Buscar este blog

sábado, 31 de diciembre de 2016

Paulo IV el papa Caraffa intentó reducir la curia y dar parte de los dineros de san Pedro a los pobres

 

Parto hacia el Escorial tarde nevada the cherry trees in blossom que el viento de la gracia renueve la savia del justo y desde el pretil del estanque me sumo en la contemplación de las mil ventanas del monasterio escurialense un enigma volcado sobre trébedes. A Felipe II le salió un grano en aquel napolitano que subió al trono de san pedro con el nombre de Paulo IV. Malaquías lo marca con el epigrama de fidei petrus pero en esta fe que es lo que significa en la bella lengua toscana el apellido Caraffa hubo sus más y sus menos. Corría el año 1555 cuando fue preconizado hasta su muerte un cuatrienio más tarde y analizados los hechos históricos para no perturbar mi ánimo ni masturbarme mentalmente me abrazo al consejo de la docta ignorancia porque todo conocimiento allega dolor excepto para los hasidicos que se pasan la vida estudiando la Torá.

 Preferiría pecador de mí escuchar la voz de aquel personaje del Nombre de la Rosa un fraile donado un lego el hermano Salvatore que entre los estertores de la agonía como un crucificado exclama sólo sé que no sé nada. Ai nou nating. Las dos mil ventanas del Escorial óculos de la magia conductos que llevan la luz adentro esas interioridades misteriosas del alma de todo español que nos conducen al estanque del enigma donde nadan peces de colores, son testigos impávidos de la indignación que prende en mi ánimo: al Papa Caraffa lo asesinaron con un pócima, cosa habitual illo tempore. No ganaba ni para pincernas ni para copero.

Estamos hablando de los años inmediatos al Concilio de Trento. Él había ordenado cerrar todas las sinagogas de Roma. Fueron a por él y su propio confesor un franciscano español estuvo implicado en la conjura. La mayor parte de los curas y frailes establecidos en la Ciudad Eterna presentaban un origen converso. Roma magnánima y munificente brindabales asilo. El odio y la leyenda negra hacia España y sus monarcas es una deriva de que el catolicismo hispano no es trigo limpio y presenta notables adherencias vinientes paradójicamente de aquellas dos religiones contra las que luchó durante siglos: el candelabro y la media luna. ¿Será verdad que somos un poco semitas? Los españoles portamos a regañadientes ese complejo de Estrellas amarillas con el que nos designan por envidia las demás naciones europeas excepto Rusia e Italia.

Se ve la sierra blanca y pura sierra nevada desde este balcón en el extremo de la provincia de Madrid al que me asomo. Perfiles del paisaje de una orografía que en sus pliegues y retales muestra las cúspides del dogma y yo sólo sé que no sé nada. "I know nothing" como el hereje que murió en el palo.

¿Dónde te escondes Maestro de Justicia? Oh, Señor, por qué callas. ¿No te compadeces de mis sufrimientos y avatares? Me escupen. Mi cara se muestra coram populo cubierta de chorretones de sangre. Pilatos me saca a vistas, compadecido, ante el populacho y la chusma irreverente y contumaz que nunca se aplaca. Ecce homo. Llevo muchas horas de mi vida de plantón sobre las losas del Lithostrotos coronado del manto de púrpura de los locos, la corona de pinchos de cambronera en la cabeza la caña a modo de cetro de escarnio maneado, herido y un malvado que pregunta desde los micrófonos <>. Passio Domini Nostri Jesucristi…

 Los salivazos de mis sayones marcan mis mejillas. Sólo sé que no sé nada. Dios mío no tardes. Nicolás de Cusa predicaba la docta ignorancia pero también padeció cárceles y destierros. Ante mi mirada se levanta la giba sublime del monte de las Machotas.

 De Cusa volvió a Roma después de haber sido legado papal en Constantinopla año 1460 y su fe debió de sufrir un vuelco a la vista de las siete Colinas y sus corrupciones, dejó de creer en las potestades de las llaves primadas. Obispo de Roma tú no eres más que un primero entre iguales. Le costó la cabeza. Paulo IV odiaba a los españoles y a los judíos. Fue este pontífice el que motejó a nuestro Rey Prudente de "demonio meridiano", buscó alianza con el Francés pero los soldados de la liga galo-pontificia tuvieron que vérselas con el Duque de Alba en Pavía algunos años después del Saco de Roma en 1526. Los lansquenetes imperiales no cobraban sus pagas y entraron en la urbe como elefantes en una cacharrería.

Paulo IV quiso resarcirse de aquélla no bien había terminado el concilio de Trento y estableció la Inquisición. Estrellas amarillas circulaban por la Vía Apia y muchas mañanas las aguas del Tiber arrastraban los cadáveres de los ahorcados la noche anterior.

Hace ya algunos años peregriné a la Tumba de San Pedro como tantos y tantos de m is predecesores que iban en mulas paseras cargados de libros y rebosantes los artales de esperanzas y de bulas. Yo viajé en compañía de un monseñor en un cómodo avión de Alitalia. Mi acompañante que reía jocundo, lucía una cruz pectoral ornando su gran barriga que valía una millonada y que no renunció a los dos copazos de vermú cuando pasó ofreciendo bebidas la azafata:

-Roma doma, mi querido joven.

-Sí camino de Roma marcha tanto el cojo como el sano- repuse.

Roma no me domó pero experimenté esa sensación de atracción y rechazo unidos, al igual que  otras grandes urbes de la civilización. A la vista del Capitolio me dieron ganas de decir . Madre del amor hermoso. La loba que amamanta. Ubre nutricia. Ubertas. Libertas. Divinitas. Latinitas, urbs. Rómulo y Remo colgados de la teta capitolina. No se parece a ninguna de las ciudades que he vivido. Londres me sedujo de mozo. En Paris me hubiera gustado vivir. Nueva York causó una sensación de paletismo y de cursilería, un lugar cargado de energía pero horrible para vivir y ese papanatismo paleto lo está copiando Madrid que antes era una ciudad habitable. Ya no. En su afán de cosmopolitismo se está convirtiendo en Kansas City. Pronto será  Las Vegas. A Roma yo iba en busca de los papas y sólo me encontré emperadores y circo mucho circo. Esa teatralidad milenaria que aguanta el Coliseo no lo posee ningún otro monumento de la tierra con excepción del acueducto de Segovia.

En aquellos tiempos de los sesenta era una ciudad abierta donde las muchachas eran llevadas en Vespa por sus novios y los tenderos parlanchines accionaban constantemente las manos para indicarte una dirección. Podrías encontrarte a Marcelo Mastroiani tomando un combinado en compañía de Sofía Loren y de Verna Lisi en cualquier terraza de la Vía Venetto. Yo vi allá en Roma do es la santidad que todos al dinero hacían humildad. Para los españoles era la gran corte de apelación, la última instancia de los litigios porque el catolicismo romano siempre ha sido tolerante y allí se absuelven los mayores pecados y se escuchan sin pestañear las más profundas quejas pero todo cuesta dinero. Claro está. En punto a mujeres ya se sabe su gran tradición liberal. Alberto Moravia en su novela "Roma Putana" no desmerece a Delicado Baeza en su "Lozana andaluza". Es la ciudad más santa y más pecadora del mundo. Cifra y compendio de todo lo humano.

Visité la tumba de san Pedro pero también la de su sucesor Paulo IV que quiso reformar la curia y quería parte de los dineros de San Pedro para los pobres. Los usureros y cambistas en el atrio de San Juan de Letrán con la ayuda de algunos monseñores pusieron el grito en el firmamento. El crujir de dientes y los desgarros de los manteos se escuchaban hasta en el Coliseo. Regresé a España un tanto disminuida. Seguía creyendo en Cristo y entoné una Salva en Santa María la Mayor altar sagrado de la mariología pero dejé de creer en el aparato. La complacencia con las cosas mundanas y los halagos al poderoso implican una renuncia al Evangelio. Estaba yo entonces muy influido por los ejercicios ignacianos sobre las dos banderas. Los que seguimos la Celestial siempre hemos navegado contra corriente. Justo es que nos encontremos deprimidos. Pero la depresión, la tristeza, la incomprensión forman parte del lote que recibimos al cambiar al rey temporal por el Cristo eterno. La religión del Galileo la verdad es que es incómoda porque lucha no sólo contra los poderes fácticos sino también le hace un corte de manga a las disposiciones del orden natural. Nosotros no esperamos cal Mesías como los hebreos ni creemos con el sarraceno en el gran imperio de goces materiales en esta vida y en la otra. Nuestro camino lleva a la puerta estrecha.

 Al pobre Caraffa lo habían sambenitado después de muerto que se supone envenenado por una triaca de eléboro que pusieron en su copa de vino colocando a los pies de su sepultura con los mármoles semidestrozados porque destruyeron su estatua los romanos y luego quisieron quemarlo a él en efigie este letrero:

Hic jacet Caraffa

Supernnis invissus et imis

Styx animam

Tellus putrido cadaver habet





RABELAIS Y LOS THELEMITAS DE GARGANTUA






Un monasterio donde todo el mundo hiciera lo que diera la gana no es mala idea pero es el utopismo monástico que proyecta Rabelais en su AGargantua@ una feroz crítica desde la utopía contra el pietismo de la vida monástica.  Sólo hay un dios el vientre y todo acaba en el mismo sitio.  Descomposición de las heces y podredumbre de la tumba.  Vámonos pa allá.  Se acaba la moción.  Es demoledor pero con pan los duelos son menos y sobre todo si se goza de un sentido del humor a la francesa.  Divina pujanza y conocimiento del ser.  Escrutinio.  Pero al final, todas cañerías.  Alea jacta est et acta est fabula.  Se acabó el tinglado de la antigua farsa.  Leña al mono sobre todo una feroz critica contra los malos hábitos y las pésimas costumbres de la clerigalla en los monasterios relajados.  Pero la fe salva.  Ninguna apostilla contra el dogma, los sacramentos, la santificación del tiempo a través de la liturgia de las horas.  La búsqueda de la perfección de los que en cumplimiento del mandado evangélico (si quieres er perfecto, deja todo y sígueme) pero este es un ideal que rara vez se alcanza.  Señor )por qué nos fraguaste en tanto barro?  No son juegos de palabras.  Siempre fue así porque así es la condición humana pero siga la búsqueda de la utopía.  Vayamos al encuentro de nuestro ideal.  Gargantua y Pantagruel no son reformistas al estilo de Calvino o Lutero o los anabaptistas alemanes e ingleses pero prevé las luchas terribles que se desencadenaría en Europa por razón de diferencias de credo aunque debajo de estas diferencias en materia religiosa laten apetencias económicas y ven venir o más bien sus parrafadas son un comentario a las noches de San Bartolomé.  El papado era ciertamente impresentable.  Los obispos absentistas se comportaban como verdaderos Principes tiranos y gobernaban sus diócesis desde lejos con mano de hierro.  Las monarquías de Europa andaban a la greña: los Tudor contra los Trastámara, los Valois contra los Austrias y sufrían los de abajo bajo el peso de las guerras y la fuerte tributación que pagaba las mismas por villas y ciudades. )Qué hacer?  Comamos y bebamos y que cada cual haga de su capa un sayo nos dice Rabelais con su humor negro en esta novela-sotisse pero viene a decir que la culpa de tanta sangre como se derramaría en el s.  XVI  después la tuvo el papado, una institución que al lo mismo que a Letrero le pareció diabólico.  Pero como buen francés se muestra compromisario y alza su copa colmada de un vino añejo. Es un partidario del buen gusto.  Paris bien vale una misa y haz lo que yo digo no hagas lo que yo hago.   Hoy su lectura les vendría bien a los que han hecho del cuerpo y de la imagen deidad que se dieran una vuelta por estas paginas escritas en el mejor francés del siglo XVI.  Es un libro de claves contra esto y aquello.  Mal lo iban a pasar los hedonistas.  Memento homo quia pulvis es.  Culto a la imagen y a las mollas al bullarengue perfecto a unas buenas nalgas que todos andan buscando el Eldorado del canon de la perfección perfecta y Rabelais nos dicen que todos cagan y meam.  Los pontifices los magistrados los políticos reyes y reinas.  Hiede ya, Señor que dijo la hermana de Lázaro.  El olfato es el sentido de la vida el último que muere y recuerdo que el recuerdo odorífero que más me impresionó y lo tengo más grabado fe aquella casa o caserón del siglo XVII donde nos quisieron hacer a todos santos es el hedor de las letrinas y la peste de una comunidad de más de seiscientos tíos que no tenían duchas-las pusieron cuando yo acababa en el seminario menor- y tenían que lavar sus miserias en una palangana.  Íbamos para soldados de Cristo y terminamos en cipayos pero acariciábamos en aquel tiempo la idea de un convento como el de los Thelemitas.  Ir cada uno a su aire sin reglas.  Creo que ese es el mejor y único el mejor camino de perfección.  Ama y haz lo que quieras dijo san Austin que aquí el que no corre vuela haz lo que te dé la gana.  Rueda de la fortuna que abate y eleva. )Quién dirá que no es una la rueda de la fortuna quien dirá que no son dos la campana y el reloj?  Es bueno fumar para incentivar la imaginación y entrena la capacidad cognoscitiva formular silogismos.  Este libro enigmático es como una profecía.  Y había que distinguir muy mucho entre el caballo de carga o palafrén y el caballo de guerra que siempre será el corcel. Quien dirá que no es una la rueda de la fortuna y quien dirá que no son tres los amores que tenéis.  Es el ideal de cultura protectorado por los hombres del renacimiento.  Abajo las normas.  Fuera corsés.  Me hizo sentirme más cristiano y más anarquista.  Los monjes en aquel monasterio durante el día hacían sus rezos jugaban al frontón comían en silencio y por la noche se masturbaban o tenían visiones.  Si cometían una falta o imperfección pasaban una cuenta de su rosario o paternóster que es el rosario que llevaban los frailes a la cintura.  Pero Rabelais lo primero que hace es despojarle del hábito y la cogolla y los viste de brocado y ahí tenemos a fray Juan convertido en todo un hidalgo de bragueta con sus calzas y sus jubones y la gola para ir de visita a otros monasterios por lo general femeninos.  Erótica peregrinación.  Las mañanas el padre abad salía con su sacre al hombre a practicar el arte de la caza con halcón que era lo que más gustaba a las clases aristocráticas y a mediodía un lego les traían en un mulo cargado hasta el tope de alforjas tarterillas canecos botas de cino perdices escabechadas para una gran merendona.  De la panza sake ka danza aunque a perro viejo no hay tustús.  Fray Jenaro y fray Elías dos novicios que parecían dos tortolillos se perdían por el bosque mientras los otros de la expedición dormían la siesta echados sobre la hierba.  A ver qué vida.  Y luego todos a cantar en latin.  También acudían a las ramerías y después de misa y de decir el sermón se entretenían con los paisanos hablando de cosas del siglo o se solazaban con las mozas.  Siempre fue así.  Esto no tiene arreglo.  En uno de esos monasterios relajados de la baja edad media como el que pinta este autor francés no se debía de vivir mal del todo pues colmaba una de las grandes aspiraciones del ser humano vivir sin trabajar y lucrar el pan sin esfuerzo.  La sopa boba y ahí me las den todas.  Cantar un poco pues muy verdadero es el dicho de que el abad de lo que canta come y vengan misas y caigan ollas y mi puchero y mi misa y mi Mariam Luisa.  Buena gana de hacer el tonto y perderse por vericuetos de cursilerías místicas.  Rabelais se burla a placer de esa devoción de cuellos con torticolis y de cuellos de medio lado que es fingido y puede acabar rematando santos o creando bobos supinos en seres egoístas y perversos que se creen ya en lo alto de la hornacina.  Propone que se hagan cilicios (haires) con gatos de seda para que no hagan daño a los penitenciados y que se prolonguen las horas de quieto.  Tengan los frailes comida abundante y buenos paseos.  Dice que muchos de los rebotados los que se salían del convento acababan en perdularios y acaban sustituyendo la cogolla por el dogal de la horca. La senda de perfección corre a veces pareja con las trochas alegres que conducen a los derrumbaderos del infierno.  Pero del mal sólo nos puede librar la misericordia del Señor con los pecados de los hombres.  Rabelais no rechaza la fe católica al igual que Erasmo.  Esta alacridad les vuelve dos pensadores interesantes que se mantienen dentro de las lindes de la ortodoxia y es que lo que cumple es ponerse una orejeras y abrazarse al palo de la rutina: cantar en el coro y picotear en refectorio que decía Papini.  Y uno ve desfilar por las paginas aquellas fiestas del renacimiento durante el reinado de Catalina de Medicis cuando los castillos se convierten en palacios para ser albergue de grandes fiestas y saraos cortesanos (Chateau de Blois, Chantilly, Chamborró).  Época de transición.  Hacia poco que habían acabado en Francia las guerras de las dos rosas. Rosa blanca de la corona de York y flor de lis de Paris.  Hace gala de sus gran conocimientos clásicos.  El griego lo conocía a la perfección [articé, norte, anatole, este, esperia, oeste, mesebririne, sur y luego está el mar helado la región más desconocida en la tierra] La vida monacal se centra en los cuatro cuadrantes cardinales.  Y es disciplina y orden.  En los muros del convento siempre un reloj de sol y en las salas capitulares una clepsidra que hablan de la fugacidad del tiempo. Tempus fugit.  Hermanos morir tenemos.  Hermano ya lo sabemos.  El monasticismo en ese sentido acendró los conocimientos técnicos en materia de relojería porque los relojes conventuales donde se reglamenta el espacio y el tiempo todo es toque de campana y mucha relojería.  Eso sí en los monasterios se murmura y se conspira y la preocupación de los priores del oeste como de los idumeos orientales es luchar contra ka ociosidad madre de todos los vicios.  Cuando no se ejercita el brazo o se arquea el lomo se suelta la lengua.  Otra obsesión: impedir que la lengua trabaje.  Silencio y exterior como normas cenobitas pero esto esconde el miedo a Ala húmeda@ que es lo que distingue al ser humano de otros mamíferos pero que puede ser deletérea y donde hay confianza da asco. Ya digo.  Mandas y bodigos. )Monjas? )Cómo eran las monjas en la Francia medieval?  Muy feas nos dice Rabelais.  Horribles.  Profesaren porque habían quedado para vestir santos.  Una mujer que no es buena ni bella sino vieja y bigotuda )qué hacer con ella?  Ingresarla en los claustros.  Así de fácil.  El lesbianismo no lo toca y la homosexualidad sólo de pasada pero hace una llamada de atención para zafarse de las cucarachas conventuales[1].  En esta novela ensayo Rabelais se adelante a Montaigne y sigue la senda utópica de los grandes humanistas utópicos de su siglo: Moro, Erasmo, Valdés que podían escribir tanto en inglés como en castellano o francés como en latin y el griego y que manejaban los hebreos. Un nuevo ideal de hombre con una gran capacidad critica.  Dirigen sus dardos contra los contemplativos relajados que en Occidente - en Oriente donde se impone la formula del anacoretismo simple no tanto- siempre fueron un quebradero de cabeza para los papas.  De ahí el oscurantismo reaccionario de algunas ordenes religiosas contra los intelectuales reformistas y el odio inquisitorial.  Se decía que si a un cristianos no le gustaba Erasmo o era fraile o era asno.  Cabe recordar que el Ideal del cristiano fuer uno de los libros que le dieron a leer a san Ignacio convaleciente y le fue expurgado por su confesor que lo sustituyó por la Vita Christi del Cartujano.  Si en lugar del Cartujano el de Loyola se sumerge en la lectura de Erasmo a lo mejor la historia de la Contrarreforma hubiera sido otra.  También se rebela Rabelais como un experto en el arte militar.  Conocía bien el arte de la poliorcética para el ataque y defensa de las fortalezas.  Pasa por el esguazo de aquel gigantismo épico que es un poco la caricatura del ideal de perfección del monaquismo.  Una virtud les concede a los frailes que la doma de la voluntad y el tener que valerselas en un medio hostil donde no hay que sentir lo que se dice pero nunca sentir lo que se siente les convierte en dechados del  disimulo.  Autenticaos camándulas que llegado el caso pueden mostrarse de una crueldad insólita con sus semejantes.  Busca el ideal de sociedad utópica proyectado por Platón en su república donde imperase la armonía y el orden pero al transmutar ese ideal a la realidad Theleme se transforma casi en un manicomio, una Legio decumana de vélites que pasan el día en la ociosidad o entregados a los festines de Asuerio aquella comida en la Arabia feliz que duró 180 horas.  Cuestión de temperamentos (sofronos).  Aunque admite se produce la perla en el muladar y aparece el venerable (sebastos) el religioso que ha alcanzado la santidad rara avis. Las civetas y comadrejas del monasterio lo desgarran a dentelladas o lo untan de sangre con su lengua.  Nada más. )Les parece poco?  Pasemos el esguazo.  Hay que seguir adelante. En el fondo el hombre nunca dejará de salir de su condición de esclavo o mancipo.  También se ríe de Juan de Arco la doncella de Orleans de la que dice que era tonta lo mismo que Luis XII.  Y a los españoles Rabelais no los podía ver tampoco como buen francés.

 

 

 



[1]Cafards o cucarachas

              e                            
 
 
 
  MISTERIOSOS
      MILAGROS
            DE
    LA SABANA             SANTA
      DE TURÍN
POR
 
               ANTONIO PARRA GALINDO
 
  
 Según un reciente informe de peritos y paleólogos, es cierto que este ornamento pudo pertenecer al Señor


 
Es una historia apasionante que comienza en la Edad Media, en la que se funde la verdad con la leyenda y el mito. Unos dicen que se trata del verdadero rostro de Cristo. Otros que es  un fraude. En realidad la Sábana Santa de Turín se ha convertido en la reliquia más polémica de toda la catolicidad desde que fue captada en los negativos de un fotógrafo italiano hace justo un siglo. La peripecia experimentada por este trozo de sudario hebreo - ) o medieval ? - desde Jerusalén a Edesa, hoy ciudad turca, y de allí a Constantinopla de cuya catedral fue expoliada por los templarios y trasladada a Francia, y de allí a Italia sería materia suficiente como para llenar con libros y documentos toda una recóndita galería  de los archivos secretos vaticanos cerrados a cal Sindonología y canto. Ha dado lugar a  una nueva rama muy específica de la ciencia histórica que se llama . Y, coincidiendo con la salida a luz pública de las famosas placas de Secondo Pía en 1898, la literatura esotérica es un género con garra en la sociedad de consumo, inquieta por las cosas del más allá pese al cacareado materialismo.
  Los cristianos griegos denominan a la famosa efigie  A Mandylion A, que quiere decir el paño sagrado. En el siglo VI el patriarca Nicolás Mesartes ordenó su traslado desde Edesa hasta la catedral de Santa Sofía. De acuerdo con una leyenda apócrifa, Cristo no murió tras su suplicio en la cruz. Cuando lo dieron por muerto, su amigo Nicomedus pidió sus restos al prefecto Pilatos y  saliendo de Jerusalén a favor de la noche se llegó hasta el enterramiento, curó las heridas del crucificado muy maltrecho pero aun con alientos y trasladó al herido hasta Edesa donde el Salvador sometido a un tratamiento de hierbas, pues Nicodemus era médico apotecario, vivió hasta los noventa años una segunda vida oculta. Su mortaja consistente en el paño mortuorio con que los judíos acostumbraban a ceñir a los difuntos quedó impregnado de los rasgos físicos del Señor como consecuencia de las substancias aromáticas y conservantes con las que fue fajado en el acto de inhumación: aloe, mirra y cinamomo y otros aditamentos balsámicos con los cuales los antiguos atajaban el proceso de descomposición.  Las cintas y vendajes que encontraron las Santas Mujeres en la mañanita de Pascua aparecieron impregnadas del olor corporal y las marcas de la silueta de Jesús. Según la costumbre judía, depositaron en la cavidad bucal del finado un denario al objeto de poder pagar al Barquero, cuando se presentase a Caronte quién pasaba los muertos a la otra orilla de la laguna Estigia previo pago del salvoconducto. A todos los difuntos se les introducía en el paladar o sobre la frente el óbolo de costas para la postrer singladura.  Era un rito griego que los hebreos asimilaron en sus exequias. Curiosamente, en la Sabana Santa quedan vestigios metálicos en forma de  redondel que bien podría haber sido producido por un denario. Esta es una historia muy bonita aunque difícilmente creíble.
 Todos los viernes del año hasta su expolio por los cruzados de Godofredo de Bouillon era trasladada la reliquia desde la catedral de Santa Sofía a una iglesia extramuros , que llevara por nombre Agios Ivan Xristiteli, emplazada en el arrabal Blancherna, en la propia Estambul. Los otomanos la destruyeron.


 


 


 El Mandylion o Santo Sudario es seguramente después del lignum crucis que trajo Santa Helena en el siglo IV desde el Monte Calvario la reliquia más venerada y una de las más espectaculares a pesar de que su autenticidad ha sido muy debatida habiendo generado apasionadas controversias dentro de la
comunidad científica. La razón parece amotinarse contra el legado de esta tradición. Sin embargo hay razones que manda el corazón que no entiende la lógica.  Los detractores del Santo Síndone no ven ello más que el prurito de la imaginación calenturienta, un embuste que se sacaron los curas de la manga de la estola para enriquecerse a costa de las credulidades del vulgo. El clero sabe estar al santo y a la limosna. Por consabido hay que dar que  la religión bien administrada  es una fuente de divisas y el soporte más fiel  del poder en todas las épocas, porque no vamos a contradecir a Lenin en lo del opio del pueblo. Esto ha pasado algunas veces. Nadie puede resucitar. Va contra las normas físicas y la naturaleza no puede forzar sus propias reglas , establecidas por Dios. ni ir más allá de sí misma. Los detractores de los milagros y  los que no creen en la Resurrección - tenían ya un precedente en el pueblo hebreo, una de cuyas sectas, los saduceos, negaban el Seno de Abrahán - y de las sofisterías místicas recalcan que el documento de Turín fue una falsificación del siglo XIII llevada a cabo por un experto alquimista que conocía las reglas cromáticas de las manufacturas textiles y manejaba el pincel divinamente, porque seguramente sería un monje del Monte Athos especialista en representaciones iconográficas...Sea...
Es una opinión respetable, igual que las demás, pero, como dicen los británicos: A there is more than meets the eye A. Esto no es todo. Hay aspectos de la cuestión que no los abarca el ojo desnudo. El rostro de Cristo está en todas partes. Se multiplica. Viaja por Internet. La batahola  de ondas hertzianas .En 1997 el paño salió milagrosamente indemne de una fuego que se declaró en la capilla del relicario de Turín. Algunos vieron en este hecho fortuito o provocado un signo.
 
 


LOS TEMPLARIOS
 El legendario Jacques de Molay, maestre del Temple , al que por orden papal se encarceló en la Bastilla y se mandó ajusticiar - subió al patíbulo el 14 de marzo de 1314-, antes de ser  pasto de las llamas formuló una profecía escalofriante por su implicación a tres bandas. Contra el trono de Francia. Contra la Sede Romana quien por aquellas fechas vivía los aciagos tiempos del cisma de Avignon con sus retahílas de papas y de antipapas, bulas, interdictos, excomuniones, etc... Era por lo demás un maleficio contra el trono de Francia pronunciado desde una mazmorra de la Bastilla, que se cumpliría matemáticamente en 1789 la noche que guillotinaron a Luis XVI. A Un monarca de la Flor de  Lís - profería el augurio - pondrá la cabeza en la toza; al papa lo meterán preso, y el rostro de Cristo nos mirará a todos desde el icono santo donde quedó plasmado por testimonio de su Resurrección al final de los tiempos. Será la contraseña de los signados a los que El vendrá a salvar en su segunda venida A. El vaticinio del postrer clavero de los Caballeros del Temple que es muy similar a los que formula Juan en  Apocalipsis anunciando que se estampará en la frente la señal del número de la Bestia: el Aanosmie@ o 666 entre los  elegidos, y sólo ellos podrán vender y comprar ( no pensemos por favor en los intrigantes por lo herméticos y venales códigos de barras estampadas desde las cajetillas de cigarros hasta los paquetes de condones) parece  haberse  cumplido en la totalidad de sus tres apartados según nuestros vislumbres. Porque no solamente murió en la guillotina María Antonieta y el romano pontífice Pio IX fue internado en Santangelo por Napoleón sino que también se está produciendo una verdadera eclosión de iconos. Las estampas modernas de la imagen de  Cristo no son ya las acarameladas calcamonías asexuadas y cursis de hace unos años sino que plasman esa mirada del Hijo del Hombre que puede ser de todos los hombres no de uno en concreto diseñada en el Mandylion o Santo Sudario. Nos referimos al Cristo abstracto posando en majestad y bendiciendo mirando enigmáticamente para nosotros con unos ojos de calor y de comprensión, pero con la frialdad y el hieratismo del Pantocrátor , que ciertamente no son de este mundo, porque trascienden el tiempo y el espacio, y con la caballera abundante y recogida hacia atrás a la manera de los iconos bizantinos .Es la vera efigie de la majestad solemne. Y hablando de iconos, claro está, ésta es la edad de la imagen cuando en cibernética no se podría funcionar sin los consabidos iconos virtuales  del ordenador. Iconos es una palabra nueva que ha resucitado el lenguaje emblemático cargado de símbolos de los antiguos para comunicarse por señas jeroglíficas. Fluye por doquier. La proliferación de estas imágenes supone una verdadera revolución iconográfica en el seno de  la Iglesia latina que ha adoptado las formas estilizadas y  no antropomórficas de la griega a la hora de representar al Señor. En el principio era el crismón, que los cristianos de Roma marcaban sobre las bóvedas ocultas de las catacumbas. Con una ji (X) y la rho (P) griegas fundidas con la prótesis alfa y la apódosis  omega, enunciando el principio y el fin de todas las cosas. Lo que abre y lo que cierra. La clave de la vida y de la Historia.  El crismón se complementaba con el IXTHIOS,o pez eucarístico, que se corresponde a su vez con la palabra que en griego quiere decir pez y que en la simbología paleocristiana se traduce como CRISTO-JESÚS - HIJO DE DIOS. Estamos delante de la gran sigla, de bruces sobre el arcano de los misterios, a la sombra del Grial, que bien pudiera ser el Santo Sudario.
En los retablos de ahora  y en los  modernos altares de los templos edificados durante las últimas décadas se representar con harta  frecuencia al AMandylion@ o Santa Faz, y a la Virgen como AOdyguitria A(la que muestra el camino) de la iconografía ortodoxa, idealización esquemática y escoltada por sendos arcángeles con figura humana con las alas distendidas y por debajo el epígrafe heleno A Mater Theous@( Madre de Dios).  No se sabe cómo era Jesús en su carne mortal, pero éste es el único dato fiable, pues según las mediciones antropométricas del sudario,  debió de medir entre 1,82 metros y 1,90 de estatura. Tenía la cara alargada y debió de ser un varón hermoso y bien proporcionado, la tez trigueña con una cierta retiranza aria más que semita, y los miembros bien proporcionados.
El cuadro de la Odyguitria ( La Virgen del Perpetuo Socorro) se le atribuye al evangelista Lucas que era médico y pintor, pero esta antiquísima tradición ha de ser acogida con reservas ya que tampoco tenemos pruebas precisas al respecto. Sin embargo, este ornamento sagrado, según el dictamen de los expertos que han determinado de un forma categórica e inconcusa las denominadas pruebas del carbono catorce llevada a efecto por científicos yanquis, obsecuentes con el criterio de que era una falsificación de urdimbre medieval.
 
                                                             
                                                                 II
 


 El normando Geoffrey de Charny, un discípulo de Morlay , que estuvo preso en San Juan de Acre durante las cruzadas, llevó a Roma el lienzo funerario, para ser bendecido y cotejado. Con  la anuencia del papa Clemente VII   lo colocó en la cripta de la iglesia de Lorey. ) Formaba parte la famosa  reliquia del legendariamente fabuloso tesoro de los templarios tan codiciado por el rey de Francia? Los historiadores se muestran de acuerdo en que una de las causas de la muerte del preboste de la Orden más importante que tuvo la Iglesia en los siglos finales de la Edad Media fue la codicia de Felipe el Hermoso de consuno con las apetencias de la Silla Romana. No se sabe a ciencia cierta bien lo que pasó, pero corría la voz de que los templarios eran grandes alquimistas y que guardaban no solamente el Grial que abría las puertas del cielo y de la felicidad en la tierra,  sino que también habían alcanzado la fórmula secreta de transformar cualquier metal en lingotes de oro. Porque, familiarizados con las ciencias ocultas e íntimos conocedores de los arcanos de la crisopeya, habían accedido al ultimo grado de los conocimientos gnósticos . El que da llegar a la piedra filosofal. Pero todo esto es fabuloso. Volvamos a los hechos contrastados por la historia.
       El lienzo funerario fue exhibido en París por la viuda de Geoffrey de Charny, del que se decía que era un hijo natural del maestro del Temple, Jacques de Morlay, que murió en el tormento de  la hoguera. La condición de sacerdotal  no era óbice por tales calendas para que    personas consagradas como eran los monjes de las órdenes militares se reservasen el derecho de procrear y tuviesen comercio carnal  con mujeres, y esto deshace también la especie vertida contra los templarios de practicar la pedofilia , reduciéndola a la categoría de bulo. Fue uno de  tantos infundios que contra ellos fueron propalados por aquella época: la homosexualidad.
  Clemente VII publica un rescripto para que la joya pudiera ser expuesta al público en la ciudad de Lirey. En 1578 ya está en Turín donde consigue  convertirse en una de las grandes atracciones místico históricas de la capital del Piamonte, pero su ostentación a la devoción popular se restringe a días muy concretos del año. La reliquia había llegado muy dañada como consecuencia de un fuego que hubo en la ciudad de Lirey ; quedaron algunos chamuscones en los bordes, pero la pieza salvó también aquella vez milagrosamente.
 Hasta el presente siglo a raíz de las espectaculares fotografías tridimensionales obtenidas en 1898 no se somete al pertinente análisis químico Con técnicas muy depuradas como los rayos infrarrojos y la utilización de sales especiales para rastrear toda su estructura con rigor exacto.
Se observa  en la composición una serie de elementos conservantes como el áloe, savia de Terebinto, mirra y otras substancias balsámicas, pero lo que llama la atención de los estudiosos es un hecho poco común: en el lienzo aparecen partículas de plantas liliáceas hoy extinguidas y cuyo florecimiento los palinólogos( especialistas en botánica arcaica) fijan en Asia Menor y  Palestina hace muchos siglos; esas yerbas nunca crecieron en Europa, a decir de los expertos, que vienen a ser los arqueólogos de la fitología. No es posible que en la Edad Media pudieran haberse producido estas flores en el Viejo Continente,  a no ser que hubiesen sido transportados por vilanos o en alas de algún pájaro migratorio o por el aire mismo. Este es un argumento a favor de los que creen en la autenticidad de la tan controvertida  tela.    
Los estudios en razón de la polémica mundial suscitada fueron en  incremento después de la II.G.M. cuando Turín , tomada por  los americanos, a raíz de la caída del fascismo, llega a ser la capital europea del esoterismo. Los científicos USA  han capitalizado el asunto desde aquel  primer reportaje por la TV. en 1973, y sobre todo, a partir de las conclusiones de un equipo de investigadores de la NASA que detectaron en el paño las secuelas de lo que pudiera haber sido una explosión nuclear. Hay en todo ello materia esotérica para dar y tomar. Un género literario que inunda las librerías del mundo. Hoy muchos se refieren a la Sábana Santa de Turín como el Quinto Evangelio.
 
CUERPO MÓRBIDO
  Todo es tan aleatorio como inconcuso a la vez. Cabe la instancia de que la tela en la cual fue envuelto el Señor fuese una falsificación llevada a efecto por algún ducho A manitas A italiano avezado a la técnica de la reproducción oleográfica precisamente en una época en que proliferaba el culto a las reliquias como retributivo fenómeno de fe en el más allá y en el negocio, que en este mundo pecador no hay ganancia mayor que allí  donde se atisba algún hecho preternatural, supuesto o real, porque la aparición da siempre lugar a la peregrinación y, ésta al emolumento y  la ganancia, como demuestra el hecho de que Fátima sea el capítulo más importante en el ingreso de divisas que tiene montado el gobierno portugués, y otro tanto podría decirse de Lourdes, y nada se diga de Jerusalén.


   Es verdad. Tales apostillas son absolutamente razonables, pero tampoco hay que dar de lado al carisma como categoría inherente a la religión predicada por el Nazareno, que cerró la boca de los leones en el circo de Roma, sobrevivió a las herejías, las revoluciones aguantando el filo de la espada y sobrevivirá a sus enemigos de dentro y de afuera, a los errores de sus ministros, a las modas y a la especulación política. El icono de Turín en esta época iconoclasta e iconográfica a la vez , puesto que domina la imagen que triunfa y vende, la que entra por los ojos, se ha convertido en un símbolo de la espiritualidad de nuestros días, un tanto supersticiosa, la verdad sea dicha, porque no cabía otra fórmula. Puede ser un argumento también  de que las relaciones con la divinidad, pese al mecanicismo, el materialismo y el racionalismo de la  época no han quedado rotas. El hombre no puede remediar su fascinación por la trascendencia en medio de las dudas y del ambiente propicio a no creer  más allá de lo que se plasma delante de  nuestras propias  narices.
 La Santa Sábana con su hermetismo misterioso parece encerrar la clave de ese misticismo gnóstico que fascinó a los Templarios tan vilipendiados pero al mismo tiempo tan en boga. )Está volviendo el Temple ? )Marcará el milenio entrante el cenit  del culto gnóstico como elemento catalizador de síntesis entre todas las religiones en la época del ordenador y de las conquistas espaciales a la sombra del Evangelio? Es a lo que aspiraban estos frailes, grandes constructores de catedrales, introductores en Europa de la tradición caballeresca, apasionados de la sabiduría y de la ciencia ( en todas sus construcciones arquitectónicas introducían como elemento decorativo o mascota de protección un A baffamot Aque era una especie de cerebro electrónico) pero Roma, que años más tarde procesaría a Galileo, celosa de su poder desmedido, y que nunca ha permitido que nadie le hiciese sombra, como se comprueba a lo largo de los turbios manejos  de los papas de la Edad de Hierro, entre el siglo VII y el año 1000, o la oposición con el emperador germano en la siniestra cronología de las Investiduras, sin hacer excepción de los pocos edificantes pontificados Borgia, mandó a Jacques de Morlay al quemadero. Su maldición  pesa cual  negra sombra sobre Sede Apostólica. ) Pedirá ella perdón rehabilitando al ultimo clavero de la Orden de San Juan Bautista - algunos anales lo acreditan como mártir - como ya hizo con Galileo o con Savonarola?
  Todo eso está por ver. En cualquier caso , los templarios, iniciados en  los secretos gnósticos y teniendo en cuenta su condición militante y penitente, porque en eso siguen al Precursor, tendrían la clave del futuro y pudieran salvar a la Iglesia de tanto poder, tanta regalía, tanto ir y venir en papamovil, rescatandola de las garras de los italianos y del mal más grave que siempre la amenaza: la macrocefalia  y el dogmatismo, tan lejos del Mensaje del Sermón de la Montaña  Eso pertenece al aparato externo y a la hojarasca vicaria de los intereses humanas. Por eso, la Iglesia que es eterna y se encuentra dominada por la sabiduría del Espíritu , cuando muere un papa, lleva a cabo uno de los ritos funerarios más emocionantes y significativos. El anillo pastoral del pontífice fallecido es machacado con un martillo de grandes proporciones y en torno al cadáver se hacen nueve abluciones y se rezan nueve responsos, no uno como al común de los mortales, porque el pontífice al heredar la tiara se cree que está sujeto a más tentaciones - sobre todo las que otorga la gloria y el poder en ejercicio - que los que nunca tuvieron sobre sus espaldas responsabilidad tan abrumadora como la de ejercer las funciones de representante de la divinidad en la tierra. Suele decirse que casi todos los sucesores de Pedro al llegar la hora de la muerte se sienten atormentados y sobrecogidos pues temen más que las personas ordinarias el juicio de Dios. Su responsabilidad es entonces mayor y al rendir cuentas se le reclamará en grado consonante con las obligaciones. En la ceremonia de entronización hay otro rito pontifical que recalca ese aspecto de la fugacidad de las cosas humanas: el cardenal arcediano va delante de la cruz procesional portando en la mano una tea encendida que pronto se apaga, mientras exclama:
        - Pater sancte, sic transit gloria mundi. (Así se esfuma la gloria del mundo, Santidad).
Por desgracia -  lo demuestran los anales - muy pocos elegidos para tan alta misión entre los sucesores de San Dámaso hacen demasiado caso del imperativo de rúbrica en el ceremonial de coronación .Solieron caer en la tentación del poder y de la vanagloria por causa de la flaqueza de la condición humana. El poder  supone una tentación, porque  corrompe, y el  poder absoluto más aún.. Sin embargo, portentos como el que nos ocupa, o los sucesos extraordinarios de las apariciones de los que se tienen noticia en el mundo de hoy, pero , sobre todo, esa llamada interior de la fe que sienten en su interior muchos cristianos, esa intuición, esa luz interior, que es lo más maravilloso del cristianismo, que nos ayuda a pechar con las múltiples dificultades de nuestra vida, consuela en las aflicciones, y guía en la oscuridad de los caminos de la existencia plagados de abrojos y de peligros, apuntalan más nuestro compromiso con el Evangelio a despecho de las pompas y vanidades terrenales o las miserias y grandezas del peso de la púrpura, que no todos saben llevarla con dignidad. Es lo de fuera, hojarasca que mudará el viento de los otoños. La savia está en el interior del tronco del árbol y seguirá brotando cada primavera. La  Iglesia esotérica siempre estará más viva que la exotérica que es  la aparece relacionada con las fuerzas seculares.
                                       
                                                                      III 
 


 
        En el oficio divino se repite con frecuencia un adverbio  latino (multifariam = en muchos puntos y lugares) que expresa ese alto concepto sobre la multiplicidad sorprendente y de las formas más inauditas con que se deja sentir la acción divina sobre el mundo. El rostro de Dios es poliédrico y su casa encierra infinidad de moradas. La idea que esbozó el Maestro a lo largo de sus predicaciones por Galilea pertenece a la filosofía gnóstica que fue la primera en descubrir la diversidad de la realidad casi inabarcable por lo complejo de las situaciones en que se manifiesta y recapitula  Einstein en su Teoría de la Relatividad. Aquel descubrimiento hizo que el mundo dejase de ser el mismo. Por lo pronto, puso  a toda la Física patas arriba, disparó las naves espaciales hacia el cosmos,  colocó sobre el frágil planeta nuestro el cartel de: A No tocar .Peligro de explosión nuclear@ con la tibia y la calavera imbricadas. Jesús insiste en este principio calcado de la ideología de Hermes por lo menos en tres ocasiones cuando dice:@ No juzguéis y no seréis juzgados@...@ Dejad que los niños se acerquen a mí@ ... Amáos los unos a los otros A . Es decir: dejaralo estar, no busquéis los cuatro pies al gato, que la verdad está en el amor. Pero el amor es conocimiento y es correlativo a la sabiduría porque sólo el que conoce vive y ama. Por contra, el odio, los prejuicios humanos siempre suelen amancebarse con la ignorancia y con la inquietud. Esa idea la había predicado, casi veinte siglos antes que Cristo, Hermes Trimegisto de Alejandría, el tres veces grandes, tres veces santo, tres veces sabio , convirtiendola en piedra angular de su filosofía. Es un maravilloso canto a la vida interior, atrio inviolable de la libertad de pensamiento y de acción.
      El  Santo Síndone, curiosamente, en abono de un enigma que no cesa, fue guardado sólo en iglesias y basílicas dedicadas a la advocación de San Juan Bautista ( en Edesa, Lirey, Estambul,Turín) , porque iglesia templaria del Precursor era la de Lirey e iglesia del mismo nombre es la de Turín donde se encuentra la más famosa teca de la Cristiandad. Su primer bastión fue San Juan de Acre  orilla de Jerusalén.) Es una casualidad o un signo de la Providencia ?
     A He aquí el monumento eterno de la gloria de los sufrimientos de Jesús Crucificado. Venid a adorarlo...@ Ave, o bona crux , spes unica@, dijo en un sermón pronunciado el 24 de junio de 1898 en la iglesia de Turín antes mencionada el arzobispo metropolita, Agustín Richelmy en los fastos de la ostentación de la reliquia a la veneración popular. Por tales fechas el mundo entero se conmovió con las impresionantes fotografías obtenidas por un fotógrafo local, SECONDO PIA, el cual en enero del mismo año obtuvo unas placas del Síndone en tres dimensiones, en las cuales los científicos apreciaron signos de haber estado enrrollada la sábana a un cuerpo mórbido en estado de putrefacción. En el pecho quedaban marcas de flagelación. En las sienes, las de las espinas  y en las muñecas los estigmas de los clavos. Es el primer testimonio  que ratifica  que el reo no pendió del madero por las palmas de las manos sino por las muñecas, y que no hubo cruciferagio o rotura de las piernas , como testimonia el Evangelio  contraviniendo así las normas del tormento infligido por los romanos a condenados a morir por muerte de cruz. Para acortar la agonía se les partían las piernas a los crucificados , pero con Jesús  no hubo necesidad al comprobar sus esbirros que acababa de expirar. El centurión optó por el golpe de gracia de hincar la lanza por los ijares, de donde manó sangre y agua .La Quinta LLaga.
   El reportaje de Secondo Pía dio vuelta al atlas. Muchos creerían,  pero otros pensaron en un montaje bien amañado por los curas. El rey Humberto I de Italia prohibió hacer más fotografías. Las instántaneas aparecían en todo su esplendor como dotadas de un fuerza indeleble que conmovió a las naciones ante el aspecto sereno de aquel varón de dolores de faz augusta que recordaba la visión del semblante de Cristo ya manejado por la iconografía oriental. El arte de la fotografía estaba en pañales, pero la cámara oscura y el trípode de Secondo Pia utilizando los polvos de oxalato de hierro y de manganeso habían sacado una reproducción perfecta y hasta diríase que inquietante. Tras los baños de plata pertinentes quedaría positivada sobre el negativo  la imagen en cuestión  proyectando una silueta indeleble del cuerpo del Señor, una composición en la que destaca la faz inalterable del sujeto  pese a los sufrimientos. El varón de dolores que profetizara Isaías se muestra ajeno a sus propios padecimientos, porque los ha vencido, los ha remontado.
En diciembre de l899 otro francés aficionado a la fotografía, Ulises Chevalier, fue llamado a declarar ante un tribunal de Lyon, donde un grupo de católicos habían sido denunciados por falsarios, después de haber comercializado y puesto a la venta las famosos negativos de su colega italiano. En la deposición  forense que haría Chevalier delante del juez,  declaró que las placas habían sido tomadas del natural sobre el original existente y que no estaban pintadas ni retocadas. Francia vivía entonces conmovida por el asunto de Dreyffus y las revelaciones de Ulises Chevalier a muchos les parecía una salida de tono. Se exaltaron los ánimos de los círculos agnósticos y ateos preponderantes en la Francia de fin de siglo. Se reclamó el veredicto del Pontífice sobre el tema,  pero ni León XIII ni su sucesor se pronunciaron ni en un sentido ni en otro al respecto del escabroso aliciente del Santo Sindone. Sería Pio XI, un intelectual y escritor que pasó la mayor parte de su vida hasta su elección encerrado en la biblioteca y que, contra todo pronóstico creía en el carisma de los milagros ( él canonizó a Teresa de Lisieux proclamando la A lluvia de rosas A) el que dictaminara que la reliquia del Santo Sudario estaba admitida por la Iglesia.


LAS CARAS DE BELMEZ
  Hace unos años la España franquista se sintió conmovida por un hecho que se salía de lo corriente. En una casa particular del pueblo jiennense de Bélmez aparecieron una serie de rostros  en el muro perfectamente diseñados. Se comprobó que allí hubo enterrados o emparedados personas. Sucede que el sudor mórbido de los moribundos y de los cadáveres exhala urea  , una sustancia química que al fermentar produce amoniaco. Cuando se evapora el amoniaco éste a su vez cría tanino; el tanino determina finalmente que surjan imágenes. Es una reacción química equiparable al proceso que utilizan los fabricantes de calcamonías. El amoníaco de las caras de Bélmez y las impregnaciones de la Sábana Santa obraron ese milagro inexplicable aparentemente, aunque en el fondo estén perfectamente incardinadas sus causas en las leyes físico químicas.
Hubo un factor de sorpresa añadido cuando en 1973 los militares estadounidenses J. P. Jackson y Eric Jünger revelaron que habían encontrado en el sudario marcas de lo que podía haber sido un estallido de radiación solar. Los evangelistas narran cómo las santas mujeres que se acercaron al sepulcro vieron una luz sobrecogedora que las hizo temblar, pero un ángel vino a confortarlas al tiempo que decían que al que buscaban no estaba allí, que había resucitado. Sus declaraciones estallaron como una bomba. Los más aviesos fueron diciendo por ahí que Cristo era un extra terrestre. La Nasa estaba por esos días metida de lleno en la investigación de los platillos volantes. Las teorías de Jackson y Jünger no pudieron concretarse en demostraciones fehacientes pero contribuyeron a que no menguase el interés por la venerable reliquia.
Resulta que ésta era de una textura inconsútil al igual que la túnica de la cual hablan los evangelistas y que los soldados romanos se jugaron a la taba al pie de la cruz. Era de lino sin costuras y en un segundo análisis volvieron a aparecer los restos de pólenes y de yerbas exóticas. Las pruebas del carbono catorce incoadas en la segunda mitad de la década de los 90 dieron resultados negativos sobre la antigüedad del documento, pero, a decir de determinados sindonologos,  las pruebas del carbono, que dataron el lienzo hacia comienzos del siglo XIII y nunca en los inicios de la era actual dijeron que no habían sido llevadas a cabo convenientemente. Otros alegaron que dichos experimentos fueron una forma de poner a la Iglesia contra las cuerdas mediante comprobaciones periciales . Ésta hubo de admitir que, si bien es posible que la sabana no fuese  el sudario de Cristo lo resulta infalible  que se trata de la reliquia  más veneradas del orbe. La que ha creado a lo largo de los siglos un mayor nivel de fervor y de expectación..
En éstas estábamos cuando se produce un pavoroso incendio en la capilla de San Juan Bautista de Turín en 1997 con el papa en el estribo del avión para emprender uno de sus múltiples viajes. Todo el edificio fue pasto de las llamas pero el vestigio de incalculable valor sale indemne del fuego, un hecho que unos reputan de milagroso, pero que otros atribuyen a la pericia y al arrojo de un bombero que logra rescatarlo cuando ya el cofre de metales preciosos donde se guarda el corporal  daba señales de fundirse. Hay quien atribuye el  percance a la acción intencionada de una mente maligna y criminal. Porque ha de ser tenido en cuenta que  Turín es una de las ciudades mundiales donde más casos de posesión diabólica se han dado últimamente , al ser la industriosa capital del Piamonte sede de sectas  y conventículos que profesan el culto al diablo. A los pocos meses del incendio sobreviene el terremoto de Asís, otro hecho que tampoco  los estudiosos de las ciencias ocultas del siglo XX dan por casual, porque así estaba escrito de antemano. Ya lo anunciaban algunas profecía
 
 
                                                       
 
                                                                  IV
 
    Cabe la posibilidad de que nos encontremos ante una falsificación, obra de la alquimia que bien pudo ser trocado en la retorta de algún monje oscuro conocedor de las leyes secretas que rigen el crisol de los metales y la combinación de los ungüentos y colores. La alquimia era el arte sagrado , el gran A desideratum A de la sabiduría hermética.. Se cultiva durante toda la Edad Media en Europa. Fue traída por los árabes. Nunca se practicaba a la luz del día sino en el interior de lóbregas cavernas, donde hombres excéntricos de narices corvas y largas melenas de guedejas grises, rodeados de matraces, alquitaras y otros cachivaches y vidrios tallados que contenían líquidos de diversos colores en ebullición llevaban a cabo sus investigaciones. El introductor de la alquimia en España fue Raimundo Lulio el Venerable. El doctor iluminado como se le conoce en los estudios teológicos murió mártir apedreado por los sarracenos fundamentalistas. Si no ha subido hasta ahora a los altares quizás se deba a haber cultivado esa actividad tan sospechosa como es la alquimia.


Hubo un papa, Juan XX, que cultivó la panacea universal o arte de transformar en oro los metales; en su testamento otorgado el l334 legó a sus herederos una suma considerable de 28 millones de florines obtenidos en el alambique secreto que transmutaba en metales preciosos los  viles y que practicó las ciencias ocultas toda su vida. Era un alquimista, y alquimista fue el famoso quiromántico y adivino de la corte de Juan II, el marqués de Villena,cuya tumba puede visitarse en los Jerónimos de Segovia. El tal marqués también conocido por A el de Villena, ni palabra mala ni obra buena A - tal debería de ser su catadura moral y su perfidia - se rumoreaba tenía pacto con el diablo y gracias a estas mañas conseguía resucitar a los muertos . Incluso llevó a cabo el primer caso de clonación de la historia fabricando un personaje que era idéntico a sí mismo. Merced a este doble logró salvar el pellejo multitud de ocasiones.
En la época de los magos medievales hacer una réplica o fabricar un sudario semejante al que tuvo en sus manos José de Arimatea no era cosa difícil. Había tecnología suficiente para ello, una tecnología que hoy se ha perdido como se ha perdido el secreto de los maestros que edificaron las grandes catedrales europeas. La alquimia y la sabiduría hermética era la pasión de aquellos siglos , tanto como pudo serlo la cetrería o el conocimiento de las yerbas.
 Un médico francés, el Dr. Barbet , comprobó en el lienzo de Turín hasta 120 marcas de azotes o golpes de A flagrum A- un palo al que iban unidas unas correas de cuero rematadas por bolas de acero A verbera A con las que se flagelaba a los condenados - llegando a la conclusión de  que la paliza fue administrada por dos verdugos diferentes los cuales se habían ido turnando en la tarea.
 Cinco hebras de la Sábana escudriñadas al microscopio en 1973 revelaron que la imagen se plasmó sobre un cuerpo mórbido porque había rastros de amoniaco y partículas de sustancias aromáticas y residuos de fanerógamas no habituales en el continente europeo pero bastante frecuentes en Asia . Se encontraron manchas de sangre coagulada y las ya consignadas marcas de clavos en las muñecas. Cristo pesaba unos ochenta kilos y medía poco más de un metro ochenta centímetros. Murió de asfixia a causa de su posición en la cruz que determinaría un encharcamiento de los pulmones al  cesar éstos de bombear aire. Las pruebas del carbono catorce fueron efectuadas por William C. Libby, premio Nobel de Química 1960, uno de los investigadores que contribuyeron en 1946 al hallazgo de los tan traídos y llevados Rollos del Mar Muerto . Aunque se trata de una reacción química harto compleja podría sintetizarse de la manera siguiente: cada minuto que pasa los seres vivos crean una cantidad determinada de isótopos carbono catorce , pero cuando esas plantas o animales cesan de absorber oxígeno terminan al punto las emisiones del isótopo. Es posible calcular la edad de un fósil o de cualquier materia siguiendole la pista al carbono catorce estudiando al microscopio las adherencias y trazas que deja en torno suyo todo cuanto tuvo vida. La edad de un árbol se puede colegir al trasluz de  los arillos concéntricos .que aparecen como un diagrama  al hendir la sierra en el tronco para cortarlo .El surco de cada circunferencia es una floración. Pues muy similar a esto es mutatis mutandis la prueba del carbono catorce. La energía ni muere ni se destruye, sólo se transforma. A tenor con ese axioma hay una interdependencia cósmica o lo que llaman algunos científicos el A EFECTO MARIPOSA@. El batir de las alas de un insecto  en  Nueva York puede provocar un huracán en Mallorca. La biblia traduce dicho principio sinérgico con una frase que nos debe llenar de esperanza a los creyentes: A vita mutatur non tollitur A. La vida se cambia o transforma nunca se arrebata. La materia se adapta y adopta otras formas (metamorfosis). Los que creen en la reencarnación se basan en este principio del Aefecto mariposa A , porque la energía es indestructible y todo lo que vive deja un rastro indeleble en algunos casos como demuestran algunos estudios con fósiles. Las investigaciones palinógrafas a que ha dado lugar el Santo Síndone determinan la existencia de otra flora muy diferente a la que hoy conocemos. Algunos folículos aparecen  estratificados cuando se contempla toda la pieza a través del ojo implacable del microscopio, en forma de muescas o adoptando otras formas caprichosas de la naturaleza.
La familia Charny lo tuvo en su poder hasta 1356. El Santo Sudario ha resistido dos incendios, varios intentos de robo. La imagen aparece estampada o impresa mediante una técnica xilográfica, de la misma forma que pudiera ser estampado un vestido a la moda.  La faz del Señor emerge con una semblanza  muy humana y muy divina al propio tiempo, emanando toda su figura recogimiento y quietud sin convulsiones macabras ante la muerte.  Es un rostro de varón muy de antes y después, en el que se funden el hoy , el mañana y el ayer, porque es valedero para el ser humano de todas las épocas. Se da la coincidencia de que la reliquia más venerada por la Iglesia latina presenta una clara tendencia griega. En ello tal vez haya que encontrar un síntoma de hacia adonde apuntan en eclesiología la dirección de los turnos de la veleta que marca el rumbo de los vientos. EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ. AEx oriente, lux A. La luz alumbra ya sin más requisitos para los tiempos venideros. Ex Oriente Lux. La luz del día augural de la fe remonta por Levante.  Es el rostro del Redentor que viene, y su presencia se siente  cada vez con más fuerza también.
En el caso de que sean ciertas las aseveraciones de los científicos americanos que aseguran haber hallado el rastro de radiaciones que impregnaron el cadáver devolviéndolo a la vida, cabría suponer que la fuerza de aquella eclosión hizo saltar por los aires la losa del sepulcro  y que Jesús transformado en cuerpo de luz venció a la fuerza de la gravedad . Hay un halo inexplicable en toda la composición. En la región intercostal destacan las secuelas de una incisión o boquete, pero sobre todo, examinada la cavidad bucal, en su interior fue encontrado vestigio de una leptón ( moneda antigua hebrea de los tiempos de Pilatos) en cuya sobrehaz se dibujaba la efigie del emperador reinante, Tiberio.


Los griegos y los rusos celebraban ya en el siglo VIII la fiesta de San Mandylion, o la del Santo Rostro. Este es un dato muy a tener en cuenta para obviar las cábalas de aquellos que datan su aparición en el siglo XIII.
Asimismo, ceba la hipótesis de que la sábana de Turín pudiera no ser la auténtica sino una copia de la original que estuvo mucho tiempo en Constantinopla. Hay en el mundo varios santos rostros. Sin ir más lejos en España hay dos, el de Jaén y el de Oviedo.
Javier Briansó, ingeniero de Minas y miembro del Centro de Sindonología corroborando los trabajos de los profesores italianos Bollone, Ballosino y Zacà,en un interesante trabajo aunque demasiado técnico aparecido en el periódico ALa Nueva España@(10-II-1997) data mediante fórmulas químicas que el lienzo de la Cámara Santa ovetense fue fabricado en el siglo VII, por lo que no puede ser el original. Sin embargo, es del todo seguro de que la reliquia de José de Arimatea existió y que , si no en su estado original, al menos ha llegado hasta nosotros como  una señal cierta de la existencia de Cristo y que su espíritu pervivirá hasta el fin de los tiempos. El quinto evangelio se transforma de esta forma en la máxima reliquia de la cristiandad. Su rostro se estampa por doquier y está resurgiendo. Es la mirada que vuelve para dar esperanza a los hombres. Es una luz interior que se siente adentro más allá de las diferencias externas de criterio, las reivindicaciones históricas, la malicia de los hombres o las razones de Estado o de la alta política. Son ojos llenos de misericordia y de perdón, porque pertenecen al orden esotérico ( lo que está dentro ) y que trascienden lo exotérico, lo aparente, lo externo. Sobre ambos planos del Espíritu y la Carne se proyecta el gran combate, el largo camino de la Humanidad hacia su destino. Quizás haya muchos que sigan poniendo en tela de juicio los milagros. Se precipitan sin duda al rechazarlos categóricamente, porque , como escribía Agustín hace mil quinientos años, A un milagro no acaece en contradicción con las leyes de la naturaleza sino en contradicción con las leyes de la naturaleza que nosotros, en nuestros limitados alcances, conocemos@. El obispo de Hipona deja así la puerta abierta a la investigación y al progreso.
 
 
Antonio Parra Galindo
 
                          


.