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miércoles, 20 de enero de 2021

LOS SANTOS EVANGELIOS CURAN Y PROTEGEN DE LOS MALOS ESPÍRITUS

 

PEREGRINO RUSO II Valor terapéutico de los santos evangelios

 

el peregrino ruso no sabía leer, tenía una mano seca. Tampoco podía trabajar. Sin embargo, citando a san Juan Crisóstomo, hace referencia al valor taumaturguito de las Escrituras porque alejan los malos espíritus. Gracias a ellos este "yurodivi" o strañik vagabundo de la estepa rusa aprendió a leer milagrosamente no sólo en ruso sino eslavónico que es la lengua sagrada en la cual se canta la misa y se lee la epístola. Los patriarcas de las heptarquías orientales se negaron siempre a proceder a eso que llameamos los católicos el "aggiornamiento". Desde el Vaticano II a mí me parece que nuestra fe católico ha sufrido un expolio. Las vernáculas no alcanzan la solemnidad contundencia y concisión de la lengua latina. No la toquéis más que así es la rosa. No hay religión sin arcano. El misterio lo inefable e incomprensible de la magia del cristianismo. ¿Quien podrá explicar por ejemplo la procesión trinitaria o el dogma de la Encarnación? La mente humana tiene cercenadas sus posibilidades, carece de alas para volar a ese empíreo.

Los vaticanistas conciliares con el aggiornamiento trucidaron una parte importante de la Fe que es la Tradición. Fue una suerte de inmolación plegarse a las exigencias de ese mundo diabólico al cual venció Cristo. Creían que celebrando la liturgia las gentes se acercarían más a la iglesia. Ha ocurrido exactamente lo contrario. En virtud de lo mismo se queman iglesias y se dinamitan cruces. El "strañik" vuelve a las esencias en sus vagabundajes y da testimonio de algo maravilloso: que los Santos Evangelios curan. Sabrán leerlo hasta los analfabetos porque su presencia en la historia es algo vivo. La oración continua salva conduciéndonos a la vía unitiva. Este libro anónimo fue publicado a mediados del pasado siglo XIX. Es un una panorámica de la vida rusa durante el tiempo de los últimos zares: las deportaciones y cuerdas de presos camino de Siberia, los estragos de la bebida en la población rural o los estragos de la guerra de Crimea. contra estos males preconiza el autor, el recogimiento interior, la no violencia y la filocalía el amor a lo bello, esa grandeza del universo, la música sacra, el  (pokaiania) y compunción del pecador ante las verdades eternas, la caridad heroica. Hay que amor a nuestros enemigos y poner la otra mejilla cuando nos abofetean. Por este camino de renuncias y de abrojos se alcanza la perfecta quietud. Las paginas del Peregrino ruso muestran un nirvana que a mí me han hecho reflexionar sobre cuestiones de mi vida que no alcanzo a comprender. En ellas el Señor está oculto.

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