BEATRIZ GALINDO
La llamaban la LATINA y fue
nuestra primera ilustre e ilustrada gran mujer de gobierno que quizás tenga que
ver poco con estas feministas al uso. Me amago en un rincón de mi casa y pienso
en lo bien que lo pasé en las fiestas de Villafañe pero las de Bogajo en
Salamanca fueron mucho mejor cerca de donde nació la ilustre dama que enseñó latín
y a cantar gregoriano a la reina Católica. Los anales nos dicen que estaba
casada con un artillero que era lugarteniente del Gran Capitán. Vivió en Madrid
donde, dedicada a las obras pías, fundó el monasterio de las Jerónimas y el
Hospital de apestados de la Latina. Dulce mujer que tan pronto medía los yámbicos
de Virgilio o comentaba las comedias de Plauto como cantaba con meliflua
entonación los salmos del oficio divino en el coro de su parroquia.
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