OCTOGENARIOS LA HORNADA DEL 44 ABRIMOS BRECHA. TUVIMOS QUE
SOBREVIVIR
Garci el cineasta
cumplió los ochenta. Congratulations and
jubilations, Cliff Richard. We shall
overcome one day Joan Baez. Venceremos algún día. A new generations with new expectations. Fuimos a san Francisco con
flores en el pelo (MacKenzie) esas flores ya están marchitas y muchos de
nosotros los que no la palmaron andamos con cachava cantando por lo bajo
canciones de Serrat. No me queda otro remedio que meter en este artículo
morcillas en inglés pues abrimos brecha ya que España empezó a anglosajonizarse y
a encabronarse. No fuimos, con todo, una generación lacrimosa sino generosa. El
tren de la historia cambiaba de agujas. Macuto a la espalda un pobre hato y nos
largamos a Europa haciendo dedo. Heraldos de la libertad. Unos volvimos
decepcionados, otros cambiaron de chaqueta, vendieron la patria por un plato de
lentejas. Trepas y yo me quedé quieto viéndolas venir conscientes de que éramos
los últimos de Filipinas, más se perdió en Cuba y vinieron cantando. Garci hacía
películas almibaradas demasiado azúcar quiso imitar el cine norteamericano
lleno de acción y de garras y le salieron pastiches. Paseó su Oscar por todos
los escenarios aunque la cinta por llorona a muchos nos pareció mala de
cojones. Cebrián un buen periodista un gran periodista hijo de don Vicente al
cual yo debí tanto pero como novelista muy malo, un tipo incorrupto y con mucha
clase y yo estaba viéndolas venir. Amilibia también un gran narrador pero se
dedicó al corazón. Creo que el mejor de todos los novelistas fue Torbado. Después
de nosotros el diluvio, los carroñeros, los farautes del Régimen que van de
farol, prensa de la entrepierna sural, peritoneal narradores de cuestiones de
cama o de violencia ancestral y marital. Sí, somos octogenarios qué pasa,
supervivientes de una época quizás mejor pleno empleo, más dinámica aunque
encabronada y colmada de expectativas que nunca llegarían a cumplirse. Buena cosecha
de trepadores y chaqueteros. No nos habían lavado el cerebro con lo digital. Venga,
chavales y chavalas, vascos y vascas, a seguir dándole al dedito y ahora me
recuerdo de una balada irlandesa algo golfa: Roses are red, violets are blue and I with my hand think of you. Ellos y ellas no paran
de meneársela en la sala global convertida en masturbatorio general, y venga y
dale. Un tiempo tan procaz tan falaz y tan nugatorio es tierra infértil novelísticamente
hablando. En cuanto al arte no quiero ni pensar
miércoles, 24 de enero
de 2024
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