ENTERRAMOS A MI TIO PONCIANO
Ayer tarde de lluvia de sana Águeda falleció mi tío Ponciano y hoy en el crematorio de Fuencarral lo quemamos.
Se me agolpan los recuerdos y me viene al pensamiento la faz gloriosa de aquella inglesa a la que amé. Qué habrá sido de ti Suzanne Marie Parra. Nos vamos somos como las naves como las sombras como las nubes un pasar continuo para no regresar más nos queda la esperanza de la resurrección en la fe y los momentos vividos aquel piso de Álvaro de Bazán éramos ciento y la madre el cura Abel, el Mateos, en un guateque yo te presenté a Marisol la que sería tu esposa que era amiga de la Milagritos que era medio novieta.
Hoy la mirada de Suzanne me hiela la sangre y me hago muchas preguntas de por qué. Ponciano era expósito mi abuela Leonides y el abuelo fueron en un carro hasta Medina del Campo. llamaron al convento de las monjas del orfelinato y allí se lo entregaron por el torno a Poncianín... ahí va un chico. Le llamábamos cariñosamente el gitanillo pero siempre lo consideramos de nuestra sangre.
Fue uno de los mozos más garridos y elegantes de Fuentesoto sólo se juntaba con los elegantes los hijos de la maestra Catalina, David el de Pablete el ingeniero etc...
Se juntaba con las fuerzas vivas, no iba a la bodega con los de su cuadrilla, siempre fue muy distinguido.
Tuvo una novia la pastora que era pobre pero el abuelo Benjamín se opuso a aquellos amores así que Ponciano echó la instancia para la marina se alistó en el destructor Miguel de Cervantes y recuerdo bien cuando vino licenciado con la absoluta, estábamos en la fuente llenando el botijo de agua y yo le ayudé a llevar a casa el petate. Como no le gustaban las tareas del campo emigró a Barcelona y se hizo representante de distribuciones reunidas vendía por toda España calendarios y fue propietario del primer coche que enfiló la cuesta os carros de Fuentesoto, fuiste el pimer motorizado, al volante de un dauphine renault, el coche de las viudas tuvo una accidente pero no se mató
A mi me trajo de Barcelona la primera maquina de escribir una olivetti pluma 22 a la que machaqué durante cuarenta años y tuve que tirar de vieja se le montaban los tipos. Fue mi compañera de viaje en mis giras por Inglaterra y Estados Unidos, en ella escribía mis crónicas y la utilizaba como fuente castalia de inspiración; articulo que no mecanografiaba en la olivetti no me salía a ciertas.
Oh Ponciano tu abriste en nuestra familia la puerta de la modernidad y los palurdos de Fuentesoto culo roto siete varas y otro poco se reían de ti cuando decías que la riqueza de nuestro pueblo estaba en el vino y las buenas cepas de aquellos pagos que son aledaños a la ribera del Duero. Hubiste lidiar contra la hipocresía la ignorancia y maldad de aquellos palurdos, aunque tú en el fondo les perdonabas y les seguías queriendo. Hoy no sé por qué tu recuerdo viene unido al de aquel primer amor por la londinense no he vuelto a amar a ninguna otra mujer.
Tu me defendiste cuando toda la familia se opuso al matrimonio. Dios qué terrible error cometí, tengo un cargo de conciencia que arrastraré hasta la tumba. Me porté como un cerdo.
Siempre me intrigaron tu ascendencia y tus orígenes, Poncianín.
Un día estando en un bar del puente de Toledo vi a un hombre que era clavadito a ti y dije coño mi tío Ponciano hablé con él (era una fotocopia de tu cara) y me dijo que eran aposentadores de la remonta que la familia gitana venía de Medina del Campo. Casta de calés ricos ellos y ellas muy elegantes y guapos,
Yo creo que era tu mismo hermano mellizo pero tú no quisiste saber nada de él, tú eras hijo del tío Benjamín y de la tía Leonides. Dios mío como me pesan los recuerdos gozo y sufro por el pasado que compartimos y ahora te deseo ventura en tu ultimo viaje.
Que san Pedro te abra la puerta y goces del Padre y seas feliz eternamente, mi más sentido pésame a tu esposa Marisol y a tus hijos Rosa Belén y Antonio. Descansa en paz querido tío Ponciano tú te llevas una parte de mi vida que termina contigo
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