NICOLAI GARIN UNA MUJER EXTRAÑA
El verano marchó por la senda de Cronos, no volverá. Dias de orvallo, miro a los ojos coruscantes de las estrellas. El cielo astur no desvela sus misteriosas lejanías e invita a soñar. Vigilo la noche desde mi candelacho como un labrador que guarda su viña asediada por el jabalí.
Esta choza o candelacho es la celda sublime del escritor.
Leo un cuento misterioso de Nicolai Garin en portugués. Se titulada: “una misteriosa mujer”.
La lengua lusitana guarda en sus delicadas y melosas sinuosidades un gran parecido con el alma rusa. Nadia Alexandrovna se enamora de un estudiante que se aloja en su casa a pupilo. Ella está todavía de buen ver. El marido se encuentra enfermo y a punto de morir lo que no es óbice para que los dos amantes se refocilen a la espaldas o abiertamente del esposo sin ocultar su procaz pasión. Se trata de la crónica de un adulterio contada delicadamente.
El amor es eterno y cruel pero siempre estás el “otro”. pasean ambos por las calles de Petersburgo visitan la isla de Ostrok.
La noche de pascua celebran un gran convite que acaba en orgía sexual. Se juran amor eterno pero siempre está el “otro”. de ella le habla Natalia y dice a su amante que le recuerda a él que parecen hechura de un templo de Apolo. El estudiante es un idealista hombre puro con el alma fragil de cristal que sabe poco de los misterios ocultos en el alma de una mujer.
El dinero que le mandaba su padre se lo gasta en francachelas con la adultera, deja de atender sus clases en la universidad, descuida su atuendo, se emborracha, vive como en una nube poseído por esa locura del deseo que es como una bruma dentro del cerebro.
Natalia bella y coqueta se preocupa por el paso del tiempo, la belleza corporal no es eterna se marchita estando abocada a la enfermedad y la muerte. Yo te juro amor eterno quiero ser tu esclava. Son palabras de mujer promesas que nunca cumplen. Un día descubre en el tocador de su dama un anillo de oro y un collar de perlas. Dime de quien es. Nadia se excusa con mentiras. Extraña mujer.
Se descubre la trampa y se separan al cabo de muchos gritos lagrimas y bofetadas. La dulce amante se convierte en una hiena que grita cual basilisco. Prorrumpe al fin durante su último encuentro en una carcajada carcajada cruel. “Tú no eres nada para mí, yo amo al otro”.
Garin viene a decirnos en este magistral cuento que el amor romántico es una locura, una entelequia y una trampa y una hoguera a la cual se lanzan los incautos. Que la carne humana es frágil sobre todo cuando se reviste de mujer. Sexo. Viento. Llama. Nube. Trueno que estalla de repente para desaparecer después. Una añagaza que tiende la naturaleza para la conversación de la naturaleza. Pero estas crueles y acibaradas verdades se endulzan cuando se dicen de forma artística en lenguas tan delicadas como es el ruso y el portugués
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