ROMANCE DEL PRISIONERO
Se acerca florido mayo, título para una gran novela
de un novelista de la escuela andaluza, ahora olvidado siendo valioso, Alfonso
Grosso. Unos van con flores a María [es un símil porque los mayos de ahora
traen bombas bajo la chilaba, la gente anda aterrada y cuerpo a tierra, y entre
flores y rosas Su Majestad es coja, y espían las merdellonas, bajan con los
cubos de la calumnia oliendo a sudor y no se cambian la camisa, tusonas y
fregatrices, da consignas don Diarrea el de la voz gorda, corren por la tv
gigantes y estafermos que vivir es un sinvivir, una eterna paradoja, el
personal se vigila a la rebatiña, dietas para adelgazar, buenas andan las
comadres] y otros preferimos entonar el romance del Prisionero. Siempre vivimos
emparedados en la cárcel del amor y por un supuesto lean:
“Que por mayo era por mayo/ cuando hace la
calor/cuando los enamorados van a servir al amor/ y yo triste y cuitado yago en
aquesta prisión...la la la larala/ que no sé cuando es de día/ni cuando las
noches son/ sino es por aquella avecilla que me cantaba al albor/ Matómela un
ballestero/. Dele Dios mal galardón... La la laralalá”
Oigo el crujir de las cadenas. El estallido de los
cerrojos. Los manojos de llaves del Cerbero que vigila. Siempre en capilla.
Estamos en capilla. Al nacer se nos condena a todos a muerto y eso muchos no lo
saben. Pertenecen al cupo de inmorales ilusos que piensan que se van a quedar
para simiente.
- Mientras dure, Ejusmodi....
- Sé por dónde vas, Verumtamen pero que bonita
canción esa del romance del prisionero. Un poco triste la verdad y melancólica
aunque de menos nos hizo Dios. Una pena que los jovencitos de hoy ahora desconozcan
el romancero. Eso sí les atiborran la cabeza de documentos de gestión y del bizantinismo
puro y duro que manda en página.
Serán carne de cañón o usuarios del verdugo que anda
por ahí en la ronda de las celdas. Centinela alerta. Literatura carcelaria
siempre excita mi compasión y existe una gran novela río de Eduardo Zamacois
que cuenta las desventuras de los penados en San Miguel de los Reyes. Eso era
un convento del cister y la desamortización del 1833 lo convirtió en uno de los
penales más temibles en la Península. Tomás Salvador escribió otra epopeya
memorable en Cuerda de presos” y otra Cabo de Vara. Por temática,
el Hacho. No llores niña no llores no llores que yo no lloro aunque me lleven a
Ceuta a pelear con el moro. El sufrido pueblo
es sabio y tuvo que sufrir prisiones, tiranías y arbitrariedades. Aquí
por menos de un ardite te meten en cintura y acabas arrastrando cadenas entre
bretes y grilletes. Dios no lo permita. A veces la cárcel ha sido morada
pasajera de todo gran español. Pero ¿a qué no acaban en la trena los mediocres?
Pues no. Más bien no. Y los machacantes del esbirro siempre hicieron carrera.
Deme usted un cigarro. Ese pensamiento se me atraganta. Quiero pasar humo. Nos
vigilamos unos a otros. Hay por ahí esparcida mucha madera de inquisidor y la
red es el tornavoz de mucho escritor diletante y deprimido. Se observa al
personal pero con eso no hay cuenta, Verumtamen. El arte de contar es la maula
de fingir. Uno parece que está detallando su autobiografía y lo que está
haciendo es atisbar la reacción del otro por un ventanuco. Buena orina, buen
color y tres higas al doctor. Ponemos en pepitoria un corte de manga y parece
que acabamos de dejar nuestra alma descubierta y sangrante entre las zarzas.
Qué va. Solo es un truco. Escribir es seducir y hasta cierto punto engañar
contando mentiras piadosas, En todo escritor subyace un buen impostor. Bonita
forma de hacer tururú. No me vengas con monsergas. No me gusta Voltaire pero
tiene algunas máximas aprovechables como cuando espetara que las palabras
sirven para ocultar los pensamientos. Sirve para esquivar los golpes y es un
coselete en la taleguilla para burlar los derrotes de mihuras astifinos que
corretean por el albero y andan a cornadas cuando uno menos se lo piensa y
ayudadme zancas que en esta vida todo son maulas. ¿Entonces escribes para hacer
tururú? A veces. Nada más razonable que un corte de manga a tiempo. Los romanos
en estas ocasiones se colocaban un humeral sobre la chepa al que llamaban la indutia.
Los padres conscriptos confiaban a
esta prenda talar el cuidado de sus personas contra los gargajos que les
escupía la plebe disconforme en el foro. Eso, los senadores que los militares
portaban el gladium y a ellos no les escupirán,
por si las moscas, pues menudos eran los decuriones, desenvainaban a la primera
de cambio y el paludamentum o capote de guerra para arrebujarse contra el
relente de las madrugadas, los juegos duraban dos días y hasta una semana. Y
con ellas se presentaban en el circo a ver pelear a los hoplomachi o gladiadores.
Roma y la vida política eran un espectáculo y lo que la chusma quiere. Panem et
circenses. Así no murmuraban ni entraban en contubernios contra el emperador.
Hoy Cesar tiene mucho más poder y muchos más recursos, como el control de la
información, pero sigue aplicando la formula de Panem et circenses, alguna
bacanal de vez en cuando y como ya no hay infierno desde el tornavoz eléctrico
se previene a las masas contra la crasitud o contra los malos hábitos que
pueden dar cáncer y es así que todo está atado y bien atado hasta la próxima
bomba. Cada vez que bajo las escalerillas del intercambiador me entra casi un miedo
pánico. Los de Alcaida merodean Madrid. Quieren reconquistar Andalucía. ¿Van de
farol? es lo que dicen los papeles, chico y aquí todos que no les llega la
camisa al cuerpo. Papá no fumes. Papá ven en tren. Con Iberia ya habría llegado
pero para que tomar tantas precauciones y andarse con tantos remilgos si
cualquier día de estos disparan la “catapulta” y todos volamos por los aires.
El destino está escrito en las estrellas; es inexorable y las balas cuando
vienen llevan tu nombre y dirección, te llegan y hay que abrir el sobre, lo
decía un capitán mío de cuartel. En el peor de los casos te matan. Y en el
mejor, es un tiro de suerte. La gente
como anda bastante desinformada y no se preocupa se merece lo que le pasa y le
va a pasar por burra. Y de desagradecidos está el mundo lleno. Y de dureza de
corazón. Que algunos parece que lo tienen de hierro. Cuando yo llegué de Nueva
York después de haberme partido el pecho por mi país con razón y sin ella fui
recibido con un gracias por los servicios prestados y ale usted es uno de
tantos, la gente va a su rollo, es insensible para vibrar ante las issues del
patriotismo como pasa en Inglaterra, Estados Unidos o Francia y me sentí un
poco como aquellos soldaditos de Mola que regresaron a Larache después de
resistir diez meses en un blocaos de Dar-Akoba, diezmada la compañía y después
de pasar gurrumías, se preparó un desfile militar y no asistió nadie. Los
pobres sorches se sintieron desolados ante esta incomprensión de la retaguardia
ellos que se estuvieron batiendo el cobre en la vanguardia No sabe interpretar
la actualidad que es tan criptica aun a fuer de apariencia inocente pero los
hechos no son tan inocentes. La actualidad según esto se desarrolla con arreglo
a un plan previamente diseñado en el encerado por el amigo de la batuta, el gran
cofrade mayor corre turnos. Claro para eso hicimos, Ejusmodi, usted la
mili en los servicios secretos. ¿En el SIM? A tanto no llego. ¿En los servicios
de Carrero? Pero estuve en el punto de mira de aquellos pelmas. Como espías
fueron un desastre porque aparte de que mataron al zanjo de la colmena, abejas
rábidas, luego no estuvieron dando una a derechas. Que si 20N que si 23F que si
11M. Les han metido todos los goles. Bueno eso es un supuesto. ¿No será que
aparentaron que se la dejaban meter doblada? También es muy cierto eso. Para
sobrevivir hay que hacer como que no te enteras. Si no quieres acabar cantando
el romance del prisionero. Todos a la trena. Paso. Vayamos paso y por partes.
Escarbe. Haga memoria. Navegamos ya en aguas válidas. El tiempo anda un poco
revuelto. Para esta época vienen fenomenal los cocimientos de genciana. Pueden
ayudar a algunos a combatir la depresión. A resultas del gran montaje los
destajeros del rumor, la columna inane. Llevan chismes al Procurador.
- ¿Cómo se llama ese señor?
- Don Ahímelasdentodas
Pues vale pero no cante usted muy alto ese bello
romance no vaya a despertar usted a los carceleros que son legión aunque no lo
parezca en esta época de derechos humanos hay manga ancha para algunas cosas
pero para otras cosas que uno considera leves o un simple ejercicio de la libertad
de expresión son implacables y si las dices puedes acabar en la trena. De hecho
no somos libres. El andamiaje está montado sobre las varas de medir y las vigas
del miedo. Y es con el látigo del terror con el que se tiene dominados a los
pueblos. Es por esto por lo que se les ha declarado la guerra a las ideas y
pensar por tu cuenta puede ser un delito. No. No quiero cantar las tristes
estrofas del romance del prisionero que yo recuerdo haber oído interpretar a algún
rabelista que se acercaba al baile en las fiestas de mi pueblo.
- A buen entendedor...
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