional socialismo a mí me parece que rompe a cantar el himno del Deutschland über alles a lo largo de las trescientas páginas de este texto que he leído con melancolía porque me recordaba terrores aciagos. Alemania por encima de todo y de todos. Cataluña, racista, con mejor RH, la mejor butifarra, que es lo mismo. Era la cantilena bajo cuya banderas tremolantes marcharon de las juventudes hitlerianas, una especie de Els Segadors a la alemana que entonaron el otro día a las puertas de la Universidad de Tarragona los radicales de Ezquerra.

Cuando emana la conciencia de superioridad de un pueblo, de una raza, de una lengua sobre otra, ya la tenemos preparada. Vienen los autos de fe, las Kristall Nachte y los terrores que acometen a ciertos ciudadanos de sentir español en Reus o en Euscalerría y que andan con el miedo de las Estrellas Amarillas de los años treinta.

 

Luego vendrán los edictos de expulsión y los KZ y en ellos, un viejo superviviente de Auschwitz me lo explicó, los más temibles eran los soplones, y sobre todo las gobernantas. No hay cosa más temible que una mujer cuando le colocas una cruz gamada o a una miliciana cuando le ponías en las manos un fusil. Y a mí me parece que algunos del Tripartito lucen la esvástica nazi (ese churro amarillo en la pechera de los secuaces del Puigdemont) en la solapa lo mismo que algunas de la Cuerpa pechugonas el látigo, los tirantes y las polainas de Portero de Noche. Terror catalanista. Terror feminista hombruno y nada femenino. Las guardesas de los campos han vuelto a asomar la oreja con su gorra de plato y su chulesco ademán no sabe con quien está usted hablando oiga. Esas fucsias haciendo el 69 en una silla.

 

 Terror milenarista al fin y al cabo. La libertad se aleja y prevalece como una nube ventolera paseándose por la planta en actitud conminatoria el fantasma de la mentira. Este 2006 puede ser un año traumático. Estaba escrito. Hagan rueda y háganme caso.

 

▬ Y qué le dicen, don Verumtamen, sus amigos talmudistas?

 

▬Que zionismo y feminismo nada tienen que ver con Israel. Es el Interpuesto que usurpa su voz que es la voz de los profetas.

 

▬Cierto nos quieren robar la candela de nuestros candelabros. Es un intento tan vano como descabellado como hurtarle el fuego sagrado a los dioses.

 

Tengamos esperanza.  Spain awake. Despertad todos de un jodía vez. Mañana amanecerá, tovarich.

 

 

viernes, 26 de enero de 2018

LA SACRAMENTAL O EL CEMENTERIO SIN RELOJES









Don Juan de Mañara reposa la cabeza meditabunda sobre la mano cansada frente a un nicho con nombre de mujer y detrás viene Ciutti el paje portando el brial de doña Inés. Escenas de amor baldío en el cementerio. Místicos cementerios españoles embebecidos de romanticismo que no son más que ruina y reliquia del pasado. Majestad solemne y oasis de silencio en medio del crepitante bullicio rodado de la M-30. Cruces y capillas vacías, aras desplomadas cabe los cipreses. Todos querían que les enterrasen en sagrado y éste es precisamente el origen de la Iglesia Latina y de la Griega: el culto a la otra vida. Las donaciones pro ánima, libranzas, mandas y bodigos. Otorgo en testamento que me digan misas gregorianas. De estos sufragios vivían monasterios y parroquias. Oh queridos muertos que fuisteis origen de tanta vida. Sólo a partir del siglo XIX que fueron prohibidas las inhumaciones en los recintos eclesiales. Los cementerios que recogieron la tradición medieval del calavernario cristiano y de la almacabra muslímica son productos de las medidas higienistas de los enciclopédicos ilustrados. Empezaron a utilizarse cuando son abatidas las murallas y fueron decretados los ensanches por los concejos medievales.  
-Recalificando estos terrenos al otro lado del río-observa el amigo banquero de la city que es un púa- para construir pisos de lujo nos haríamos millonarios, Parrita.
-¿Y dónde echaríamos a los muertos, si se puede saber? ¿Al osario?
- A eso los quemábamos que igual les da. Ya no protestan.
-Pues a lo mejor el Gallardón se lo está pensando. Con sus delirios de grandeza quiere convertir Madrid en una hiper megapolis. Hay que ocultar los muertos a toda prisa pues la muerte, tan humana, a estos mindundis y munícipes les resulta obscena. Fundemos grandes crematorios bajo tierra y en las viejas sacramentales de los barrios “transmanzanarinos” hagamos apartamentos. Al oro de este siglo lo llaman poner ladrillos. Con ellos van a construir la torre de Babel que luego se les quema.


El vivo al bollo. Camino de la huesa los especuladores echaban cuentas. Nadie guarda luto por el Tenorio en este país de Celestina. Se nos va la fuerza por la boca y los dineros en putas. Y nos morimos a la californiana. Anónimos mutis por el foro. Hay que irse sin meter ruido. Ya nos amordazaron hace tiempo. Oí la siguiente conversación el otro día en el bar de los viejos:
-Parece que Florentino no viene a jugar la partida desde hace unos cuantos días.
-Anda leche. Como que la palmó el otro miércoles.
Hablando de Roma por la puerta asoma y hablando de Florentino ya está dando malvas.
-¿Quién fue a su entierro? ¿Quién le cantó el gorigori?
-Nadie. Estaba separado. Su mujer se fue con un negro y no le podían ver ni los hijos.
Todos nos quedamos un poco de cuerpo presente pero al poco rato siguió el tute y los tahures continuábamos barajando.


 Venimos a honrar a Larra pero no encontramos su sepultura por ningún lado. Antes, damos vista a la de Zorrilla que es el padre de esta cultura necrófila de nuestra tradición castellana de la cual no quieren saber nada los nuevos españoles tan vitalistas que han optado por ocultar la muerte y maquillar a sus muertos en velorios funcionales. Comen como cerdos, copulan como simios, utilizan la inteligencia militar para solventar viejas cuentas pendientes entre vecinos, ha vuelto a los patios y a las oficinas el viejo delator de la Inquisición, en vez de parar los pies a los moros y a los etarras con la bomba, se asesinan a la sombra de Caín pues nacimos en país de rencores y mueren como herejes sin dar un cuarto al pregonero. Y luego nadie les llora. No quedan plañideras de oficio. La muerte no vende excepto para tus enemigos que se mueren de ganas por ver tu esquela en el matutino, o los especialistas en obituarios que forman sección aparte en el nuevo periodismo, según las nuevas modas impuestas por el gusto del imperio y las pautas de la cultura urbana. Don Emilio Romero Maestro nuestro que se murió otro trece de febrero, ya digo, lo mismo que Ramón Gómez de la Serna, no tenía por costumbre ir detrás del coche de respeto en ningún entierro. “Por no ir no iría ni al mío”, le escuché decir, y en paz descanse, una vez con esa sorna de las Morañas, capital Arévalo, que Dios le dio. Tampoco yo, pero a la fuerza ahorcan, Director, dondequiera que estés.
A todo esto, José Zorrilla se reveló como gran poeta previamente en el sepelio de Larra. Leyó unos versos en los que suena la campana del romanticismo como movimiento literario y algunos entusiastas de la literatura lo pasearon por la calle de Alcalá a hombros.  Aquellos sí que eran tiempos. Un buen soneto te labraba un porvenir. Escribir puede que siempre sea llorar en este país pero don Mariano José Larra creo que se quejaba demasiado porque en contra de lo que suele ser pauta por estos tesos ganó muchos duros con el ejercicio del periodismo. Supo sacarle partido a la literatura. Un genio precoz y con buen golpe de vista. Ahora, verdaderamente escribir, siempre para el cajón sí que es llorar. Y a lágrima viva. Este oficio siempre estuvo en colusión con el de la prostitución. Ya lo decía Romanones: pasen los periodistas y coman. Pero ahora el correlativo es mayor que nunca. O si no miren para la caja tonta y observen soporíferos el interrogatorio de las anacondas de la alcahuetería nacional que se sientan mesa camilla frente a un famoso previo pago de millones y destripan su vida íntima. Aquí ya nadie tiene pudor. Se dicen periodistas todas esas/esos/sexos/epicenos pero no viven del noble oficio de la información sino de la tercería arrimando putas y violadores mandingas al cajón contando sus amores con la peluquera del negro que acaba de descender de la patera. Como se refocilan, como hozan llevados de su morbo. Es febrero y ya macha el ajo la cigüeña en los altos pabellones.


 Navas se echó el enésimo pito y qué bien sabe y huele en un lugar como éste en medio de los que han dejado de fumar un cigarrito. Brindis al sol pues se piensan los enemigos de la venganza de los indios, tan repugnantes en su anti tabaquismo como recalcitrantes antaño en el vicio, que dejarlo les hará inmortales. Sí. Sí. No cometas, José Luis, la tontería de abandonar el humo como  he hecho yo.
Las que sí que lloran son varias mujeres de piedra que hacen cordón en torno a la sepultura de don Ramón de Campoamor. El autor de las “Doloras” era un caso con las mujeres ¿Qué las daba el vate de Navia? Pues a Castelar le pasaba lo mismo. Poseía un atractivo especial para las féminas sobre toda ponderación. Debía de ser cuestión de piel. O de centímetros. Hasta muchos años después de su muerte siempre podían verse flores en el lugar que estaba enterrado. Y este lugar de la sacramental de San Justo podría ser un parnaso o un Olimpo, o formar una tertulia con el maestro de Pombo. Larra decía que España vive en el café que es el mejor lugar del mundo para perder el tiempo y darse ínfulas. Pues aquí tenemos a todos nuestros ilustres de cháchara en el café de la eternidad donde los pincernas son los verdaderos ángeles de la palabra y cuya única libación es la ambrosía, una borrachera feliz sin resaca. Las palabras no suenan, las hojas de los árboles no se mueven, son difuntos, pero eto es una invitación a que lean por favor a todos los románticos del siglo XIX.
La estatuaria de algunos sarcófagos está que da pena. Una mujer aparece desnarigada. A aquel ángel le quebraron un ala de un cantazo y esa pobre viuda desconsolada luce el orificio de una bala de máuser que atravesó el moquero con que jugaba las lágrimas por su marido mientras suspiraba con alivio, ya pasó todo, y miraba alegre para el horizonte.  La viuda rica que con un ojo llora y otro repica. Se parecía un poco a Laurita Valenzuela que mejoró bastante de aspecto cuando murió el pobre Dibildos y cuyo riguroso luto la hace más atractiva y lleva ya muchos años sin ponerse de alivio. A los lutos le saca pelas.


 Clarín, que en  muchos aspectos supera a Larra que como buen afrancesado era seco, frío y descarnado en acuidad, sarcasmo y ternura, describió la escena del pobre marido  que apenas la espicha ya sabe que su mujer se va a ir con otro. Clarín no está aquí, en este panteón de Ilustres. Está en un recodo del cementerio de San Salvador de Oviedo. He acudido a ese triste monte al pie del Naranco un par de ocasiones.
Por este lugar pasó la guerra civil. Algunos salvajes la emprendieron a tiros o a martillazos contra estos solemnes ejemplares del arte de Fidias por inquina a los burgueses. Pienso en la dama que asiste a su marido en el último momento ataviada  a la moda fin de siglo con miriñaque y polisón. El hombre se muere sobre sun sofá, reclina su yerta cabeza sobre un almohadón cuyos pliegues recoge el mármol esculpidos casi con mimo, y la escena forma un conjunto de perfecciones esculturarias como no se hayan visto jamás en el vaciado del género fúnebre.  La escena es de un singular patetismo. Es el instante perfecto de la última agonía, del último suspiro.
 A uno se le encoge el corazón ante tanto epitafio pero mientras Navas acaba su cigarrillo y yo canto el responso gregoriano que ha sonado millones de veces, cuando teníamos Iglesia verdadera y no tanto Wojtyla, dentro de este recinto años y años hasta que vino el puñetero concilio, una banda de gorriones juega bajo la sombra de un ciprés y cerca de una cripta cineraria que tiene forzada la verja de hierro y un altar se ve profanado allá abajo, como si tal cosa. Se conoce que el sitio tiene frecuentadores poco recomendables, los amigos de lo macabro, los profanadores sacrílegos y aquellos que se ciscan sobre las lápidas, le dan al botellón, coitan o invocan al Príncipe de las Tinieblas a lo furtivo. Están muy de moda las misas negras donde se invoca a Belcebú.
El señor del Bilbao Vizcaya sigue a lo suyo; es  el que con buen ojo clínico dice que estos terrenos recalificados valdrían un potosí, y él, que estuvo de delegado en Londres, no habla a humo de pajas. Nos explica cómo él ganó pelas a porrillo cuando la devaluación de la libra esterlina el año 67. Ya ha llovido. Tuvieron la culpa los gnomos de Zúrich. Muy perspicuo nos salió el renovero. Cabe recordar que los Rothschild mediante una banda de palomas mensajeras de la primera agencia Reuters que llevaron a la city la noticia de la derrota de Waterloo, dándole aviso para comprar a la baja, basó entera su fortuna.


 Hablar de tales menudencias entre gente que ya no cotiza y entre toda esta panda de millonarios que yacen por estos nichos, es una forma de espantar el cenizo y conjurar la presencia callada de los “muchos” en esta inmensa Casa de Todos. Siempre impone ir pegando tumbos sobre las tumbas aunque sea en una mañana diáfana como esta que sólo da Madrid cuando se barrunta casi la primavera y a una hora tan solidaria como es la del vermú.
¿Dónde cantarán a estas horas los gallos de don Emilio? ¿Desde qué bardales del alma alzarán el grito? No pisaba un camposanto jamás. Ya se sabe que por fuerza o de grado todos hemos de asistir a un entierro. Al nuestro. Antonio D´Olano, colega y sin embargo amigo, piensa lo mismo. Como buen gallego también le tiene una cierta prevención a la Santa Compaña. ¿Cómo estás, príncipe? He perdido veinte kilos. ¡Qué barbaridad. Este paisano de Fraga y del cardenal Rouco  siempre tuvo fama de parlamentar con mucha retranca y nunca sabes si sube o baja. Ahora siempre que ve a uno le larga qué barbaridad, su actual coletilla.
Por fin dimos con la dichosa tumba de Larra. Allí nos presentamos con nuestras flores, nuestras cámaras y nuestro silencio. Amestoy temblando su voz en un papel leyó su maravilloso padrenuestro del periodista. Sí; que Larra esté en los cielos, que nos aguarde allá mucho tiempo y que nos perdone nuestros plagios. Las nueve musas debían de escuchar con unción la dulce plegaria laica- pues en laicos tiempos vivimos- del querido Alfredo, un seductor de la palabra hablada y del gesto por la televisión. Nadie le ha superado en ese difícil arte de la comunicación a este vasco de la melena rebelde hoy algo canescente pero tan fuerte y tupida como entonces. Viva la literatura y que sigan volando sobre nuestras cabezas las nobles becadas camino de Basauri y todos esos nobles pájaros locos que envió hacia Castilla la noble, la acérrima Vizcaya.


Los del 98 se acercaban hasta aquí con sus versos y nosotros queremos volver por donde ellos solían a suplicar la libertad de España. Nosotros somos de una generación más modesta, los del 68, pero tan empecinada o más que nuestros predecesores los cuales no hubieran de bailar con una tan fea. Somos los locos chiflados de Larra, los desfacedores de entuertos, los que adarga en ristre pugnamos contra los zaguanetes malandrines que han tomado al asalto el templo de la libertad, esos predicadores de la uniformidad del pensamiento único.
Recordad que no sois más que ceniza. Aquí yace media España; murió de la otra media. ¡Qué cosas! Esa frase sólo se le pudo ocurrir a un genio que leía el pensamiento encabritado del alma nacional anticipando el futuro guerracivilista y frentepopulista. Ahora, a efectos del pensamiento totalizado, no quedan dos Españas. Están muertas las dos y el Pensamiento Único las vela de cuerpo presente. Han fusilado unos cuantos millonarios y unos banqueros que traen del ronzal atraillados a iconos de la imagen y los hacen pasar por periodistas a la alegre libertad. Pero de pronto un pajarillo sobre el tejado de un panteón rompió a cantar. Milagro. Todavía no es primavera. Si yo fuera Larra - y por poco no lo soy por algo tan baladí como una triste consonante inicial de nuestros apellidos- escribiría La Nochebuena de 1836 o Día de Difuntos. Me atendría a las enseñanzas que nos legó el maestro: ser liberal, no vocinglero; literato y no pedante; escritor y no amanuense de las ideas que me dicta el marketing; seguir el camino de la recta razón y de tu conciencia.
-Pides la luna, Parrita, en estos tiempos que vivimos
-Pura deontología profesional.
-Pero ¡qué dices! Esas palabras largas de raíz greca no las entiende ni su padre. Hay lectores que se quejan de no saber lo que es la locución adverbial ad hoc. Eres un iluso. Además, escribes largo y sesquipedal.


-Yo escribo como me da la real gana. Si la gente no sabe castellano, si cree que basta con sacar oposiciones para obtener un curro y tumbarse a la bartola, eso forma parte de la incuria nacional que tanto fustigó Fígaro. Soy un estudiante perenne. La curiosidad me mantiene vivo. No me preocupa si desean ahorcarse o quieren seguir tirando de la collera. El personal se ha vuelto muy burro. Es su problema. Fuera de eso, vivimos en tiempos complicados y las explicaciones no han de ser sucintas. Puedo hacer entregas más breves, casi mínimas, pero no me lo pide cuerpo. El que me quiera que me compre. Quien me conozca que me siga. Eso, por contera, era el vicio que me achacaba Luis Foix, ese catalán que se pasó la vida refritando al “Times” y yo no refrito nunca. A lo más, le doy la vuelta a las informaciones. Desconfía y atinarás. Pero ni Foix, las butifarras, ni todo el Opus ni toda la Escuela de Navarra me enseña a mí periodismo. Yo busco la excelencia. A pulir el idioma me enseñaron los americanos. Acaso la mejor enseñanza que saqué en conclusión del tiempo de marjales de Staten Island. En Manhattan aprendí a trabajar la prosa como hace el New York Times. En aquella orilla me convertí en picapedrero de la palabra, un oficio que tiene tanto que ver con el de orfebre. Cejas altas soy. ¿Me sigue?
-No. Lo tuyo hubiera sido dedicarte a la filosofía.
-La vacante está cubierta por los hijos de Julián Marías y otros aristarcos en adobo que tratan de explicar lo que ocurre en nuestros días.
-Pues que le den por el saco. I am number one. El Luis Miguel Dominguín de este ruedo virtual. ¿Se entera?
-Joder con el tío. Encima de chulo, entrometido.


Embelesados en estas consideraciones y tuteos alcanzamos la salida del lugar y otra vez nos perdimos. ¡Vaya un día! A la puerta intenté restregarme la albardilla de un osario que se me había pegado a los zapatones. Según la ley de Moisés, el que toca un cadáver se vuelve impuro pero yo no toqué un cadáver aunque esté rodeado de cadáveres ambulantes todos los días. La muerte os hará libres, “Arbeit macht frei” que era lema de los centros penitenciarios nazis. Había un letrero en el dintel que no quieren mirar muchos pero que yo vi y era cifra y compendio del Läger. Al final, siempre nos aguarda un campo de concentración. Tod macht  frei. Un aire colado subió desde la panza oculta del Manzanares. El sabio en su retiro y el villano en su rincón. Nuestra norma de vida. Soy periodista. Paso la mayor parte de mis días escribiendo lo que no pienso y haciendo creer a los demás lo que yo no creo. Haz lo que yo diga y no hagas lo que yo hago. ¡Vaya un cura! Sí, señor. Nuestro oficio tiene algo de sacerdocio pero empezamos a hacer curas que ofician el sacramento de una religión muerta, la de la libertad. Lo que admira uno en Larra es su sentido de la anticipación. Dijo que el periódico es el mejor archivo de los conocimientos y si hay en este siglo un modo de ser ignorante es no leer ningún periódico. Debería de estar pensando en Internet.
-Un momento. El conocimiento allega dolor.
-Pues también es verdad. Los más felices de este mundo, los analfabetos. Pero, Larra, anduve tus mismos pasos. He ido mucho a misa a la iglesia del Desnudo donde usted se casó con Pepita Wettoret un 12 de agosto de 1829 a la que dejó por Dolores Armijo. Y reclino la cabeza junto a un libro como el Doncel de don  Enrique el Doliente una novela autobiográfica que retrata esos amores y que va Leticia y se la regala a Felipe como arras de pedida. Es lo peor de tu producción porque Larra no eras novelista o al menos no se te desarrolló el instinto narrativo pues moriste en la mocedad. ¡Qué cosas! Aquellas guerras carlistas te hicieron suspirar por la dorada edad media de la misma forma que yo trato de ignorar las bombas de eta y el berenjenal de la política española con sus farfollas y enrevesamientos que sólo entienden masoquistas y mentes revesadas. Trabajo entre una víbora y una culebra. Llego a casa y me ladran las tres trujillanas que guardan mi solitario jardín. Destinos bien similares, pero te garantizo que por ahora no pienso pegarme un tiro.
-Lo que os pasa es que sois unos pardillos. Que vais para viejos que vivís una vida indolente y oculta.
-Cuidado no me mientes la bicha, que lo que yo digo va a misa. Después de tiempos vendrán tiempos. Estamos viejos, achacosos, fondones pero nuestro espíritu es joven. En la ilusión seguimos siendo misacantanos seminaristas.
-Eres un filosofo. ¿Por qué escribes? ¿Para guardar en el cajón?


-Soy masoquista. Además, en este país nunca se sabe lo que puede pasar. Cambian muy de golpe las tortillas.   
Pusimos fin a estos coloquios y deliquios en una reunión de hermandad en un chigre del Puente de Segovia y allí iba a saltar una anécdota digna de la pluma de nuestro homenajeado. Era un bar regentado por uno gallego, no por uno de esos gallegos finos de Puentedeume o de Mondoñedo como es Olano, sino por un gallego chambón, de esos brutos afiladores orensanos que luego se metieron a cantineros del mandilón. Por unas raciones de pulpo, algo de jalufo y unas cervezas nos clavó 22 euros por barba. Al salir montó en cólera contra nosotros.
-Se estuvieron ustedes riendo de mí.
-¿Por qué?
-Estuvieron más tiempo del convenido y, además, arrimaron las mesas más de lo conveniente.
- Carallo ¿Y?
-Esta comida en otro restaurante les hubiera salido a más de dos mil duros cubierto.
-¡Qué barbaridad!


Amestoy, al que todo el tiempo le estuve observando por la elegancia con que sabe tomarse un ribeiro (al vino como rey y al agua como buey y él tiene gestos de señor) de la misma forma que aguanté a Antoñito D Olano hablar mal de todo quisque, una atavismo suyo, miraba para el ventero gallego que nos apostrofaba hecho un energúmeno con cara de circunstancias. Era una supina contravención de la ley de las tabernas, tan importantes entre nosotros, las normas de la hospitalidad y las reglas de urbanidad que mandan dar de comer al hambriento y de beber al sediente y reparar las fuerzas de los que acaban de venir del funeral por aquello del muerto al hoyo y el vivo al bollo. Como para partirle la cara, vamos. Pero en vistazoalaprensa.com siempre tan altruistas dimos callada por respuesta, pero el tipo en otro figón hubiera sido acogido en sus monsergas con otro tipo de respuesta más contundentes. No se puede pisotear el derecho de los que van a los figones de esa forma. Y Larra, cuyo humor satírico revoloteaba por los alrededores, se hubiera despachado con uno de sus certeros artículos a la media vuelta. Esto no cambia. Seguimos viviendo entre mesoneros, mozos de cuerda y ninfas del cantón me refiero a las televisivas inalcanzables claro está pues las otras hacen siempre la vida más llevadera. ¡Qué país! Volveremos a vernos el año que viene otra vez en Jerusalén digo en la sacramental transtiberina. Esperemos no perdernos por entre los arriates de cipreses y las hileras de nichos.¡Viva Larra! A la pocilga del jalufo y del gallego mal encarado y transmanzanarino fronterizo no volveremos. Nunca mais. Por estas.
Entre candar el sepulcro del Cid con siete llaves y abrir la tumba de Larra pienso al revés que Ernesto Gimenez Caballero que lo que cumple aquí es levantar la losa de los dos sepulcros. La España heroica y la liberal. A ver si así dejamos correr un poco el aire. Falta nos hace. 
Antonio Parra
26 de febrero de 2005


jueves, 25 de enero de 2018

O WHEN SPAIN RULED THE WAVES ¡ VIVA DON JUAN DE AUSTRIA!


DON JUAN DE AUSTRIA

 

¿De la cortesía catalana qué se hizo? He aquí un país encabronado por el esperpento mediático de  un malos pelos que quiere ser nombrado presidente no por un propio sino por video conferencia chúpate esa mientras los tertulieros rebanan comentarios el cuento de nunca acabar y ahí está mi amigo el pireso un BAUDILIO Jauregui aplaudiendo con  sus democráticas  orejas sacando petróleo. Al plato vendrás arbeja.

Cataluña era el archivo de la cortesía lo dijo Cervantes. Y ahora quieren hacerla un a grandes y libre y republicana. Fue la base naval de la flota. Fue en aquel entonces cuando todas las pubilas de la Ciudad Condal se enamoraron de don Juan de Austria al ser nombrado capitán general y largó velas mirando para el Tibidabo la escuadra de Lepanto. Que ya no suelta amarras. Todo español siempre sintióse fascinado para este supremo bastardo de la historia patria que llegó a configurarse como paladín de la cristiandad. ¡Que bien supo don Juan danzar la chacona!

En mis años felices e Alcalá — me cupo como a Quevedo y Cervantes trotar sus calles al albedrío estudiantil— correr aventuras y travesuras márgenes del Henares por las riberas del idioma. Don Juan, Alejandro Farnesio el principe Carlos el que saltó por un balcón para un encuentro amoroso cayó desde un quinto piso y por poco se esguardamilla dicen los cronistas que el príncipe de Asturias salió de aquella gracias a la intercesión de un bendito franciscano, fray Diego de Alcalá cuyos huesos colocaron en el lecho del moribundo y espabilara se sentaron— y terminar mis días laborales en aquella ciudad del saber y del amor.

Don Juan (fuit homo missus a Deo) de Austria es el vértice de nuestra españolía pero en ese sorprendente cofre se guardan las contradicciones de Antonio Pérez, Escobedo, las infamias y traiciones del converso aragonés que huye a Francia con los papeles casi lo mismo que acaba de hacer Pichimón. Amberes es una guarida de felones. Ali Queronte nos aguarda a los españoles España mi natura Italia mi ventura y Flandes mi sepultura. En Namur dio don Juan de Austria el último suspiro. Bélgica adonde nunca iré es para mí un lugar maldito desde donde ahora nos rigen los burócratas. Viva el Brexit. Bárbara Blomberg era una alemana blanca y  rubia de voz musical. Hubo una noche de vino y rosas corrió la cerveza. A los nueve meses de aquella deliciosa noche vino al mundo en Ratisbona un hermoso vástago.

Luis Quijada su mayordomo comunica la noticia al Emperador. Carlos V de Alemania I de España muy endeudado con los Fucar asigna a la alemana de voz musical una pensión de 200 florines. Y no vuelve a verla en la vida. Juan de Austria sólo vio a su madre una vez tras un breve encuentro en su vida treinta años más tarde. Adoptado por unos campesinos de Leganés por donde tiró varetas y corrió los campos (lean el Jeromín del padre Coloma) consideraba a Ana Medina, su ama seca que lo amantó hasta la edad de cuatro años y a doña Magdalena Ulloa con la que se crió en Valladolid sus verdaderas madres. El hijo de la alemana de la hermosa voz se rebeló contra el destino. Desdeñó los placeres mundanales y fue a la caza y procura de su ideal imperial. Sangre de los Ausburgo se convierte en un hijo paradigmático de la raza española. Una pregunta sigue en el aire. ¿La reina Isabel de Valois llegó a enamorarse de su cuñado? ¿Fueron los celos la razón del trato frío con que despacha a Flandes al hermano bastardo? La historia guarda silencio. Entretanto, pavanas, justas y devaneos, toros y cañas. La corta vida del Paladín de la Cristiandad fue un romance de juventud. Para ganar el lauro de lo inmortal la historia se empeña en decirnos que es preciso morir joven: Cristo, Buda, Byron, Napoleón, José Antonio, Durruti. Los tercios viejos— el regimiento Milán, Lombardía, Saboya y Lorena— combaten a orillas del Escalda. Los lansquenetes suizos arrasan Bruselas. El monarca absoluto ha de sofocar otra rebelión en casa. A causa de su propio hijo el príncipe de Asturias que le salió rebelde.  Don Juan de Austria es proclamado almirante de la flota mediterránea. Don Carlos enloquece, gime hecho una furia, maldice y abofetea a la servidumbre, toca el culo a las meninas, insulta en publico al marido de la Eboli. Ha de ser encerrado cuando planea un golpe de estado para derrocar a Felipe II. Puigdemont y sus catalanes aventados y faltos de seny parecen querer seguir los pasos del hijo díscolo del monarca en cuyos dominios no se ponía el sol. El rechazo de esta conjura quizás le costase la vida al príncipe constante. Es un propósito descabellado pero el imperio español siempre estuvo sometido a una amenaza interior y exterior. El príncipe heredero quería matar al rey. El rey era Felipe II. El hecho tan crudo es algo más que un drama de Schiller. Die schone Tage in Aranjuez sind zu Ende. Por desgracia la historia no es una novela romántica. Los hechos del crepitar de la conducta humana son tozudos. El alma de Juan de Austria flotaba en el paroxismo de dos lealtades la del rey y el afecto que sentía por su sobrino. Su corazón tenía en vilo. Parece ser que el rey nunca perdonó del todo a su hermano fornecino aquel afecto hacia el príncipe muerto en una mazmorra en extrañas circunstancias.

Cayó sobre su persona el fatídico designio de los mejores españoles “Dios que buen vasallo si oviese buen señor”. Lepanto la ocasión más alta que vieron los siglos va a ser el comienzo de la guerra moderna. La batalla naval plena de abstracciones geométricas. Una consola cibernética en vez del imán en el puente de mando. Sin embargo, en la estampa romántica del Aguilucho[1] se conjugan el romanticismo del Amadís de Gaula con el afán aventurero de los argonautas de la guerra de las galaxias. El héroe tiembla ante la duda antes del combate. Enciende una lamparilla y se arrodilla ante la imagen del Cristo de las Batallas mientras abajo la chusma boga a las órdenes del proel, el grito de los furrieles, y el músculo firme de los galeotes. Gritan los contramaestres. Braman órdenes los furrieles. En los sollados dormita la marinería y templa gaitas la infantería de marina antes de que suenen los pífanos del abordaje. El capitán general de la escuadra es un gran soldado. Toda la tropa le sabe y las consecuencias de este idilio y compenetración del marinero raso y anónimo con su almirante conducen  al triunfo en Lepanto. Suena la gran hora europea. Católica. Universal. Nunca volverá a repetirse esta ocasión en siglos. Las jarcias  movidas por el viento de poniente emiten sonidos de música en lo alto de la cofa la entena del buque hunde su morro en el aire de un mar profundo. En la proa se alza vigilante la silueta rubia del almirante que en medio del silencio parece tener un coloquio místico con las estrellas. Don Luis de Requesens, detrás del serviola de proa, escruta el rumbo y hace preguntas a sus comandantes de la nave capitana: Álvaro de Bazan, Juan de Cardona, Luis de Andrada. Un grumete da la voz de alerta:

           Barcos ingleses a babor.

Suena un clarín y la tropa surge de  los sollados prestos al abordaje pero os bucaneros de la Reina en vista de su inferioridad numérica cambian el rumbo. Se alejan. La escuadra española sigue dueña de los océanos Spain rules the waves. Lepanto marca el cenit de este predominio. A partir de trafalgar vendría el punto de inflexión. Regresa a Cataluña en olor de multitudes. Madrid le recibe ovante y allí el Rey le encarga otra comisión. LA Alpujarra se ha sublevado. Don Juan de Austria va de capitán general. El héroe de Lepanto llega a Granada en abril de 1569. Su simpatía y afabilidad de trato le granean la sumisión de sus soldados. Felipe II dudoso entre las brumas de Hamlet se muestra cicatero con su  hermanastro y no le da el titulo de infante. Y otra vez los moros y a pelear esta vez con uno que se acreditaba de descendiente del profeta: Aben Humeya cabecilla de la revuelta. De la bravura de aquel general y maestre de campo en la toma de Galera a bayoneta calada hablará la historia por boca de la pluma de diego Hurtado de Mendoza en “Crónica de las guerras de Granada” y aquella frase cincelaria cuando el ejercito desprevenido sufre el ataque de seis mil mahometanos que llegan tropas de refresco desde el Estrecho “¿Qué es esto españoles? ¿De qué huís si aquí está vuestro capitán don Juan de Austria?”. En aquella escaramuza muere su ayo don Luis quijada. FUIT HOMO MISSUS A DEO La fama del príncipe corre toda Europa. España es por desgracia un saco de envidiosos. Pronto ese pecado capital que pintan de verde y que hizo tan difícil la convivencia entre españoles va a tocarle de lleno. El rey su hermano cae victima de tan fatídico morbo y va a ser su comportamiento para con él tan cicatero que acredita a Felipe II del infame sobrenombre con el que pasó a la historia: “el demonio meridiano”. Su católica y cruel majestad enterró a cuatro mujeres y rehusó convertir a su hermanastro en Infante. Frío  como un témpano manda al bastardo a que le saque las castañas del fuego en Flandes. Cumple  don Juan su misión dificilísima, aun a sabiendas de que iba a la muerte, de capitán general de los Tercios viejos pero en la toma de Namur cae enfermo dicen que los espías de Guillermo el Taciturno en colusión con los de la Reina virgen Isabel I con la cual no quiso casarse alegando su condición de machorra. Fue en lo único en que desobedeció a su hermano pero los Harbsburgo querrán dominar el mundo mediante casamientos intempestivos. O felix austria nube – lo envenenaron derramando arsénico sobre la jarra de cerveza en que bebía el general. Murió pobre y casi olvidado en un palomar. Sion duda es su biografía una de las vidas mas hermosas de la historia de España. Esta noche siento nostalgia de aquellos héroes. Me embarga el patriotismo

 

lunes, 15 de enero de 2018

 

 



[1] Aguilucho así llamaban al hijo de Carlos V y de Bárbara Blomberg sus camaradas de la cuadrilla en Leganés