BEN GURION EL ÚLTIMO PROFETA

 

Era el último profeta. Le recuerdo en una entrevista que le hizo Tico Medina, hablaba perfectamente castellano. Bueno hablaba todas las lenguas y el español se lo enseñó Isaac Navon sólo porque quería leer el Quijote sin traducción. La melena blanca y los ojos penetrantes y vivísimos. Un golpe de vista que decían era la mirada de Dios que por cierto se opuso en la declaración de independencia de Israel que se mencionara la palabra dios. Sólo permitió que se nombrase indirectamente a Adonai como la “Roca de Israel”. Dios no santifica el nombre. Es una terminología grecorromana. Zeus y hay muchos dioses. Una vez que le preguntaron qué es el judaísmo, Benjamín y él contestó:

▬Leer y leer porque en los libros está dios.

Su figura señera y apocalíptica, melenuda, se adecua perfectamente a la noción de hombre mito. Este polaco nacido en 1886 trató de poner en práctica las profecías de Teodoro Herzl sobre el regreso a la tierra prometida. Padre, pues, del sionismo. Los amos del mundo. Los turcos lo condenaron a muerte a muerte. Escapó milagrosamente. Se estableció en Palestina en 1917. Le llamaban el Churchill judío. No fumaba. Era de costumbres frugales. Había nacido en Plansk. Abandonó Varsovia en 1906.

 

(continuará)