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martes, 9 de julio de 2024

 acusaron a china de haber creado el v irus del Covid pero segun mis investigaciones fue creado por los americanos en Ucrania. Un hijo de Biden posee un laboratorio farmacológico cerca de Kiev. ¿Política de exterminio ? ¿Querían conseguir lo que no pudo hacerse con la explosión de Chernobil que también sería provocada?

CADA LOBO POR SU SENDA HISTORIA QUE CUENTA UN SUPERVIVIENTE DEL COVID

 

 

Vamos y venimos. No somos nadie y, menos en tiempos de peste. La llaman la Pequinesa porque es un regalo envenenado de los chinitos o bien puede ser el virus de la pascua judaica, flagelo sin remedio, el morbo del exterminio, pero aquí va cada lobo por su senda, y nadie quiere saber nada de nadie. Hay que disfrutar y cada mochuelo a su olivo, cada oveja con su pareja. Yo voy a lo mío y tú te jodes. Como Herodes. Reclamaciones al padre Ángel y a la mafia de Bergoglio. El príncipe de los engaños reina entre nosotros. ¿No te lo dije? Tú no me haces caso.

 Yo soy Polendos, Medel Polendos Juarrillos, para servirles, y me acaban de dar de alta del hospital, me ingresaron victima de esta nueva dolencia del virus coronado aunque tengo que prevenirte lector que husmeas estas páginas que para el régimen asolador en que vivimos soy un apestado desde hace bastante tiempo. Curado del vitrón colérico una vitamina sintética diseñada para matar gente (lo llaman nueva táctica de ingeniería social maltusiana para honrar a los santos de la Eutanasia) no sé si la elaboraron los chinos o los norteamericanos o los israelitas en su ánimo de venganza por el tema del Holocausto, ese factótum reivindicativo que tenemos los europeos hasta en la sopa. Por vida de Xto no fui víctima del Sanedrín universal. La Virgen me curó.  Quiero liberarme de esa poliuria as todas horas meando lágrimas por el mismo caño y al niño de Bruselas no se le obtura el pItorrillo. Niño,  ¿qué tal meas?... Gota a gota, mi señor. Escuchen los guays y lamentos de Jeremías. Hoy se cumplen tres cuartos de siglo del asalto a Poznam. Menuda carnicería que prepararon los rusos del mariscal Yukov en Berlín… pasan los noticieros imágenes apocalípticas de aquellos combates.  Sangriento fue el asalto y el cerco. Aquello fue entonces pero ahora es el virus siniestro tósigo y ponzoña ─no hay contra virus a la pandemia sin remedio aunque te bebas una cantara de litro y medio… están buscando una vacuna como locos─ que abrió de par en par los hornos de Auschwitz en el supuesto de que allí hubiese hornos crematorios que el diablo el gran entrometido se inventa cosas y es el gran fabulador el que fabrica embustes. Actualmente es el campeón de las redes sociales, no te asustes, Federico.

Kissinger ese animal satánico inventor de la política del paso a paso cuando era secretario de Estado y que ordenó el bombardeo masivo de Dresde, insta a la vacunación intensiva. Sí. Sí. Los satanistas quieren tallarnos con un nuevo orden mundial para su égida del varapalo. Doña Rosa Mateo la musa de la tiranía democrática está al pairo. Tratan de implantar la gran Compañía del anticristo en medio del caos y esos bichitos que lanzan por el ordenador no te pongas ante las pantallas, Baudilio, que vas a perecer, canta el miserere, tío, reza el confiteor. La consigna es acabar con todos los viejos así se ahorran en pensiones. Llaman al exterminador, están poniendo anuncios en los periódicos. Ya ni el zotal ni la lejía ni el amoniaco descontamina.  A tapar la calle que no pase nadie. Hay que colocar al personal un bozal y a los mastines de la tele una carlanca Pues ya digo yo me contaminé de ese bacilo letal en un viaje que hice con los viejos a Salamanca. Regresé tosiendo, me dolía la cabeza, tuve  fiebre y me arreó un apretón a la barriga, hube de  ir al baño no sé cuantas veces a cagar agua. Mi mujer la pobre me llevó en el pequeño utilitario que tenemos al Gran Hospital. Allí me vio una doctora que era una chica joven metiome dos palillos por las fosas nasales di positivo y con las mismas se ordenó mi traslado a un sanatorio en El Escorial. Me instalaron en la crujía de los apestados y vi el rostro fatídico de la muerte aquella noche.  Vi la luz al otro lado del túnel y estuve a un paso de la eternidad pero una señora misericordiosa, mujer de luz, me acogió en su regazo, volví a sentir las caricias maternales, era Ella mi madre celeste, y regresé a la vida. El cuerpo transparente, vestida de sol  calzada de luna  se subía a una tarima bajo la cual reptaba enfurecida la serpiente. Yo flotaba sobre la cama del hospital en medio de aquel delirio causado por los 39 de fiebre me vi salir por la  ventana  de la habitación 666 del dispensario cerca de la Cruz que quieren derribar los satanistas. Yo cabalgaba en una nube y no hacía caso a la enfermera ecuatoriana que me atendió solicita durante la pandemia, que angustiada me llamaba por mi nombre Medel ven acá, no te vayas y yo le dije ya soy viejo, querida enfermerita, he vivido bastante, cariño. Hay que dejar hueco a los jóvenes.

─Eso es precisamente lo que quiere el Maligno. Sacaron este virus de un matraz y engañando a todos lo saltaron como si fuese el ave de la muerte. Le encomendaron acabar con los viejos. Si no haces por tu vida, les vas a dar la razón a ellos. No te rindas, Medel.

No me rendí. Un legionario de Cristo nunca entregará la cuchara aunque lo maten ni entregará la plaza al enemigo.

 Yo no la escuchaba, (tenía que cumplir una misión aun me queda mucho por hacer tengo las manos vacías muerte no vengas) pero el virus se pegaba a mis carnes abriendo sus fauces como la hidra de seis cabezas abriendo las fauces dispuesto a devorarme. Yo tratataba de huir y de encaramarme a la azotea del empíreo pero cuanto yo más trataba de zafarme sus mandíbulas apretaban con mayor fuerza. ¿Es allí donde se encuentra el Paraíso? No importa si esta noche es la última. Vino un camillero y me ataron a la cama. Me suministraran una droga gruesa casi como una manzana  color mazarrón que amargaba y casi me ahogaba, no pasaba el aire por el diafragma, empecé a expulsar bilis negra me iba por arriba y por abajo, bajó la fiebre y a la mañana estaba sentado en la cama rezando el rosario. Es de lo que me acuerdo tras las imágenes de lo vivido aquella noche pasado en los dolores de la crucifixión son confusas. Tengo una sensación vesicante del rostro de aquella monjita que se me acercó vestida de un blanco manto y un sayal pardo su expresión era muy dulce. Las enfermeras que me cuidaban tres ecuatorianas y una almeriense que no le dio importancia a la cagalera que me entró de repente, una navaja me perforó las tripas salió sangre fecal toda negra:

─No tiene importancia con tal que te cures, hijo.

Me entró mucha desazón aquella noche. No sólo creía que terminaba mi existencia sino que también veía el final de los tiempos. Todo el mundo al valle de Josafat. Escuché el sonido de la trompeta del juicio final.

─No es posible que esto se acabe. La profecía dice que antes se tendrán que reconciliar los cristianos con los judíos y que las tres religiones únicas hubiesen convivido un tiempo en hermandad.

─Esos  son cuentos chinos que se inventan los popes─ dijo un diablo que estaba a la cabecera de la cama dispuesto a llevarme consigo a las calderas en cuanto  exhalase el último suspiro

Había muerte y angustia y las radios y las teles no cesaban de proferir calamidades. Los periodistas y las chicas de la tele también se habían hecho apocalípticos. Profetizaban un baño de sangre. El Trampas un hombre muy poderoso residente en la Gran Mampara (decían que él era el que había puesto en circulación el desastroso miasma que atacaba a los pulmones provocaba cagaleras y en última instancia apneas y faltas de respiración) se flotaba las manos. Convocó a sus asesores y les informó de que el remedio surtió efecto

 ─Había demasiada gente en el mundo, más de siete mil millones. Buen procedimiento de diezmar excedentes demográficos sin recurrir a la bomba atómica.

Un fraile del barrio franciscano vino a verme a la mañana siguiente para darme la extremaunción y yo le dije que naranjas de la China; hoy no me muero de ninguna de  las maneras, que pertenecía a un iglesia católica que no era la mía, le dije al cura que era una vergüenza que el nuevo Papa condonase el derribo de las estatuas de fray Junípero, que quemasen las imágenes de los santos que cristianizaron California o degollasen a los cristos, pues metete por donde te quepa el oleo y el crisma bendito que no es bendito pues lo profanó Satanás que yo le veía al Maligno mear dentro de la crismera cuando tú subías en el ascensor. Sí, por donde te quepa, cura del diablo, yo moriré en mi fe en Jesucristo, sagrado Corazón de Jesús en vos confío:

─Yo, padre, no necesito viáticos administrado por gente tan chaquetera e hipócrita como ustedes los católicos, sois los aliados del Malandrín. Me hicisteis los curas católicos mucho daño en mi vida y no os perdonaré ni en la hora de la muerte. Que os perdone Dios. Sois gente mala y artera.

─Mira, hijo─ exclamó amenazante el capellán hospitalario con su voz de borracho y su mirada salaz… se conoce que durante la semana se dedicaba a sofaldar mozas en la sacristía o debajo del púlpito─ vas a morir sin confesión. Irás al infierno de cabeza.

─Allí estaré calentito, fray Enebro.

Me sentí orgulloso de haberle dado calabazas a este confesor. Cuando marchó, apreté mi crucifijo que siempre llevo entre los dedos y vi a la monja benefactora sonreírme. Recé entonces el yo pecador.

La pandemia había llegado sin avisar como un ciclón. Todo el globo se vio infectado. Hispania peccatrix. Sí, nos lo merecemos. Castigo de dios El gran Perico llamó al Coletas y declaró el estado de excepción. Era una encerrona. Nadie podía salir de la habitación. A mí se me confinó en mi casa. Todo el personal del hospital se sentía fascinado por mi pronta recuperación y cuando abandoné la crujía salí a hombros como un torero en tarde triunfal. Afuera la brisa jugaba con las hojas de los castañoss que acababan de brotar. Del monte de las Machotas circulaban nubes preñadas de agua y la lluvia estaba  camino del redil yendo a por lana  a punto de descargar sobre los muros ciclópeos del Escorial inescrutables como siempre. No había tráfico en la carretera,  Madrid parecía una ciudad fantasma. Las campanas de las iglesias convocaban a la sextaferia del perdón. Mientras viajaba por los espacios infinitos en vuelo hacia el infierno para no caer al vacío yo me así a las cernejas del caballo del Apocalipsis montado por el Quinto Jinete que tocaba la trompeta. Agárrate que vienen curvas, no sueltes la mano del timón. Miré hacia abajo a mis pies estaban los espacios siderales. Pensé si me caigo me escoño y ahora no vendrá tu primo el taxista el Maudillo el que te salvaras tantas veces de las hecatombes que has tenido en la vida. Son muchos tus fracasos. Demasiados fracasos. Pero, alma mía, expiada la culpa, bendecirás al Señor

 

domingo, 7 de julio de 2024

 

DIA SAN ZEROLO Y EL DIABLO DICE CARA ATRAS ME GUSTA MAS. LA GRAN PROCESIÓN EN MADRID DE LOS QUE SATANAS DIO POR CULO

 

MADRID SEDE VALDEA DE LA MARICONERÍA

 

Ay Madrid que te quedas sin gente

Van las turbas cantando

Por la Gran Vía

Aquella copla trabalenguas

Pan blando pan duro

Pongan Vds. al niño y la niña de culo

Amor de través inverso y del revés

Toda esa chusma rainbow

Con los colores del arco iris

Y una flor

En los cojones

Una nueva religión

acaba de nacer

Que se llama Ltgb

Vaya usted a saber

Ya lo sabe usted

Marica el último

Buharros y bardajes

En procesión

Ganando el jubileo

Y doña Napias la gallega ministra de la cosa pronunciando

Un discurso aguerrido y triunfal

Contra el odio

Y esto es puro odio de la casa

Del Tócame roque

Lo que escupe por la boca

La capital de España

Una mancebía

De la cascara amarga

Coyundas al revés

Y el personal gran leva

De dados por el culo

Tapemos el último ojo de nuestra triste anatomía

Que todo lo barrunta y exclama sin ver

Con un coselete de rosas

Para no escuchar los cuescos

De san Zerolo que en el infierno esté

 SHERLOCK HOLMES EL CAFARD LONDINENSE


Sigo en bloqueo, en las garras de la abstemia, no doy ni pie ni mano, ni por mi vida dos reales. Es lo que llamaban los franceses “le cafard” (la cucaracha). Ora sea debido al calor ora por el mundo que me rodea, tan cruel y tan diferente de aquel por el cual yo luché y por el que soñé. Sin embargo, lanzo el caldero al pozo de mis recuerdos y extraigo el agua viva de vivencias memorables. Fui en mis tiempos un apasionado de las novelas de Sherlock Holmes y recuerdo que el detective más famoso de todos los tiempos el creador de la novela negra se sentía aquejado por el cafard. Se pasaba días enteras sentado en su sillón en el cuarto de estar de su domicilio 221b Baker street mirando por la ventana arropado en su Macintosh o pelerina (en las casas londinenses en aquellos tiempos y en los míos los que yo viví hacia mediados de los 70 del pasado siglos, sin calefaccióncentral, hacía un frío de cojones) envuelto en las volutas transversales de su pipa para dispersar las nubes de su aburrimiento. 

El bueno de Conan Doyle se olvidaba de sus cualidades deductivas, de sus dotes de adivinación y de sus aficiones al espiritismo. La popularidad de tan insigne personaje se hizo tan precisa que muchos de sus lectores creían que el agente de Scotland Yard era real y que el número 221b de Baker Street existía. 

Por aquellos años el nivel de vida de los españoles había aumentado tanto – la peseta era divisa más fuerte que la libra esterlina- que los viajes a Londres se hicieron muy populares. Todo Madrid venía a comprar a Harrods, se escuchaba hablar español con acento asturiano en la Torre de Londres.

 Yo tuve que hacer de espolique y guía algunos fines de semana y me ocurrió un caso con Genaro el hijo del sastre de Arévalo que había sido conmigo seminarista en Segovia. 

─Por lo que más quieras, Antoñito, llévame a ver la casa de Sherlock Holmes─ me dijo nada más tomar tierra en Heathrow.

Yo sonreí para mis adentros. Genaro ya desde sus días adolescentes era un lector empedernido de las novelas de Agatha Christie y Sherlock Holmes representaba el héroe epónimo, su particular con Quijote, pero el pobre no sabía por sonde se andaba.

 A lo mejor se le había secado el cerebro de tanta lectura, los días de claro en claro y las noches de turbio en turbio. Yo no quise decepcionarle. Tomamos un taxi y le dije al taxista la dirección indicada. Nuestro automedonte pegó un bote y contestó en el más puro inglés con acento cockney:

─ iaint such a place, mate. Baker street finish at number sixty (no hay tal lugar, compadre; la numeración de la calle termina en el 60)

Genarín no se lo podía creer pero sabía que en Londres hay muchas casas habitadas por fantasmas.

Acabamos en Picadilly viendo un striptease. Aquello resultaba más real y terminamos la noche en una discoteca que se llamaba “La Balbone”. Creo que ligamos con dos suecas. El cafard la cucaracha negra desapareció. Conan Doyle con sus alardes deductivos nos enseñó que la vida puede ser bella.


domingo, 07 de julio de 2024  

 

LA ABADESA QUE SE ESTÁ ENFRENTANDO A LA BESTIA QUE SAN FRANCISCO Y SANTA CLARA LA PROTEJAN A ELLA Y A SUS MONJAS DE BELORADO

 


martes, 2 de julio de 2024

 

PASSOLINI  PROFETA Y MÁRTIR

 

TUVE un bloqueo. Es esa “pájara” del escritor que te impide pedalear cuando montas sobre las teclas del ordenador. Y de la impase vino a sacarme el recuerdo de aquellas películas de Pier Polo Passolini que veía yo en una sala de cine de arte y ensayo de Fulham Road.  Son recuerdos de los días de vino y rosas.

Nunca fui más libre y feliz que en aquellos días londinenses de mi juventud que añoro ahora en la vejez. Pues bien, aquellos filmes de este impresionante creador italiano “Bocaccio”, “Canterbury Tales” “La pasión según san Mateo” me llenaron de ilusión por la vida, la edad media y la espiritualidad con que retrata a Cristo el autor italiano. Nadie nos ha contado de forma tan expresiva cómo fueron aquellos siglos previos al renacimiento: la romerías, las predicas de algún dominico furibundo, los engaños y triquiñuelas de lupanar (aquel pobre maracucho siciliano, ben zapato, buena media, buena bolsa con dinero, las monedas le tintinean en la bragueta, representado por un marroquí cuya noche de amor en la cual soñaba después de haber conocido a una “princesa” termina sumido en una privada con perdón esto es la mierda de un retrete, o la venganza de aquellos dos mozos que por venga la violación de su hermana le cortan la cabeza al amante al amador y la entierran en un tiesto. El tiesto al cabo del tiempo florece. Así como otras muchas aventuras de matiz picaresco o místico religioso que demuestra cómo era la vida en los conventos.

No perdamos de vista a aquel hortelano que se hace pasar por mudo y al cual dos hermanitas ardientes y faltas de sexo introducen en una cabaña en medio de la huerta.

No sabían que desde los altos del atrio las estaban viendo el trajín toda la comunidad en pleno asomadas las monjitas a las ventanas e incluso la madre abadesa lleva al hortelanito al huerto pero he aquí que el mudo ante tanto trabajo exclama no puedo más y las otras que contemplaban la escena al sentir al mudo hablar exclaman lo de milagro… milagro. Magnifico cuento de Bocaccio.

El gran escritor italiano, cineasta y poeta por esta y otras muchas razones como era su homosexualidad fue blanco de los odios de la curia. Se dice que su asesinato fue una trampa que le tendieron los del Vaticano proporcionándole un encuentro con un efebo que lo asesino.

Passolini siempre se declaró amigo de la paz, de la no violencia. Toda su obra es un canto al amor y una crítica a la hipocresía, la incultura, la testarudez de una sociedad que vive en tiempos convulsos.

 Ha caído en mis manos un libro suyo “Escritos corsarios” que traen a mi memoria los tiempos de juventud de Londres. Son un grito a favor de la tolerancia, el perdón, la compasión, una condena del fascismo que es la serpiente de siete cabezas que muda de piel para perpetuarse en el poder y parece estar vigente medio siglo después de la muerte de Paolo que fue mártir y profeta. Lo mataron los curas utilizando la mano asesina de la democracia cristiana.

San Piero Paolo Passolini, que estarás en los cielos, ora pro nobis

 

martes, 2 de julio de 2024