JIMMY G.ARNAU ESCOPETA NACIONAL O LA ASTRACANADA QUE NO CESA. Un rufián mediático
Noticia no suele ser que un perro-decían en los manuales estilístico-periodísticos- muerda a un hombre pero que un hombre muerda a un perro sí lo es pero, como vivimos en un mundo descabalado donde se pone cloroformo a nuestro envenenamiento interior con estos programas sansirolé que duran toda una tarde y acaban a altas horas de la madrugada con toda una partida de mendas que se dedican al celestineo y lupa en mano se entregan a hacer inspección ocular, pues es lo que hacían los pincernas de alcoba regia y en la noche de bodas tenían por misión presenciar en aras de la legitimidad cerca del tálamo real si hubo coyunda entre el rey y la reina, y si ésta fue “entera” al sacrificio y cómo eran los atributos del monarca (un ayuda de cámara del alcazar de Segovia nos dice que don Enrique IV “tenía una grande verga como los demás omes e desfloró a su majestad doña María no sin trabajo y que ésta lloró de sangre empapada al ver perdida su virginada” lo que echa por tierra el infundio de su impotencia y desbarató el argumento de los partidarios de la Beltraneja que decían que no era hija suya”) de quién se acuesta y quién se levanta y con quién en este país antes llamado España, hoy todo vale.
A lo que se ve el cronista aúlico era bastante gráfico y da testimonio de la coyunda nupcial sin ningún morbo como un fieldefechos o un notario imparcial. Había que levantar acta habida cuenta de que la bastardía era el enemigo número uno de las casas reales en la edad media.
Ahora noticia es por lo visto que dos rufianes mediáticos a la salida de un plató se enzarcen en una gresca que recuerda aquel cuadro de Goya en el que dos españoles liman sus diferencias garrote en mano con el agua del Manzanares hasta la rodilla.
La noticia del verano es que un tal Pipi que se dice periodista-oiga un respeto señor Pipi o Pipí que esta era una profesión humilde pero digna hasta que llegaron los putos y prostitutos jornalistos hijos de la gran puta y nos jodieron la parva- y el ex de la nietísima se lien a mamporros y luego cuenten su pelea ante las cámaras y cobren porque aquí cobrar es de lo que se trata.
¿Es esto ético? ¿Es moral? ¿Qué fue de tanto frenesí, qué se hizo de nuestra deontología profesional?
Siento un poco de vergüenza ajena ante tan lamentable espectáculo y me da cien patadas el que el tal Pipi- debe de ser porque les regala a las tres mil interfectas que alega haberse pasado por la piedra, menos humos, menos humos, con un lluvia dorada después de chuparsela - se atribuya el título de periodista, lo que no deja de ser un baldón para la gente de mi profesión.
Estos programas oceánicos, mastodónticos que duran toda una tarde y se internan hasta altas horas de la madrugada son lo más antiestético, lo más anti televisivo que haber haya. Carecen de arte. Se refocilan en la vulgaridad y en la astracanada.
Todo un panel con cara de esbirros/as, integrado por unas projimas que se llaman Chelo la Patiño la Esteban, las anarosas azarosas de aquí y acullá que tuvieron por fundadora a una Teresa, no teresa de Jesús, sino Teresa de Malaga, chicas Hermidas todas ellas, o un fulano con las patillas de boca de hacha y de cuyo nombre no me acuerdo a los que se agrega para amenizar la velada algún prostituto ora bujarro ora bardaje forman el nuevo tribunal de la Spanish Inquisition, especula acerca de bodas, bautizos, saraos, crónicas urbanas del famoseo que nada tiene de hermoso, pues las gacetillas son zafias y sin sustancia aunque se trate siempre de gente guapa.
Es el nuevo oficio de Celestina en la sociedad de la transparencia-aquí somos transparentes solo para lo que al poder de las fuerzas oscuras les de la gana- integrado por las nuevas comadres mediaticas de los remienda-virgos, los sopla-pollas, los sopla-nucas, los come-aholmadas pues el pecado nefando es uno de sus morbosos recursos.
Imitan al Santo Oficio pero al revés pues se han erigido en Tribunal de la Inmoralidad Pública y las Malas Costumbres, quieren descubrir el andaopalante y son más viejos que la tana. Cabe recordar a estas flores de jara que ejercen el oficio de la prostitución periodistica que el colorín es uno de los lastres y una de las partes malas del franquismo. El Hola, Garbo, Semana, Diez Minutos son todas publicaciones excrecencias del franquismo que reflejaban las telarañas de una sociedad presidida por la máxima del quiero y no puedo y fundadas todas ellas por gente tan franquista como eran Eugenio Suarez o Jaime Peñafiel.
Como franquista y algo pazguata muy de comidilla y de cuentos en petit comité es esta sociedad juancarlista. Oh Jimmy… boy, no nos vengas con astracanadas porque ahora reniegues de aquel sistema y te hayas enriquecido escribiendo libros contra los Franco tú vienes de Mussolino, chaval. Tú padre escribió novelas como El Puente o De Pantalón Corto donde no se para de cantar el cara al sol y tú mismo creo que eres buen escritor y yo te hice una entrevista cuando quedaste finalista en el Planeta y habil manejador de los resortes publicitarios apareciste con tu libro entre los dientes, yo vengo aquí a hablar de mi libro pero como el escribir en este pais es llorar y pienso que a ti talento no te falta por lo menos es el único que dice algo con salero y es divertido en estos oceanicos programas en medio de un panel constituido por sandios que se ponen a ejercer el oficio más viejo del mundo: de remiendavirgos y de torquemadas de honras, y no da dinero pues te nos convertiste de la noche a la mañana en macarra televisivo.
Pero tú no sufras, Jaime, ni nos vengas despotricando contra el Caudillo- Franco era Franco y su familia su familia aunque no gastara el yate más lujoso del mundo ni veranease en Mallorca con sus royals ni estuviera al frente de un pais que es hoy por hoy una corrupción coronada, ni se enriqueció a costa del erario público, yo puedo enseñarte la última nómina del general que no llegaba a 200.000 pesetas- pues te expones a que otro Pipi o un chuckerout ruso te cruce la cara. Has caído muy bajo, Jimmy boy…
domingo, 09 de agosto de 2009
libros de ocasión pedidos a bibliopolis@outlook.es "“los libros hacen libres a los que les quieren bien. Con ellos me consolé en la prisión que se me aparejaba y satisfice el hambre en un pedazo de pan conservado en una servilleta envuelta en un papel que traía un capítulo de alabanza al ayuno. ¡Oh libros, fieles consejeros, amigos sin adulación, despertadores del entendimiento, maestros del alma y gobernadores del cuerpo, guiones para bien vivir y centinelas del bien morir” VICENTE ESPINEL
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lunes, 13 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
cordoba lejana y sola
DON LUIS DE GÓNGORA Y AGORTE
Lo que yo desconocía era que las yeguas andaluzas, Góngora dixit, eran preñadas por el blando céfiro. Me imagino a don Luis de Góngora y Agorte cantando el estribillo de hermana Marica, despierta que es fiesta no habrá escuela, y haciendo bellaquerías detrás de la puerta. Luego fue un canónigo tibio que se echaba las largas siestas y nunca iba a coro porque le gustaba vivir a su albedrío y entre los sueltos caballos como Hipólito, mitad judío, mitad cristiano y una quinta parte de pagano, bibliognosta, bibliopola y como buen conocedor del paño dado a los plagios. Vivió una vida de papel estucado dentro del círculo mágico de la fascinación por los libros. En casa tenía una criada morisca que honraba a Ala-ruh Alá- en secreto y hacía las abluciones y sus genuflexiones mirando a la Meca. Nadie habló del amor con tanta delicadeza en castellano, como este converso, aunque malsines dijesen de su persona que era bujarrón. A batallas de amor campos de pluma. Su rostro era severo algo bisulco o patihendido por la barbilla y sus versos cuando quería un tanto ludiferos, sus poemas chocarreros que podían herir como una daga y hacían carne en el alma de sus enemigos, sabía insultar mejor que Quevedo y al igual que su enemigo conocía los recursos de la sátira. Y hacía a pelo pluma. Cuando pitos flautas y cuando flautas pitos. Unas veces quitaba a su mora la almeiza en la cama y otras veces se echaba la siesta con un efebo porque queda en los anales no sé qué pleito que tuvo con el deán de la mezquita de Córdoba. El claustral quiso empapelarle por andar a nidos con los niños de coro. Dixo la picota al gocho, contestó el poeta, quita de ahí que me tiznas. A buena parte fuiste a dar, pato no empluma a pato y el ánsar nunca se aparea con el cisne, Fue tabelión del archivo diocesano y guardaba con celo los viejos documentos. En el coro de Córdoba tenía una misericordia para dos y gastaba asiento biselio. En un rucio rodado alto de brema y largo de copete, cañilavado de cascos, iba a su pueblo a visitar a su hermana Marica en la campiña del Guadalquivir. Allí en sierra morena las yeguas andaluzas eran preñadas por el céfiro. Pasaban las comadres por su puerta, damas de toldo y arandela, y a todas las bendecía diciendo:
-Id a servir al amor
-Mire don Luis que nosotras somos de la grey huérfana.
-De menos nos hizo Dios
Y enseguida profería un latinajo
-Igne natura renovatur integra
-¿Qué nos quiere decir su señoría?
-Que el fuego lo purifica todo:
Se había producido una cierta dilución de la fe que hace que la caridad se enfríe y la gente viviera enemistada desconfiando los cristianos unos de otros pero el dinero faltaba trampa adelante por lo que los clérigos soñaban con la vida retirada, con un buen pasar, una prestamera, un beneficio que les deparara un vivir cómodo. Las damas sonreían a la concupiscencia de los ojos. Alguna vez don Lis decía misa y consultaba los añalejos y dejase que el mundo girase por las cuatro estaciones del ciclo solar y el universo espiritual por los cuatro evangelios, aunque, abstracción hecha de tales inconvenientes de su disipación, no podría decirse que fuese ni mejor ni peor que los demás. Nunca fue cura gallofero de los que iban a recibir la sopa boba a los conventos ni fue galán de monjas jamás. A batallas de amor campos de pluma. Este beneficiado del cabildo cordobés fue el mejor vate que escribió en la lengua española. Verdadera gloria del parnaso. No soportaba a los hipócritas ni a los camándulas a los que vituperaba en gallego: “Cruz no peito o diablo feito”.Fue un hijo mimado de las Nueve Musas que ya es decir con su tono entre bromas y veras, ludífero y estro chocarrero y juguetón. Una delicia leer sus romances. En las Soledades tan intrincadas y alegóricas resulta difícil hincarle el diente porque el cordobés cuando galopa sobre el caballo de la alegoría es muy escurridizo, pero genial, según Dámaso Alonso, y ande yo caliente y ríase la gente. Vivió villano en su rincón aportillado en la roca de Israel que no puede que ser otra que la del Beatus Ille.
viernes, 12 de febrero de 2010
Viernes, 12 de febrero de 2010
Lo que yo desconocía era que las yeguas andaluzas, Góngora dixit, eran preñadas por el blando céfiro. Me imagino a don Luis de Góngora y Agorte cantando el estribillo de hermana Marica, despierta que es fiesta no habrá escuela, y haciendo bellaquerías detrás de la puerta. Luego fue un canónigo tibio que se echaba las largas siestas y nunca iba a coro porque le gustaba vivir a su albedrío y entre los sueltos caballos como Hipólito, mitad judío, mitad cristiano y una quinta parte de pagano, bibliognosta, bibliopola y como buen conocedor del paño dado a los plagios. Vivió una vida de papel estucado dentro del círculo mágico de la fascinación por los libros. En casa tenía una criada morisca que honraba a Ala-ruh Alá- en secreto y hacía las abluciones y sus genuflexiones mirando a la Meca. Nadie habló del amor con tanta delicadeza en castellano, como este converso, aunque malsines dijesen de su persona que era bujarrón. A batallas de amor campos de pluma. Su rostro era severo algo bisulco o patihendido por la barbilla y sus versos cuando quería un tanto ludiferos, sus poemas chocarreros que podían herir como una daga y hacían carne en el alma de sus enemigos, sabía insultar mejor que Quevedo y al igual que su enemigo conocía los recursos de la sátira. Y hacía a pelo pluma. Cuando pitos flautas y cuando flautas pitos. Unas veces quitaba a su mora la almeiza en la cama y otras veces se echaba la siesta con un efebo porque queda en los anales no sé qué pleito que tuvo con el deán de la mezquita de Córdoba. El claustral quiso empapelarle por andar a nidos con los niños de coro. Dixo la picota al gocho, contestó el poeta, quita de ahí que me tiznas. A buena parte fuiste a dar, pato no empluma a pato y el ánsar nunca se aparea con el cisne, Fue tabelión del archivo diocesano y guardaba con celo los viejos documentos. En el coro de Córdoba tenía una misericordia para dos y gastaba asiento biselio. En un rucio rodado alto de brema y largo de copete, cañilavado de cascos, iba a su pueblo a visitar a su hermana Marica en la campiña del Guadalquivir. Allí en sierra morena las yeguas andaluzas eran preñadas por el céfiro. Pasaban las comadres por su puerta, damas de toldo y arandela, y a todas las bendecía diciendo:
-Id a servir al amor
-Mire don Luis que nosotras somos de la grey huérfana.
-De menos nos hizo Dios
Y enseguida profería un latinajo
-Igne natura renovatur integra
-¿Qué nos quiere decir su señoría?
-Que el fuego lo purifica todo:
Se había producido una cierta dilución de la fe que hace que la caridad se enfríe y la gente viviera enemistada desconfiando los cristianos unos de otros pero el dinero faltaba trampa adelante por lo que los clérigos soñaban con la vida retirada, con un buen pasar, una prestamera, un beneficio que les deparara un vivir cómodo. Las damas sonreían a la concupiscencia de los ojos. Alguna vez don Lis decía misa y consultaba los añalejos y dejase que el mundo girase por las cuatro estaciones del ciclo solar y el universo espiritual por los cuatro evangelios, aunque, abstracción hecha de tales inconvenientes de su disipación, no podría decirse que fuese ni mejor ni peor que los demás. Nunca fue cura gallofero de los que iban a recibir la sopa boba a los conventos ni fue galán de monjas jamás. A batallas de amor campos de pluma. Este beneficiado del cabildo cordobés fue el mejor vate que escribió en la lengua española. Verdadera gloria del parnaso. No soportaba a los hipócritas ni a los camándulas a los que vituperaba en gallego: “Cruz no peito o diablo feito”.Fue un hijo mimado de las Nueve Musas que ya es decir con su tono entre bromas y veras, ludífero y estro chocarrero y juguetón. Una delicia leer sus romances. En las Soledades tan intrincadas y alegóricas resulta difícil hincarle el diente porque el cordobés cuando galopa sobre el caballo de la alegoría es muy escurridizo, pero genial, según Dámaso Alonso, y ande yo caliente y ríase la gente. Vivió villano en su rincón aportillado en la roca de Israel que no puede que ser otra que la del Beatus Ille.
viernes, 12 de febrero de 2010
Viernes, 12 de febrero de 2010
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