BABLE: EL CASTELLANO Y LAS PALABRAS MÁS HERMOSAS
Antonio parra-galindo
No hay carretera sin barru nin
prau que non tega yerba ni niña sin amores etc. La tonada crece hacia adentro
como el rumor de los raudales cantarines que de pronto uno encuentra por el monte,
tramontada una sebe o zarzo - la sebe o saepes es latín puro y de
entonación suave no como la de los del Lacio o los de la Dacia, eso me lo dijo
una vez dándole caladas a su pipa el profesor Criado del Val que de filologías
sabía un rato- cuando uno se pierde por las brañas de Manto al encuentro de las
xanas.
Y es que Asturias es el alma y la
cuna de la nación española, temple recio e independiente como la voz de nuestro
juglar el Presi, hijo de guardia civil y socialista hispano y astur temple como
sus tonadas de inimitables filados. Gracias a los satures y los leoneses el
latín que hablaban los legionarios romanos no se arabizó o se perdió de remate
como ocurrió en Tagaste y en Mauritania. Covadonga es más que un símbolo y un
estandarte como Kosovo para los yugoslavos (aquí comenzó a latir el corazón
pequeñito de una nación) fue un antemural que conservó las leyes los usos y las
costumbres y sobre todo la fabla. La j que dicen trajeron los moros pero yo
creo que es fonema vascongado no pasó el Puerto Pajares ni el Somiedo ni Puerto
Ventana.
Hay una serie de características
fónicas que identifican al bable como un dialecto o una lengua y es la
inalterabilidad de la f labiodental
plosiva que enmudece en el castellano y se torna en h, el mantenimiento de la g gutural
frente al acoso de la mentada consonante y la inmutabilidad de x
renuente a hacerse j aunque se mantenga en el Ijuju que es el grito
basico de la danza prima.
Asi que un asturiano de Somiedo
siempre dirá fembra, güeyos (ojos) y güevus huevos y puxar empujar aunque es más aldeano todavía el non emburries.
Otro signo de identificación es la utilización de los enclíticos pronominales y
la proliferación del articulo con el apostrofe así como la tendencia a suprimir
la preposición de y a la predilección del pretérito indefinido en
sustitución del pretérito perfecto o el anterior. Pero existen voces bables
intraducibles y que se desconocen en el castellano habitual:
Pesllar o cerrar con llave.
Abocanar cesar la lluvia
Afrellose y esguardamillose se
deslomó de un golpe.
Arrebalgar o cabalgar a
horcajadas.
Acompangar o comer pan con
compango o monfongo algo de sustancia que siempre se echará en la fabada
Argallo y argallu argallar un
derrumbe o alud a causa de la lluvia
Trebeyar que no es traballar sino
todo lo contrario es el retozar con una moza una tarde de romería por ejemplo.
Xintar comer a mediodía
Mancarse cortarse
Desmangarse descomponerse una
herramienta
Fesoria por azada
Enxereyar o enjaretar.
Por ultimo otra constante en la
eufonía entonación del acento que suena
mucho más meloso y musical que el bronco castellano de Valladolid es la
inclinación por los dominutivos que son cantidades. Así rapaz o chaval tiene rapacín, rapazón y
rapazuco. Jovellanos y Carlos Parada nos advierten que la evolución genérica
está menos evolucionada que detrás de los montes. Así el calificativo bonum
bona bonus que en castellano da bueno en bable es bonu para el masculino bona
para el femenino y bono para el neutro.
El amigo Bono, ese que dice ser socialista.
entonces debe de tener raices de alta
montaña. Mejor casi que no, no oiga. En
alguna de las Polas yo he oído decir vino bono que conserva la estirpe latina de
vinum bonum laeticat cor hominum. El vino bueno alegra el corazón de los
hombros pero Berceo ya nos habla de un vaso de buen vino. En la Rioja hubo por
tanto una mayor evolución. El bable ofrece puntos de contacto o hermandades que
nunca seran totalidades con el gallego. Y uno puede escuchar hablar de
almofallas o hueste. Adur apenas. De azconas que eran dardos pequeños. Daquende
de aquí que. Fabliellas o chismes. Falagueros y falagar. Te falagaré con un
palu de avellana dice la canción en sentido sarcástico. Aquí no es halagar sino
cutir sacudir. Otro asturianismo es tupir. Tupiose el lavabo. Fornados y
furacos agujeros. Leno alcahuete y asmar por conjeturar ver entender. Laceria
de llacerar. Según la región y el valle así la fabla. El idioma de los
asturianos está muy disperso y ofrece la originalidad y talante independiente
de sus hablantes aunque siempre se puede establecer una linea que homologa a
los diferentes bables. Lo difícil y problemático es hacerlo de una forma
artificial como se pretendió hacer con el vasco en el cual los de Navarra y los
de Guecho no se entendían. Al homogeneizar una lengua por las bravas siempre se
pierde la espontaneidad. Los léxicos no se puede enseñar nunca con pistolas ni
a cañonazos.
06/03/2008
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